La hipocresía de VOX no conoce límites. Tampoco en cuanto su discurso sobre las bandas latinas en Madrid.
En estos días Rocio Monasterio de VOX cargaba en el Parlamento de Madrid contra la inmigración latinoamericana y pedía mano dura.
Sorprendemente, por lo menos para mí, Ayuso le contestaba que el problema de las bandas latinas poco tenía que ver con la inmigración ilegal, pues la mayoría de sus integrantes son ya de la segunda generación y por lo tanto han nacido en España.
Sorprende si no fuese por que viene de un partido como VOX, su discurso en Madrid, cuando la estrategia de VOX, según ellos mismos consiste en que haya menos inmigrantes pero, si los hay, prefiere a los de origen latinoamericano frente a los procedentes de otros países.
La estrategia inmigratoria del partido ultraderechista parte así de un claro prejuicio racial y cultural. Apuesta por “afrontar la inmigración atendiendo a las necesidades de la economía española y a la capacidad de integración del inmigrante”.
Bajo esta premisa, el partido de Santiago Abascal propone “establecer cuotas de origen privilegiando a las nacionalidades que comparten idioma e importantes lazos de amistad y cultura con España”, es decir, a los residentes en América Latina.
Quieren más latinoamericanos y menos africanos, según ellos mismos, a no ser que decir lo contrario les dé votos en un determinado momento, como ahora con el problema con las bandas latinas.