En el día de la Nakba, más que nunca, solidaridad andaluza con el pueblo palestino
El 15 de mayo de 2018 se cumplen 70 años del comienzo de la “Nakba”, término que designa la expulsión masiva y violenta del pueblo palestino en el momento en el que se declaró el Estado de Israel. Esta fecha supuso el inicio de una concatenación de vulneraciones, irregularidades, incumplimientos de resoluciones de la ONU e injusticias sobre la población palestina que persisten hoy en día.
Prueba de ello es el apartheid y segregación a la que está sometida la población palestina, la presencia y ampliación progresiva de asentamientos ilegales de colonos israelíes en territorios ocupados, la construcción ilegal del muro de separación en Cisjordania, la impunidad de las agresiones que comete el ejército israelí, especialmente dirigidas a jóvenes y niños/as, la apropiación ilegal de recursos básicos para la vida y, con especial urgencia e impacto sobre las posibilidades de supervivencia, el bloqueo al que está sometida la población gazatí.
El pasado día 30 de abril, conmemorando el día de la tierra palestina, se inició una acción coordinada de protesta denominada la Gran Marcha del Retorno en Gaza. Esta acción consiste en una serie de movilizaciones pacíficas de la población civil en zonas fronterizas que culminan este 15 de mayo. La población se reúne para reclamar su derecho al retorno a los territorios de los que fueron expulsados, recogido en la resolución 194 de Naciones Unidas. Pero una vez más la represión y la violencia se han cebado en una población ya de por sí intensamente castigada por un bloqueo por tierra, mar y aire que dura más de diez años. Desde el inicio de las movilizaciones, son más de 2.000 personas heridas, 700 menores entre ellas, así como 40 personas muertas a causa de los disparos con munición real realizados por francotiradores israelíes.
Hay que destacar no solo la violencia de la represión, también el hecho de que muchos de los fallecimientos podrían haberse evitado si el bloqueo en Gaza no hubiera llevado al colapso y precarización extrema de los recursos de atención hospitalaria. El bloqueo supone un castigo colectivo a la población que incumple el Derecho Internacional Humanitario, las convenciones de Ginebra y la Carta Fundamental de DDHH. No solo se vulneran las garantías jurídicas que sostienen el sentido de las instituciones creadas para promocionar la justicia, la no violencia y el respeto entre seres humanos, también se promueve una profunda degradación de los valores éticos y morales de las sociedades que toleran, aceptan o respaldan actuaciones de este tipo.
Desde la sociedad civil no nos sentimos ajenas a la grave situación de la población palestina, condenamos las agresiones y atrocidades que comete el Estado de Israel bajo un modelo de gobierno sionista, puramente racista, discriminatorio y excluyente. Igualmente rechazamos cualquier colaboración con la institución israelí, la inmediata suspensión del comercio de armas, así como la eliminación de acuerdos comerciales que a través del saqueo de la ocupación convierten en beneficios económicos el dolor del pueblo palestino. En definitiva, exigimos el posicionamiento de los gobiernos junto a la justicia y los DDHH.
Hoy Palestina se desangra, la herida atraviesa además otros territorios que van sucumbiendo al efecto que la impunidad, el silencio y la colaboración, tienen sobre las vidas y los derechos de todas las personas, en Palestina y más allá.
Frente a esta situación, muchas ciudades andaluzas han tomado partido. Su compromiso a través de la declaración del municipio como Espacio Libre de Apartheid Israelí es una medida de presión que pretende lograr el cese de las vulneraciones de DDHH que comete Israel. Este compromiso ciudadano e institucional va a adquirir además una dimensión tangible el próximo 23 de junio cuando recale en Cádiz la Flotilla Rumbo a Gaza. Esta coalición internacional por la libertad está integrada por organizaciones de defensa de DDHH de diferentes países y trata de llegar por la vía marítima a Gaza rompiendo la situación de férreo bloqueo a la par que visibiliza esta injusticia.
El próximo 23 de junio la ciudadanía se colocará en la primera línea de la solidaridad internacional, haciendo posible con su implicación y colaboración que la iniciativa cumpla con sus objetivos fundamentales. Se materializa así un compromiso necesario para trascender las palabras y colaborar con la promoción de los actos basados en la lucha por la libertad y la justicia.
Conmemoramos así la Nakba, setenta años después de su comienzo sabemos que la resistencia une a los pueblos con una solidez y esperanza que nunca podrá ser arrebatada.