Arthur González •  Opinión •  16/03/2018

Fake News siempre contra Cuba

Desde el mismo mes de enero de 1959 cuando triunfó la Revolución cubana, se iniciaron las campañas de mentiras publicadas en los principales diarios y revistas de occidente, seguidas de noticias falsas, ahora calificadas como Fake News, que transmitían la radio y las cadenas de TV al servicio de Estados Unidos.

El propósito era deformar la imagen de la Cuba, solo por apartarse de la línea trazada por Washington, buscando el rechazo popular a las primeras medidas revolucionarias adoptadas por el Gobierno encabezado por Fidel Castro.

Pasado más de medio siglo y sin haber alcanzado éxitos en sus planes desestabilizadores, incluidos los terroristas, los yanquis insisten en su vieja estratagema y ahora arremeten contra el proceso electoral cubano.

Desde que el presidente Raúl Castro, anunció oficialmente que su período sería limitado y terminaría su mandato en el 2018, las agencias oficialistas arremetieron contra el proceso electoral cubano en un intento por desacreditarlo, e incluso Estados Unidos sufragó la conformación de un grupúsculo contrarrevolucionario, desesperados por hacerle creer al mundo que esas elecciones no son democráticas.

Las Fake News contra Cuba aparecieron en los principales diarios del mundo, pero la realidad las hace estallar ante la voluntad soberana de los cubanos por ejercer su derecho al voto.

¿Por qué razones no hicieron cruzadas mediáticas contra las elecciones en Honduras, en las que el fraude electoral fue escandaloso? Allí no hubo respeto por la llamada “democracia”, al robarle la victoria al candidato del pueblo.

Chile acaba de celebrar elecciones y tampoco la prensa yanqui y la de sus lacayos, dijeron una sola palabra donde salió electo Sebastián Piñera, representante de la oligarquía chilena; al contrario, festejaron el triunfo de la derecha, que al igual que en Argentina y Brasil, desmontará los beneficios sociales que tanto necesita el pueblo.

Notorias fueron las acusaciones sobre Piñera por usar las informaciones que obtuvo durante su pasada presidencia, en beneficio de sus negocios particulares, pero los tribunales chilenos no las quieren tomar en consideración.

Para él no hubo sanciones ni rechazo del Parlamento Europeo y menos aún de la OEA, porque es un empresario millonario que, según publicó la revista Forbes, solo en un año, su fortuna creció de 2 mil 700 a 2 mil 800 millones de dólares, convirtiéndose en uno de los hombres más ricos de Chile. Otro tratamiento les daría la justicia a tales denuncias, si hubiese sido el presidente de Venezuela Nicolás Maduro.

Esas son las elecciones que en Miami sueñan con reimponer en Cuba, cuando eran los militares quienes custodiaban los colegios electorales para poderse robar las urnas y cambiar los votos, muchos de los cuales eran comprados a cambio de una cama en un hospital o un simple trabajo de bracero en los puertos para descargar mercancías.

¿Dónde estaban los observadores internacionales y de la OEA en Colombia, que no constataron cuando en muchos colegios la registraduría anunció que se acabaron los tarjetones o boletas, y se fotocopiaron para que muchos ejercieran el voto? ¿Eso es una elección limpia y transparente?

En Colombia se comprobó que se compraron los votos, para privilegiar como Representantes y Senadores, entre los seguidores del partido del corrupto y terrorista Álvaro Uribe, responsable del ejercito de paramilitares que asesinó a miles de campesinos.

Partidarios del candidato opositor Gustavo Petro, denunciaron como se escondían los tarjetones de la consulta “Inclusión social por la paz” y dejaban solo los de la “Gran consulta por Colombia”.

Por qué no estuvieron presentes los miembros de la fabricada “Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia” en Honduras, Colombia y Chile, países en los que las elecciones fueron denunciadas por los fraudes”. Sencillamente porque son países que mantienen una línea en correspondencia con las órdenes de Washington.

Sin embargo, contra Cuba la parafernalia fue total en Estados Unidos y algunos de sus países aliados, donde tejieron una provocación a la que se prestaron varios ex presidentes, pero poco les valió contra la decisión mayoritaria del pueblo, quedando en ridículos los dos que se lanzaron de bruces siguiendo instrucciones de las embajadas yanquis.

Cuando el próximo mes de mayo se lleven a cabo las elecciones en Venezuela, escucharemos las denuncias de supuestos fraudes, el interés de muchos por presenciar las votaciones y con lupa observarán como el pueblo elige a sus verdaderos representantes, los que desde ya serán denunciados mediante Fake News, como hacen con las de Cuba.

Así son los países que no aceptan el pluralismo político que tanto le reclaman a Cuba y Venezuela, para ellos solo caben los partidos de derecha, que al final siempre coinciden en fortalecer el sistema capitalista donde el pueblo siempre lleva las de perder, pero sin dejarse engañar por campañas injuriosas.

Razón tenía José Martí cuando afirmó:

“Es criminal el querer forzar la opinión pública”.

*Arthur González, cubano, especialista en relaciones Cuba-EE.UU., editor del Blog El Heraldo Cubano.

Fuente: MartianosHermesCubainformación


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