Seis preguntas y respuestas para explicar el ineficaz modelo de gestión del Dolmen de Dombate
La joya del neolítico gallego está en el ojo del huracán. Tras décadas de abandono y desatención por parte de instituciones y particulares que deberían estar implicados en su conservación, el actual modelo desarrollado en este monumento de referencia está condenado al fracaso, a medio camino entre el desconocimiento del que a veces hacen gala quienes deberían velar por preservarlo y el uso interesado de parte de la clase política.
1. ¿Dónde se encuentra el Dolmen de Dombate?
El Dolmen de Dombate, denominado tradicionalmente como el «Fornello de Vilaseco» se encuentra en la parroquia de Borneiro, en el municipio de Cabana de Bergantiños (A Coruña).
2. ¿A quién pertenece el Dolmen de Dombate?
En este momento el monumento es propiedad de la Diputación de A Coruña, comprado por acuerdo plenario en 1975 tras la adquisición de 715 m² de terrenos. Fue declarado Bien de Interés Cultural (por aquel entonces Monumento Histórico-Artístico) el 11 de marzo de 1978, a través del Decreto 728/78 publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
3. ¿Qué está ocurriendo en el Dolmen de Dombate?
Aunque podría pensarse que tras la compra por parte de la Diputación coruñesa todo pasó a ser un lecho de rosas para el monumento nada más lejos de la realidad, pues su abandono se vió únicamente interrupido por las primeras excavaciones arqueológicas que con carácter sistemático se realizaron entre 1987 y 1989, antes de entrentarse de nuevo a la desidia institucional y en una serie de lamentables desencuentros entre políticos, técnicos y arqueólogos, lo que dice bien poco del interés real que por esta ciencia hay en Galicia.
A punto de caer de nuevo en el olvido y aquejado de graves problemas de seguridad y restauración, finalmente se decidió sacar a concurso un proyecto para su musealización, que fue completado en 2011 con la inauguración del Centro Arqueológico del Dolmen de Dombate. Un año más tarde se dispuso la réplica con la finalidad de proteger el monumento original, el neodolmen, tras una inversión pública de más de 83.000 euros.
En el verano de 2014 el Ayuntamiento de Cabana de Bergantiños logró hacerse cargo de la gestión cultural del centro arqueológico y poco después ya pudieron constatarse sus efectos, con un programa de actividades centrado en el número de visitantes que en absoluto tuvo en cuenta las posibles consecuencias. Dentro del plan de actuaciones culturales llevado a cabo a nivel local se organizaron diversos actos poco adecuados para el recinto. Como consecuencia el neodolmen, en perfectas condiciones hasta el inicio de la gestión municipal, acabó con numerosos desperfectos.
En mayo de 2015, el Servicio de Arquitectura y Patrimonio de la Diputación de A Coruña fue alertado de la situación que atravesaba la instalación, razón que llevó al nuevo diputado provincial de Contratación, Patrimonio y Equipamientos Xesús Soto (BNG) a anunciar en público la no renovación del convenio al contar con informes técnicos negativos que desaconsejaban esta posibilidad. Sin embargo, a inicios del 2016 y tras una presión sin precedentes fomentada por el Partido Popular de Cabana de Bergantiños, Soto dió marcha atrás a la medida renovando el convenio de colaboración con el consistorio, lo que lleva a la actual situación que atraviesa el recinto. En la práctica y de manera incomprensible, el Bloque Nacionalista Galego le ha dado el control del principal monumento de la prehistoria gallega al Partido Popular.
4. ¿En qué afecta esto al yacimiento arqueológico?
Pese a que desde la Diputación de A Coruña se han subsanado determinados errores como el control periódico del estado de las pinturas que atesora el dolmen, el plan de actividades propuesto por el Ayuntamiento de Cabana de Bergantiños se asemeja en muchos puntos al que se llevaría a cabo en un local social de cualquier parroquia gallega, pero no al que se merece un centro arqueológico que debería ser de referencia como en el caso de Dombate. Un patrimonio, además, que está considerado como el monumento megalítico más importante de Galicia.
5. ¿Cuáles serían las recomendaciones a seguir en el Dolmen de Dombate?
Los expertos y las convenciones internacionales al respecto son muy claros en esto. La conservación del arte prehistórico y su contexto es una prioridad frente a cualquier tipo de uso turístico en recintos arqueológicos de primer orden y, por otra parte, la protección del patrimonio debe quedar reflejado en las políticas de desarrollo cultural a todos los niveles.
6. ¿Cuál es entonces la mejor solución para el Dolmen de Dombate?
Teniendo en cuenta la situación actual, la mejor salida posible es que la propia Xunta de Galicia se haga cargo y el monumento pase a depender de los técnicos de la Dirección Xeral de Patrimonio para que se encarguen de su gestión como bien público y gratuito que pertenece en su conjunto a toda la sociedad gallega.