Red en Defensa de la Humanidad •  Opinión •  14/08/2016

Gracias por su ejemplo

Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz
Presente

Querido Comandante:

En ocasión de su nonagésimo cumpleaños, los miembros de la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales En Defensa de la Humanidad, queremos hacerle llegar nuestra más sincera felicitación y, sobre todo, nuestro más profundo agradecimiento por todo lo que usted ha hecho por los pueblos de Nuestra América y por los del resto del mundo.

Su figura ha sido permanente fuente de inspiración no sólo cuando, impulsados por la marea ascendente de las luchas populares, dábamos pasos firmes en dirección del socialismo, sino también en los recurrentes momentos en que nuestros avances se detenían como consecuencia de la ferocidad de la reacción del imperialismo y sus aliados locales.

Si en las fases de ascenso su ejemplo nos obligaba a no darnos jamás por satisfechos ni satisfechas y, como buenos revolucionarios y revolucionarias, a proseguir con renovados bríos nuestra marcha; cuando debíamos afrontar las adversidades o la contraofensiva del enemigo, el recuerdo de su actitud después del Moncada o el ataque del imperialismo en Playa Girón, fortalecía nuestros espíritus y nos convencía de que la voluntad inquebrantable de luchar por nuestros ideales era el seguro camino hacia la victoria. Usted nos señaló ese rumbo en incontables ocasiones, y podemos asegurarle que esa enseñanza, que nos reiterara en su reunión con los intelectuales el 10 de febrero del 2012, cuando dijo que “aunque nos dijeran que al mundo le quedan pocas semanas de vida nuestro deber sería luchar, seguir luchando hasta el fin”, ha calado muy hondo y ya es una marca indeleble en millones de latinoamericanos y caribeños que saben, como otros muchos que luchan en otras partes del mundo, que ese será nuestro destino: luchar hasta el fin, conscientes de que las clases dominantes y el imperialismo jamás se darán por vencidos.

La convicción de que nuestras ideas y nuestros valores son infinitamente superiores a los de nuestros enemigos fue y es un alimento esencial de nuestra militancia revolucionaria. De usted aprendimos que su defensa exige la más absoluta intransigencia. Como cuando, con virtuosa obstinación, usted se negara a arriar las banderas del socialismo en momentos en que se desintegraba la Unión Soviética y desaparecía el campo socialista.

Gracias a su inquebrantable convicción, la Revolución Cubana pudo seguir su marcha y, con su heroico ejemplo, abrió un sendero que pocos años después comenzarían a recorrer numerosos países de Nuestra América luego del triunfo de Hugo Chávez Frías en las elecciones presidenciales de Venezuela en diciembre del 1998. Si usted se hubiese dejado convencer por quienes le aconsejaban abandonar para siempre el proyecto socialista y Cuba se hubiera arrojado a los brazos del capitalismo, el luminoso período abierto desde finales del siglo pasado hasta nuestros días, con la derrota del ALCA, la creación del ALBA, de la UNASUR, de la CELAC, de Petrocaribe, del Banco del Sur, de Telesur, de la propia Red En Defensa de la Humanidad, jamás habría tenido lugar. La potente luz que irradiaba el faro de la Revolución Cubana fue decisiva para impulsar a nuestros pueblos a dejar atrás la larga noche neoliberal de los años noventa y retomar el camino hacia nuestra Segunda y Definitiva Independencia.

Por eso nuestra deuda, la deuda de nuestros pueblos con usted, Comandante, es inconmensurable, y de ahí nuestra profunda gratitud por su integridad revolucionaria, por haber sido fiel a aquella maravillosa definición de “revolución” que expresara en su discurso del 1º de Mayo del 2000, en uno de cuyos pasajes señaló que Revolución “es defender los valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo.” A lo largo de su fecunda vida usted ha sido fiel a estas ideas, que vivirán eternamente en el alma de los revolucionarios y revolucionarias de todo el mundo, de todos aquellos que saben que otro mundo es posible y necesario, y que si se lucha con la constancia y coherencia que usted ha demostrado durante tantos años, la victoria será inevitable.

¡Felices noventa años, Fidel! Gracias por su ejemplo. Puede usted estar seguro de que seremos fieles a sus enseñanzas hasta la victoria final.

