Guerra fría pepera
«(…) aquí los cálices se convierten en yelmos y espadas
y la sangre de Cristo se vende al por menor,
y la cruz y las espinas se vuelven lanzas y escudos:
y hasta Cristo pierde la paciencia». Michelangelo Buonarroti, ‘Miguel Ángel.
Harry, Orson Welles, interpela nuestras conciencias en aquel clásico cinematográfico basado en El Tercer Hombre, de Graham Greene, ambientado a comienzos de la Guerra Fría en Viena y el Berlín dividido. Se justifica en vano con su viejo camarada desde lo alto de una noria mirando a la gente de la ciudad, para ese delincuente simples insectos: «¿Víctimas? No seas melodramático. Mira ahí abajo… ¿Sentirías compasión por uno de esos puntitos negros si dejara de moverse? Si te ofreciera veinte mil dólares por cada puntito que se parara, ¿me dirías que me guardase mi dinero o empezarías a calcular los puntitos que serías capaz de parar? Y libre de impuestos, amigo, libre de impuestos… Hoy es la única manera de ganar dinero (…) Nadie piensa en términos de seres humanos. Los gobiernos no lo hacen. Hablan del Pueblo, del proletariado… y yo de los tontos y de los peleles que es lo mismo (…) y sigo creyendo en Dios, amigo».
En la actualidad, a los setenta años del comienzo de la Guerra Fría entre los bloques de la OTAN y la extinta URSS, nos resulta difícil evocar aquel mundo maniqueo de antagonismos ideológicos y criminales operaciones encubiertas de falsa bandera, aun a pesar de los esfuerzos de las ‘operaciones Gladio’ subterráneas de la OTAN. Espías, agentes dobles, terrorismo parafascista, propaganda… imaginar aquel sombrío escenario político de posguerra, que el avariento patán neofascista Trump se afana en reproducir, nos parece algo apenas alcanzable por la conciencia humana, relativo al sórdido y casi apocalíptico fin del segundo milenio.
¿Dije que nos parece complejo situarnos en ese atroz teatro del denominado ‘telón de acero’? No es del todo exacto. La guerra larvada entre opusinos y loyolistas, en su mayorazgo eclesiástico español, puede remontarnos asqueados a los tiempos de la ‘destrucción mutua nuclear asegurada’. El escollo reside entre los ‘seglares’ vinculados a la política. Esos ‘patriotas’ de Castelgandolfo cañís, por su obediencia a un Estado extranjero totalitario creado por Mussolini, el Vaticano, aborrecen de las formas democráticas, y algunos si escuchan la palabra cultura, como el bautizado católico renano Goebbels, si lo tienen podrían ‘echar mano a su revólver’.
El poder jesuita se perfila mucho más astuto, sinuoso y secreto… por ello reviste un peligro mucho mayor. Activado como los camisas negras de las SS, en el que se inspiran, acude raudo en plan guardia pretoriana cuando los Pueblos tratan de zafarse o regular sus impunes saqueos, sus infiltraciones en todos los aparatos de los Estados, en el adoctrinamiento educativo infantil, en un espantoso devenir histórico que ya va para cinco siglillos de nada. Expolios y usurpaciones de soberanía bien perpetrados por ellos mismos, ora por cualquiera de sus ramas, como la escrivariana.
La clave del predicamento de esa opresión clericalista consiste en el Terror. Sociópatas consumados, enemigos del Bien Común y de cualquier democracia que se precie, el Miedo de no saber si estamos frente a alguno de sus traicioneros colaboradores, disfrazado de ‘ciudadano’, provoca la esclerosis y el desmoronamiento sociales. Recordemos que la Gestapo no era muy numerosa en sus efectivos; de idéntico pelaje inmundo la Inquisición no necesitaba hacer grandes matanzas masivas, similares a los ‘autos de fe’ de sus comienzos. Bastaba con sembrar la cizaña, la desconfianza colectiva, excitar las delaciones en ‘confesionarios’… una vez que los civiles eran intoxicados por un cerval Pánico, el dominio de las élites dirigidas por la Araña Negra romana estaba garantizado, mimetizados para rapiñar las instituciones aun al precio de anular todas las potencialidades del Común, y conducirnos a una servidumbre y miseria programadas.
Un punto de vista maniqueo podría hacernos creer que la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría representa más los intereses de los numerarios de la Obra, y su ‘rival’ Casado parece más aleccionado por la Orden Negra, como Pedro Sánchez (este último sólo se ha limitado a los gestitos aconfesionales irrelevantes, para salvar las apariencias, mientras que permite a Ayuntamientos, Diputaciones o entes autonómicos sangrar nuestros impuestos para financiar edificios religiosos, profesores del proselitismo religioso en escuelas públicas o ‘educaciones concertadas’ y hasta a la Fundación Francisco Franco y Hazte Oír, declarado ¡de ‘utilidad pública¡ hasta el presente. No es de extrañar que Falangito Rivera, exempleado del opusino de La Caixa Isidro Fainé, pactase en su día con él para intentar formar gobierno, con el mismo cinismo con el que los naranjas abrazan al inciensado susanismo de las JONS).
