La actual crisis arancelaria es otra muestra de lo inhumano del sistema capitalista
Es difícil entender que enfermedad hace que el ser humano en el momento histórico con más información a su alcance decide tragarse algunos de los argumentos más estúpidos de la historia de la humanidad.
Cual es el motivo para que se premie la mediocridad hasta el punto de convertir a auténticos anormales en líderes mundiales, en presidentes, o en multimillonarios.
«Nacimos aquí, donde las masas idolatran a los idiotas y los convierten en héroes ricos». Bukowski
La degeneración social, ética, moral, de una sociedad enferma hasta la médula, la sociedad capitalista hace que se multipliquen los monstruos.
«No es una medida de salud estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma». Jiddu Krishnamurti
El capitalismo es un cáncer para el mundo y para la humanidad, una enfermedad que agudiza los peores instintos del ser humano y convierte la vida en una selva donde rige no la ley del más fuerte, sino la ley del más psicópata, del peor ser humano.
«Entonces, ¿de qué sirve decir la verdad sobre el fascismo que se condena si no se dice nada contra el capitalismo que lo origina? Una verdad de este género no reporta ninguna utilidad práctica.» Bertolt Brecht.
Los marxistas pensamos que el fascismo representa el último intento de una clase dominante (específicamente, la burguesía capitalista) de preservar su control del poder frente a una inminente revolución proletaria. «No hay peor fascista que un burgués asustado».
Marx sostuvo que el capitalismo está confinado a desarrollarse en tal forma que origine su propia destrucción, y urgió a los trabajadores a organizarse para apresurar su caída. No existe el capitalismo bueno y humano, el sistema se basa en la acaparacion de riqueza, en el abuso, en la explotación.
«El capitalismo tiende a destruir sus dos fuentes de riqueza: la naturaleza y los seres humanos» Karl Marx
Albert Einstein predijo que, en una sociedad capitalista los partidos políticos y los políticos estarían corrompidos por las contribuciones financieras de los grandes propietarios de capital. El sistema «no puede ser controlado eficazmente ni siquiera por una sociedad política organizada democráticamente».
En un artículo de la Monthly Review de 1949 titulado «¿Por qué el socialismo?», Albert Einstein describió una sociedad capitalista caótica, una fuente de mal que debía superarse, como la «fase depredadora del desarrollo humano».
En estos tiempos de crisis económica y moral que nos llevan hacía el precipicio, desgraciadamente repetimos los errores y los horrores del pasado. Volvemos a las teorías supremacistas basadas en la profunda ignorancia y en los miedos más arraigados, el miedo a lo diferente, el odio a los otros.
«Aquel pueblo que no conoce su historia esta condenado a repetirla» Marco Tulio Cicerón.
Teorías supremacistas como el fascismo, el neonazismo y el sionismo se abren paso aprovechando el caldo de cultivo de la ignorancia y el miedo. Renacen en las entrañas del cáncer del capitalismo como lo hacen cada vez que una nueva crisis amenaza a la humanidad.
«El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos» (Antonio Gramsci) nos explica bien lo que sucede en cada crisis del sistema capitalista.
La actual crisis no es diferente, pero es más profunda, y los monstruos están ocupando nuevamente puestos de poder, los Donald Trump y Elon Musk en EEUU, Abascal y Ayuso en España, Meloni en Italia, Le Pen en Francia, los neonazis alemanes, la ultraderecha europea en general y también la americana con Milei en Argentina, Noboa en Ecuador, Dina Boluarte en Perú, Bukele en El Salvador, Bolsonaro en Brasil, o la oposición venezolana empezando por los Guaidó, Leopoldo López, y llegando a María Corina Machado y Edmundo González.
«Mi abuelo era un hombre muy valiente, sólo le tenía miedo a los idiotas. Le pregunté por qué, y me respondió: porque son muchos, y al ser mayoría eligen incluso al presidente» decía Facundo Cabral.
Sin duda vivimos en tiempos de idiotas en el poder gracias a la profunda ignorancia de los pueblos y a la desesperación.
«Por la ignorancia nos han dominado más que por la fuerza.” La ignorancia ha sido una herramienta de opresión más poderosa que la fuerza bruta, por eso las oligarquías saben lo importante de controlar los medios de desinformación, las redes sociales, y la educación en las escuelas y universidades.