La falacia de la «ideología de género» en la presente cruzada patriarcal
“La actual cruzada contra una supuesta y malvada “ideología de género” oculta la realidad trágicamente opresiva derivada del machismo como ideología realmente existente; dominante, por demás, en una gran parte de los sistema de enseñanza.”
La cruzada conservadora, de puro corte patriarcal, se ha intensificado en el escenario dominicano, con fuerte ingrediente eclesial. Pero sin dudas ella parte de una matriz internacional, en la que la construcción de la “ideología de género” como estigma, persigue ocultar la realidad de una ideología patriarcal y sus nefastas consecuencias.
El patrón se generaliza, atribuyéndole falsamente a la justa rebeldía feminista y a los movimientos que asumen las luchas por la libertad de opción sexual y por el respecto a la libertad de amar con toda la diversidad real, la intención de entronizar el adoctrinamiento infantil a favor de la homosexualidad, históricamente satanizada.
La homosexualidad no se enseña, pero los defensores de la opresión patriarcal, cada vez más al descubierto y cuestionada por sus implicaciones dramáticas, se las ingenian para convertir la mentira en verdad con el auxilio de los ideólogos de la post-verdad y los poderosos mass-media a su servicio.
Una de las claves es desconocer que ideología -como bien subrayó Carlos Marx en su obra “La Ideología Alemana”- es todo sistema de ideas construido para justificar una dominación.
Y el patriarcado es una dominación de larguísima data e impactos desgarradores, y ha construido su ideología justificadora, lo que pretende ser ignorado para poner el tema al revés.
· CARACTERÍSTICAS DE LA IDEOLOGÍA PATRIARCAL.
La ideología patriarcal es el sistema de ideas que sustenta la milenaria dominación masculina en la historia y en el presente de la humanidad.
Hablar de ella es hablar del trato a las mujeres como propiedad de los hombres, instrumento de placer sexual, trabajadoras no remuneradas (cuando se trata del cuido de hogares e hijos/as); y, en fin, como ser inferior al servicio de los hombres y del poder masculinizado del gran capital.
Se expresa en machismo, opresión de las mujeres, discriminaciones, desigualdades salariales, desiguales oportunidades, maltrato físico-psicológico, torturas, burlas, violencias, feminicidios… partiendo de una diferencia natural que supuestamente las condena irremediablemente a la subordinación y negación de derechos.
Esa opresión gravita en todas las edades y ámbitos sociales, y conlleva asignación forzada de roles sociales diferenciados en perjuicio de la población femenina, incluida doble y triple explotación, desconocimiento del trabajo doméstico como generador de riquezas y ganancias a favor del capital, mercantilización del cuerpo y escandalosas supremacías en las relaciones de poder.
La ideología patriarcal fomenta el odio contra la homosexualidad, el lesbianismo y la trans-sexualidad, y ha sido históricamente potenciada por fundamentalismos religiosos de diversos signos.
· PATRIARCADO ADULTO-CÉNTRICO Y CAPITALISMO.
La ideología patriarcal (machismo) se hermana con el adulto-centrismo, que implica situar al hombre adulto en el centro de la organización social, económica, política y cultural establecida, siempre en detrimento de las mujeres, niños/as, jóvenes y envejecientes; provocando aberrantes maltratos contra todos los sectores discriminados y menospreciados.
Esa nefasta combinación es previa al capitalismo. Pero el capitalismo la ha incorporado a su funcionamiento y dinámica explotadora, al igual que ha cooptado otras modalidades de opresión (racismo, xenofobia, ecocidio, homofobia, coloniaje) junto a la usurpación ilimitada del patrimonio natural como recurso al servicio de sus ganancias.
El capitalismo emplea a su favor todas las opresiones, las agrava, mercantiliza e incorpora a su dominación clasista y sometimiento global; agregándose que el machismo afecta adicionalmente y directamente a la mitad de la población planetaria.
· LA ACTUAL CRUZADA PATRIARCAL.
La actual cruzada contra una supuesta y malvada “ideología de género” -concentrada aquí e internacionalmente en atribuirle falsamente convertir niños y niñas escolares a la homosexualidad (“no te metas con mis hijos”)- oculta la realidad trágicamente opresiva derivada del machismo como ideología realmente existente (agregada a la concepción burguesa que avala el sistema capitalista-imperialista); dominante, por demás, en todo el sistema de enseñanza.
La invisibiliza y reemplaza por el supuesto peligro de una “ideología de género” inexistente, fantasiosa, atribuida maliciosamente a políticas y pautas científicas destinadas a superar progresivamente una resistente y perversa cultura patriarcal generadora de desigualdades, abusos, traumas, opresiones y violencias evitables.
Y erige a la vez en peligro y en maldad diabólica la introducción de pautas y debates dirigidos a develar en los procesos de formación y enseñanzas opresiones, desigualdades, odios y tabúes que se traducen en innumerables sufrimientos cotidianos.
Esta cruzada ultra-conservadora es una manera de defender un sistema de dominación en decadencia.