José Antonio Medina Ibáñez •  Opinión •  13/08/2018

Pablo: Cazado

La tarea que emprendió el nuevo Presidente del Partido Popular, se inició cuando todos los españoles estaban en plena reflexión política, ideológica y depuradora sobre el Gobierno de Mariano Rajoy.

No han pasado 30 días desde la elección presidencial (21 de julio) y la esperanza de la regeneración política parece truncarse a pasos agigantados, gracias, y mucho, a la grave incontinencia verbal del recién elegido presidente.

Poco importa y, poca credibilidad lucen los voceros del PP cuando claman que eso del Máster es algo menor y, que existe una caza de brujas contra Casado porque todo el mundo en España es de izquierdas. Saben, como todos, que deben esperar a septiembre cuando el Supremo decida si asume o no el que Casado ha cometido un delito.

Lo del Supremo sucederá a menos que el líder de la gaviota entregue su ordenador y decida declarar ante la juez que le investiga, Carmen Rodríguez-Medel Nieto, sólo así no iría al tribunal. Pero del Máster en Harvard, (cuatro días en Aravaca, Madrid) al ordenador que dijo tener y que ahora no aclara si lo tiene, se ha creado la obligación social de pensar sobre el contenido de los documentos que el Presidente del PP presentó a los medios el 10 de abril pasado.

¿Es posible hacer esas presentaciones por televisión y esperar que nada suceda?, no parece que ello sea posible, pero podemos creer que para Casado era más importante la ceremonia, el rito público, que un futuro acto de su poco – para entonces – probable sacrificio político.

Lo cierto es que en la Exposición Razonada de la Magistrada se considera que hay indicios serios de delito, y que lo del ordenador no es una cuestión menor, más bien se considera una prueba muy relevante porque puede dar veracidad o no a lo comunicado por Casado sobre su Máster. Incluso el Supremo se lo podría pedir, si asume el caso, para que se investigara la antigüedad de los documentos presentados públicamente.

Los ciudadanos de a pie estamos pasando (literalmente) del calificativo que algunos políticos y periodistas peperos llaman “anecdótico”, quedándonos con el tufillo de la ausencia de la decencia, del mal ejemplo y falta de ética dados. Eso es lo que estamos cuestionando.

Poco importa al ciudadano que el PP inmole, por sus errores, a Rajoy, Casado, o a Soraya, lo que está conmoviendo a la sociedad española es algo mucho más sencillo, se trata de la queja silenciosa sobre la indiferencia, el desdén y el maniqueísmo con la cree que ha sido tratada y usada por esta clase de políticos.

Todo indica que en plena era de la apariencia y la imagen, algunos se la han tomado al pie de la letra, convirtiendo a los idiomas, el Máster, o el Doctorado, en sus pasaportes diplomáticos para ser colocados más rápidamente; intentando por todos los medios dejar de ser el “don nadie”, cuando sabemos que se puede ser con o sin títulos.

Casado ha sido pillado en lo poco que le importaba que sus compañeros de la Universidad Rey Juan Carlos se partieran el hombro para sacar el Máster, en lo poco que le importaba engañar a sus mismos compañeros de partido y a la sociedad, al decirles que poseía altos conocimientos sobre el Derecho Autonómico y Local o, Derecho Público del Estado Autonómico.

Todo señala, en su impresionante CV que presenta en el Congreso de los Diputados, que poco le importaba saltarse estas reglas básicas de las buenas costumbres. De eso es de lo que se trata, no de que esté dándose una guerra sin cuartel contra el PP, no de que sean los rojos que están atacando a la derecha, no de que nadie quiera que el PP regrese y se regenere, no de que se quiera dar caza a Pablo.

Los ciudadanos estamos buscando coherencia y limpieza en las aparentes extralimitaciones que Casado pudo haber cometido, ahora mismo incluso el PP parece comenzar a preocuparse de algo a lo que le restó toda la importancia que siempre ha tenido.

Reconocen, en sus adentros, que la exigencia de la transparencia es la clave de continuar o no como Presidente del PP e incluso como político.

participa@latinpress.es


Opinión /