Messelene Gorete y el indispensable rol de las mujeres del Movimiento Sin Tierra
Messelene Gorete da Silva, originaria de Pernambuco, es integrante de la dirección del Movimiento de los Sin Tierra de Brasil y una activa luchadora campesina que durante estos años de gobierno de Bolsonaro y de pandemia supo encontrar caminos para afianzar la construcción del poder popular. Con ella estuvimos recientemente en el Encuentro de Alba Movimientos, y esto es lo que nos dijo:
-Hablemos de la organización de mujeres del MST y cuáles son las dinámicas de construcción y acción prioritarias que ustedes encaran.
Las mujeres del MST estamos construyendo el movimiento en su conjunto, en este periodo de la pandemia nos sumamos a todas las tareas, entre ellas las de definir internamente de potencializar la resistencia en la base. Nos sumamos además al llamado a la producción de alimentos, en solidaridad con la clase trabajadora urbana que en su gran mayoría fue las afectada por la pandemia en Brasil y por la crisis que vivimos instalada en el país. Hicimos un llamado muy fuerte, un trabajo con las mujeres nuestras que fue hacer un alerta sobre el tema de la violencia doméstica en ese periodo, pues los datos apuntan que incrementó mucho la violencia al interior de los hogares, no solo de la base nuestra sino también de la sociedad. Lo que hemos asumido incluso para el 8 de marzo de este año es “Mujeres en lucha contra todas las formas de violencia”. Ese fue un llamado durante toda la pandemia y lo sigue siendo, porque con toda la crisis social y económica sabemos que a quien más afecta es a las mujeres y sabemos que la violencia se incrementa también en torno a las mujeres. Ratificamos también la denuncia por la carga de trabajo que hemos asumido en el período de crisis. Y después pusimos énfasis en la tarea de seguir organizando a las mujeres en torno a la demanda de la lucha por la tierra, ya que el mes de abril fue un mes simbólico y emblemático para eso, porque es un tema emblemático en Brasil.
-Este año además se dará un dura compulsa electoral. ¿Cómo se manifiestan ustedes frente a la misma?
-Ahora viene todo lo que es la ofensiva y la batalla por las elecciones y elegir a Lula como el presidente. Ahí nos sumamos, como tarea nuestra del Movimiento y en la organización de producción y distribución de alimentos y de seguir dando la lucha por la agroecología y el acceso a la tierra que es importante para las compañeras de la organización.
-El MST tiene otra particularidad y es que también lxs niñxs -los sem terrinha- están organizados. ¿Cómo se realiza este encuadramiento de los y las niñas?
-La organización de lxs niñxs del MST está pensada desde la toma de la tierra que es el tema de la educación. Cuando ocupamos una franja de tierra, cuando damos los primeros pasos, uno de ellos es la construcción de una escuela que atienda la necesidad de los niños y niñas, y el MST en todos estos años también ha desarrollado un trabajo que llamamos «Frente de educación infantil”, que se ubica dentro de lo que está pensado como concepción de la educación en su conjunto, y la formación de los niños es fundamental a eso. La formación está relacionada a los valores y la identidad de la lucha, y desde ahí se trabaja en las escuelas, desde el punto de vista de la educación, pero también hay un trabajo con lo que llamamos las cirandas infantiles, que son los espacios donde también hay educación, que es un espacio necesario derivado de las conquistas internas y orgánicas del movimiento. Para posibilitar la participación de las compañeras es necesario pensar el lugar del cuidado de niños y niñas de forma colectiva, y para eso hemos desarrollado esta experiencia llamada ciranda infantil. Si hay reuniones, que haya escuelas que garanticen cuidados pero también un espacio de educación y formación. No es solo una guardería de niños sino un espacio donde se piensa intencionalmente la pedagogía y formación de los niños relacionado a los valores y la identidad de los sin tierra y la identidad de clase que es fundamental para formar los nuevos sujetos que asumirán la batalla futura
-Hace unos años vi un manual de educación popular del MST dirigido a las y los jóvenes, donde se hablaba de las luchas, de los héroes y heroínas de la historia, de las gestas campesinas. ¿Siguen trabajando en la educación popular en el sentido de formar a lxs más jóvenes?
-Si, ahí hay esa intencionalidad, que se da en las escuelas de los asentamientos donde podemos incidir desde la pedagogía del MST, y la parte de los contenidos que se trabaja es precisamente el rescate de figuras importantes para la historia nuestra de Brasil y de América Latina. En el sentido de dar a conocer la historia y el legado de esas personas como referentes importantes para la juventud. Los materiales que nosotros tenemos, trabajan no solamente con la juventud, con los niños. En las escuelas de formación está la intencionalidad de trabajar a partir de esos pensadores o esos luchadores que son importantes. Ahora continuamos en esa línea, pese a que estos últimos dos años y medio no hemos tenido espacios de formación presenciales, también la escuela de los asentamientos por la pandemia estuvieron cerradas en cada región, pero igual siguen la misma línea de actuación, desde la formación y la educación en las escuelas en esa línea del MST. No es su hegemonía, no es que se trabaja en todas las escuelas así, sobre todo en la educación básica, pero si hay nivel de acompañamiento y de incidencia desde la pedagogía del MST, de la educación popular como un arte de los contenidos que se trabajan.
