Cancerberos, sabuesos del infierno
El cancerbero cuatro veces / al día maneja su candado, abriéndonos / cerrándonos los esternones, en guiños / que entendemos perfectamente. ……… / Por entre los barrotes pone el punto / fiscal, inadvertido, izándose en la falangita / del meñique, / a la pista de lo que hablo, / lo que como, / lo que sueño. / Quiere el corvino ya no hayan adentros, / y cómo nos duele esto que quiere el cancerbero. / ………
Poema titulado El cancerbero cuatro veces. Autor el gran Cesar Vallejo.
Los cancerberos Terrortrump e Israel Katz, sionazis, amenazan con abrir “las puertas del infierno” el sábado día 15 de febrero. Como la más sucia y vulgar mierda de demonios, ni escuchan, ni ven, ni tienen gusto, ni tacto, ni olfato. Los pueblos del mundo los identifican por sus rostros, sus rugidos, sus garras largas en manos y pezuñas, sus orejas sucias y puntiagudas, sus colmillos amarillos verdosos largos y babosos, sus ojos de pupilas blancas que destellan llamas en forma de rayos. Es de recordar lo dicho por el Comandante Chávez en una intervención magistral en la ONU refiriéndose a un diablo que le había precedido ante el micrófono: https://www.facebook.com/watch/?v=614218499454906
El demonio, sí, del que declaró que no existe una institución que lo había empleado durante milenios, el demonio de tal institución era una referencia para perseguir espíritus que no controlaba, aquél demonio no es el que contiene hoy a Terrortrump ni a Israel Katz. Terrortrump y Katz prometen el infierno que su religión, la de su formación, les ha dado: la barbarie. La barbarie, no hace falta explicarla, la hemos visto en Gaza, y la vemos en la persecución de los emigrantes, niños, adultos, ancianos, a quienes encadenan y embarcan en la balsa que el Caronte de turno, y éste los lleva al Hades cruzando la laguna Estigia. Fue Virgilio (siglo I a. de C) el que creó en su Eneida el mito por encargo del emperador Augusto con el fin de atribuir procedencia divina al imperio.
El infierno, el campo de genocidio en que han convertido a Gaza, tiene un campo de tortura que le arde al Cancerbero Terrortrump en sus entrañas, es la base colonia militar – penal Guantánamo, con muralla de odio y barreras de llamas de tortura para humanos. El Presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, promete que arrancará ese cuchillo que el imperio ha clavado en el costado de Cuba, ¡ojala! ¡insaha ´Allah!
Los cancerberos amenazan con que el sábado, el sabat de los judíos, día en el que dicen no hacer nada, van a desatar el infierno. No nos sorprenden, si recordamos su historia, la de las insignias que representan a los dos demonios, vemos que el puto infierno les arde desde el momento de su nacimiento.
Levantad la cabeza gentes del mundo, es hora anticolonialista, antisionazi, antifascista, … antiimperialista. Ya en 1813 , el vende patria, el rector de la Universidad de Alcalá de Henares, le recibió con un discurso que finalizaba con la siguiente vomitona demoníaca: “Nada más lejos de nuestra intención, majestad, que la funesta manía de pensar”. La misma bestia gritó en el Estado español cuando cometió su genocidio de los años 30 del siglo pasado: “¡Muerte a la inteligencia!” ¡Viva la muerte!”, y semejante criminal fue acompañado con otro grito de su camada: “¡Si oigo la palabra libro, saco la pistola!”, … y la gente, tras sufrir el infierno llegó a declararse en el terror lleno de tristeza, para no verse otra vez en más infierno, “que bonita es la ignorancia”, la buena gente callaba, prefería decir no saber. Pero no sirve de nada el silencio, la ignorancia, solo sirve hacer ver que la mayoría de conciencia es valiente y nunca declina, es la mejor generación, y es la hora de todas las Resistencias en una sola.
Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Presidente de AMANE. Miembro de la Asociación Europea de Apoyo a los Detenidos Palestinos. Colaborador del canal Antiimperialistas.com, de la Red en Defensa de la Humanidad.