Alvaeno Alvaeno •  Opinión •  15/11/2016

Pongamos que hablo de Trump

Se han escrito ríos de post sobre este tema, y yo, por no ser menos, también voy a echar unos párrafos sobre el asunto. Partiendo de lo que se dice que el peor analfabeto, es el analfabeto político, creo que, según el resultado de las elecciones en Estados Unidos, la mayoría de los votantes, o son analfabetos, o estúpidos, o peor todavía, las dos cosas a la vez.

Pero cuando las dos opciones que se dan a elegir, son malas, malo será lo que se elija, tanta obviedad es bochornosa, así que los americanitos de esa unión de estados eligieron, de las dos opciones malas, la peor, si cabe, como si los hilos del mundo los manejaran el Trump o la Clinton, cuando ya deberíamos saber que tanto el uno, como la otra, obedecen a los mismos dueños, como perros de presa.

A todos, o a casi todos, se nos pone la piel de gallina, sobre todo cuando ya estamos inmersos en la política que impone el discurso del miedo. Creo que las guerras seguirán adelante, y el robo y pillaje de los mercenarios será todavía más, si cabe, atroz, y descarado.

¿Qué hacemos mientras ocurren estas cosas? Nada, las twitteamos como loros amaestrados, o como monos, que parece ser que es lo único que somos, simios domesticados.

Por aquí ya andan instalando las dichosas luces de navidad, en las que los ayuntamientos se gastan una friolera de millones, que podrían usar para el bien social, pero no importa que haya muchos que se mueren de hambre, con lo bonito que queda toda esa parafernalia luminosa.

Bueno, decía que voy a hablar de los resultados de las elecciones de estados unidos de la “gran América”, ese lugar en el que todo es posible, incluso que voten a un señor como al que han votado, entre otras cosas, repito, que entre dos opciones malas, siempre se puede elegir la peor, por aquello de que nadie escarmienta en cabeza ajena, o siempre se tropieza en la misma piedra, mi señor don Quijote, que diría Sancho.

Así que ya está dicho todo, señor presidente de los esos estados unidos, que no es lo mismo que estar dos juntos, eso es harina de otro costal, mi majadero escudero, que diría el caballero de la triste figura, aquel loco del que en estos tiempos se necesitan muchos.

Ha llegado el frío, cosa muy preocupante, sobre todo con un presidente del mundo mundial como ese tipo de flequillo bastante sospechoso. Así es la vida, dirán muchos mientras este señor le prende fuego a la hoguera sobre la que se achicharrarán los huesos de millones de idiotas.

¿De qué tema quería yo escribir este artículo?

No importa, porque esto no es más que un ejemplo de lo que un personaje cualquiera  puede llegar a ser, sobre todo en USA, pero no hay que preocuparse, las hamburguesas seguirán siendo igual de malas, y los “malos”, seguirán llegando del otro lado del río, o del mar, porque aquí todos son buenos y votan a Trump, el mal no se concibe en los hogares americanos, porque todos los sábados hacen barbacoas en sus jardines, protegidos por un muro todavía más efectivo que todos los muros, el muro de la intolerancia a todos aquellos que vienen del sur, señalados entre hamburguesa y hamburguesa como esos impíos que vienen a robarles el pan de sus putas hamburguesas, pues mi querido don Quijote, que seguiría diciendo Sancho, con su pan H, nos las darán a comer a todos, o con otro tipo de artefacto más mortífero que las hamburguesas, esas armas biológicas que en cinco segundos pueden exterminar a la humanidad de la faz de la tierra.

 

 

Salve, los que van a morir te saludan, Trump. 


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