-Volviendo al tema de las mujeres, ¿ustedes piensan que hay un feminismo campesino, se puede hablar de eso?
-Desde la vía campesina, hemos sistematizado y acumulado un debate en torno a eso, en lo que hemos llamado como Vía Campesina, el feminismo campesino y popular. Ello se dio a raíz de debates y de las experiencias de los movimientos, porque cada uno tiene su forma de organizarse, de ver el trabajo y los avances, y se ha identificado que las mujeres campesinas tienen un avance en torno al debate del feminismo que muchas veces no se acerca a la forma y el contenido del feminismo urbano. Pero hay similitudes y confluencias sobre la lucha contra el patriarcado y por el socialismo. Por otro lado, en la Vía Campesina a nivel internacional y sobre todo en América latina con la experiencia de la CLOC y la experiencia de los movimientos en sus países, ha surgido una síntesis y un documento donde se sistematiza todo ese saber acumulado que nombra el feminismo campesino y popular
-Cuando el MST plantea brigadas internacionales, a Haití, a Palestina y otros países, ¿la participación de las mujeres es también efectiva allí, van compañeros y compañeras a esas brigadas?
-Hemos estado atentas con la línea política que hemos asumido de garantizar el criterio de la participación igualitaria de hombres y mujeres en todos los espacios. Esto no es hegemónico, no es que siempre es así, de que siempre van mitad mujeres y mitad hombres, pero hemos hecho el ejercicio de que en todas las tareas internacionalista en las brigadas tengamos participan de mujeres. Es un desafío grande porque no en todas hay paridad de 50% hombres y mujeres, pero hemos vigilado el tema y hemos garantizado eso de que también tengamos en las tareas internacionalistas mujeres compañeras.
–Por último, obviamente no te puedo dejar de preguntar por este periodo electoral que ya está comenzando, sobre cómo ven ustedes este nuevo Lula que nuevamente se presenta a estas elecciones: ¿recoge las enseñanzas del Lula del primer gobierno?, ¿está condicionado por los tiempos que vivimos? ¿cuánto gana y cuanto pierde con la candidatura del vicepresidente Alckmin?
-Es difícil hablar de Lula, porque Lula se mueve según se mueve el contexto, así se porta Lula, pero sin duda es un referente importante, es el líder de masas, es el mejor que tenemos hasta ahora y sin duda es la apuesta que el campo popular de Brasil tiene para el tiempo histórico que vivimos. Lula recoge de sus raíces, viene de su experiencia de sindicalista y eso marca mucho su línea política ideológica. Hay que tener en cuenta que también está marcado por la ofensiva conservadora sobre el partido, sobre la izquierda brasileña en los últimos tiempos y también por haber sido una de las víctimas de las injusticias y lo que el conservadurismo y la extrema derecha han hecho al asumir el poder. Lula estuvo encarcelado y de esa experiencia sacó algunas lecciones y ha tenido algunas posiciones, para mi, distintas de lo que fue en su primer momento, en su primer gobierno por ejemplo. Eso de las alianzas que ha hecho, es producto de un estilo de conciliación, que es el carácter que marca bastante a Lula, hay una esperanza de que podemos apostar de que él pueda hacer algunas reformas más estructurales de lo que fue su gobierno anterior.
–¿Qué le pide el MST a Lula?
-Reforma agraria lo mismo que se puede hacer, destruir la tierra, desconcertar tanta tierra que está en este país y pensar en fortalecer un modelo de desarrollo del campo que favorezca a la sociedad como tal, es insostenible como estamos con la hegemonía del agronegocio y el uso extensivo de venenos y el avance sobre las grandes reservas que tenemos de recursos naturales es insostenible, esa es la apuesta de Lula, que pueda pensar una política de desarrollo para el campo que pueda favorecer a toda la sociedad brasileña por lo menos
–El MST se sigue de alguna manera reivindicando la autonomía frente a los partidos sigue apostando a eso a pesar de apoyar a Lula.
-Si es parte de nuestro carácter, de nuestra formación, y por eso sobrevivimos tanto tiempo por la autonomía de los partidos y a las intencionalidades. Eso no significa que no tenernos compañeros en nuestras hileras que se alineen con los candidatos, no significa que no vayamos a apoyar las elecciones y no vayamos a apoyar el gobierno. Pero siempre marcando la autonomía política necesaria para nuestra organización.