En nombre de la Red En Defensa de la Humanidad, su Secretaría Ejecutiva, integrada por:

Carmen Bohórquez (Coordinadora General de la REDH)
Alicia Jrapko (REDH EEUU)
Ángel Guerra (REDH Cuba/México)
Ariana López (REDH Cuba)
Atilio Borón (REDH Argentina)
David Comssiong (REDH Del Caribe)
Fredy Ñáñez (REDH Venezuela)
Hugo Moldiz (REDH Bolivia)
Juan Manuel Karg (REDH Argentina)
Katu Arkonada (REDH País Vasco/Bolivia)
Luciano Vasapollo (REDH Italia)
Marilia Guimaraes (REDH Brasil)
Nayar López Castellanos (REDH México)
Omar González (REDH Cuba)
Roger Landa (REDH Venezuela)

 

En el momento en que se publica este boletín, este Mensaje cuenta con más de 2 500 firmas, entre ellas la Dirección Nacional de la AHS, el Secretariado de la UNEAC, y la Dirección de la Academia de Ciencias de Cuba. Un  importante grupo de intelectuales, políticos, científicos y luchadores sociales de todo el mundo, han suscrito la felicitación al Comandante,entre los cuales cabe destacar a: Evo Morales Ayma, Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Nicolás Maduro Moros, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela; Álvaro García Linera, Vicepresidente boliviano; Adolfo Pérez Esquivel, Argentina; Pablo González Casanova, México; Silvio Rodríguez, Cuba; Alfonso Sastre, País Vasco; Padre Miguel d’Escoto Brockmann, Nicaragua; Rafael Cancel Miranda, Puerto Rico; Miguel Barnet, Cuba; Mumia Abu Jamal, EEUU; Roberto Fernández Retamar, Cuba;Víctor Flores Olea ,México; Daniel Viglietti, Uruguay; Frei Betto,Brasil; Martin Almada, Paraguay; Socorro Gomes, Brasil; Stella Calloni, Argentina; Leonardo Boff, Brasil; Piero Gleijeses, EEUU; Fernando Rendón Meriño, Colombia; Héctor Díaz-Polanco, México; Fernando Moraes, Brasil; Fernando Martínez Heredia, Cuba; Gilberto López y Rivas, México; Cindy Sheehan, EEUU; Patricio Echegaray, Argentina; Ismael Clark Arxer, Cuba; Marta Harnecker, Chile; Michael Lebowitz , Canadá; Miguel Mazzeo, Argentina; Aldo Díaz Lacayo, Pablo González Casanova, México,  Fernando Martínez Heredia, Cuba. Nicaragua; Hernando Calvo Ospina, Colombia/Francia; Miguel Barnet, Cuba; Montserrat Ponsa Tarrés, España; Néstor Kohan, Argentina; Camille Chalmers, Haití; Javier Couso Permuy, España; Theotonio dos Santos, Brasil; Hildebrando Pérez Grande, Perú; Katiuska Blanco Castiñeira, Cuba; Luis Hernández Navarro, México; Bill Hackwell, EEUU; Laura Albizu-Campos Meneses, Puerto Rico; Jorge Veraza, México; Emir Sader, Brasil; Fernando Buen Abad Domínguez, México; James Cockcroft , EEUU/Canadá; Beto Almeida, Brasil; Michel Collon, Bélgica; Ghassan Ben Jeddou, Libano; Eva Golinger, EEUU; Waldo Leyva, Cuba; Tim Anderson, Australia; Carlos Fernandez Liria, España; Thierno Diop, Senegal; Luis Suárez Salazar, Cuba; Salim Lamrani, Francia; Antonio Gaztambide, Puerto Rico; Carlos Fazio, México; Jane Franklin, EEUU; Fidel Barbarito, Venezuela; Gilberto Ríos Munguía, Honduras; Carlo Frabetti, España; James Early, EEUU; Vicente Battista, Argentina; Winston Orrillo, Perú; Gabo Sequeira, Argentina; Manuel Santos Iñurrieta, Argentina; Jane Franklin, EEUU; Nora Cortiñas, Argentina; Pablo Guayasamín, Ecuador; Elma Beatriz Rosado, Puerto Rico; Arturo Corcuera, Perú; Piero Gleijeses, EEUU; Raúl Pérez Torres, Ecuador; Francisco Villa, Chile; Gisela Alonso Domínguez, Cuba; Isaías Rodríguez, Venezuela/Italia; Peter Phillips, EEUU; Arnold August, Canadá; Dolores Miconi, Argentina; Irene Leon, Ecuador; Beth Carvalho, Brasil; Jorge Sanjinés, Bolivia; Walter Sales, Brasil; Yeidckol Polenvsky, México, Verenice Guayasamín, Ecuador.

Fuente: En Defensa de la Humanidad


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