Alejandro Floría Cortés •  Opinión •  15/01/2018

Pre-campaña de nada

No puedo evitar encontrar en la última cifra del nuevo año ciertas connotaciones pre-electorales. Los titulares de los miedos de masas refuerzan esta percepción, intercalando distracciones adecuadas sin descanso. Bien cierto es que desde el 2014 sufrimos una suerte de pre-campaña continua que fomenta, en dosis variables y asimétricas, la idiotización y el hastío, pero me temo que, no tardando mucho, se iluminarán nuevas pistas, dando paso a equilibristas de las promesas, prestidigitadores del reformismo y domadores de la libertad.

No se trata, en absoluto, de desmerecer ni restar valor a una gran cantidad de trabajo, valioso e imprescindible, de descripción y análisis, incluso de exitosa predicción, de todas las partes en las que se ha fragmentado esta totalidad; mas creo que ciertos ejercicios (aislados entre sí) de ilustración, réplica, contrarréplica, reproducción y pataleo pueden terminar resultando un sumidero de energía personal y colectiva de una voracidad terrible. Incluso las acciones más valiosas están cínicamente silenciadas y fuera del imaginario colectivo. Cada vez a menos personas se les ocurren según qué cosas. La alternativa, lo otro, lo diferente, es menguado, aislado y olvidado.

A estas alturas de la disfunción, me gustaría pensar que se podría ir un paso más allá y que determinados observatorios, medios y colectivos con capacidad de convocatoria y con un auténtico espíritu crítico, que no se auto-limitan a lo que ya existe, tendrían la voluntad y la capacidad de organización suficiente como para encontrarse en algún sitio y crear nuevo conocimiento hacia un cambio de paradigma global (social, político, económico, cultural…). No es esta, en absoluto, una expectativa con fondo electoralista (ni “pro-” ni “anti-”) si bien admito mi rechazo ante cualquier nuevo, e inminente, numerito de una neo-neo-izquierda divina.

Se trata por tanto de dibujar caminos comprensibles, de asociar uno o varios cómo a cada qué, de describir de forma exhaustiva, no lo que no hemos hecho, sino lo que tenemos por delante. Hay que superar la percepción de la “imposibilidad política” para tratar los cómo de la salida de un capitalismo que se autodestruye engulléndolo todo, la cruda realidad de la cuestión energética, la igualdad en la libertad, la protección y los cuidados, una educación libre, la salud y la alimentación, nuestra relación con el entorno del que formamos parte y al que pertenecemos… a través de una puesta en común fuera los criterios y los parámetros habituales de electoralismo.

Y todo ello antes de cualquier pre-campaña y de las fiestas de la democracia. Urge una referencia de lo Otro. No quiero parecer fatalista si les digo que, de otra forma, dentro de otros cuatro años, creo que nadie hablará de esto… cosas de gráficas, curvas y tendencias…

¿Alguna sugerencia?

Salud y Libertad

 


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