Contrincantes con los desdibujados frentes permeables, tan expertos en el disimulo como un espía doble, los devotos de Camino se ven cercados por todas partes por los padres de la Monita Secreta – instrucciones reservadas de los jesuitas -, obra cumbre del parasitismo clerical que inspiraría a ‘san’ José María. Por su servilismo con una dictadura teocrática, al ser ignaciano Francisco I se quedaron los otros con el pie cambiado. Basta con ojear de vez en cuando el órgano opusino Infovaticana para apercibirnos que podrían haber conspirado contra Bergoglio, declarándolo ‘hereje’, filocomunista y cabeza de un presunto lobby gay purpurado. Por eso la ‘sede de Pedro’ ha denunciado por calumnias y difamaciones a esa web, mediante uno de los más prestigiosos bufetes estadounidenses. Ah, ¿dónde quedó el ‘poner la otra mejilla’ y demás viejos trucos ensotanados para pillar a sus vampirizadas víctimas desprevenidas?
El público apoyo el otro día del hijo del rey Franco junto con Urkullu, Íñigo – formado por las inescrupulosas huestes docentes de Francisco Javier -, a las ‘universidades’ jesuitas, y las vergonzantes ambigüedades de Sánchez, anuncian una inminente contraofensiva loyoliana, en cuanto sus tentáculos, con careta de ‘progre’, inficionados en el E. español les den una última acometida devastadora. El ‘golpe de Estado’ a principios de año, perpetrado por el papado a la dirección de la Orden de Malta, puede ser el preludio del interdicto contra el Opus, pudiendo abolir incluso a este último por irrevocable decisión pontificia. Sus nidos financieros en guaridas fiscales podrían estar ya siendo inventariados ‘desde dentro’ a tal efecto (ved investigaciones bien documentadas en Youtube del canario Jorge Guerra, las cuales ponen los pelos como escarpias). Se les está poniendo cara de templarios, cuando la garra romana los convirtió en proscritos, dejándoles más pobres que las ratas.
Aunque sería un socialista de los de verdad, mucho antes de la infame claudicación de Suresnes, el cartagenero Fernando Garrido Tortosa, gaditano de adopción y político republicano electo por Sevilla en el S. XIX, fallecido en Córdoba, el que en su genial obra titulada parafraseando a Voltaire ¡Pobres jesuitas!, elaboraría uno de los mayores estudios históricos sobre la Orden Negra. Huelga decir que el inmortal compañero Garrido ha sido invisibilizado por el abyecto susanismo, y la mayoría de los secuaces del autodenominado P$OE – con menos que ver con las ideas de su fundador, Pablo Iglesias Posse, que Aníbal con las legiones -, ignorando a aquel gigante de la causa del proletariado, indispensable en nuestros días.
Parte del sedicente ‘judaísmo’, adorador asimismo de su único dios Mammon, ha sido fagocitado por los opusino-loyolianos, donde lo único que se dirime es quienes se llevan la mayor parte del pesebre. Por eso odian a la Masonería, en la que se agrupaban infinidad de gremios obreros en el E. español desde el S. XIX hasta la tiranía franquista, donde sufrirían uno más de los múltiples genocidios del nacional-catolicismo. Un rayo de esperanza alcanza a la maltratada Sociedad Civil, pues renovadas células prodemocráticas masónicas autónomas, combatiéndoles con sus mismas armas, habrían florecido en la ACNP (Asociación Católica Nacional de Propagandistas), entre los ignaciano-escrivarianos de Nueva York, Washington y sobre todo en Navarra-Huesca y Roma, en las más conspicuas esferas de ese Negro Poder extranjero en la sombra… en toda Latinoamérica despunta ya un Amanecer glorioso. ¡Ánimo, héroes de los Pueblos puestos en pie sobre la Madre Tierra libre, sois nuestra última esperanza!
Algunos pensarán sin duda para qué carajo sirve el CNI, sino para impedir intromisiones en la soberanía estatal por parte de encubiertos sicarios de potencias foráneas, del pésimo estilo de los que siguen al jefe de Estado Bergoglio. ¿Qué, estamos para fumigar disidentes o heterodoxos propios, a cargo de los PGE, y no para contener los codiciosos desafueros de naciones imperialistas? Proponemos la disolución inmediata, por su fehaciente inoperancia, de la inepta ‘contrainteligencia’ española, incapaz de detener a tanto tragasantos ‘patriota’, solapado en las más encumbradas magistraturas, que ya no engaña ni a su abuela.
La intromisión clericaloide irrumpe en las ‘primarias’ peperas sin saber sus correligionarios, dada la duplicidad de los candidatos, si han de comulgar con ignacianos o escrivaristas. Aquel matarife caudillo de la ‘cruzada’ de El Ferrol por lo menos se retrataba con camisa azul y boina de requeté, para unificar a sus adeptos, pero ni la vallisoletana Sáenz de Santamaría ni el palentino Casado se atreven a lucirse con sombrero de tres picos y camisa negra con alzacuello con objeto de dar el pego. Los demócrata-cristianos de toda la vida prefieren posturear con traje de camuflaje social-demócrata, como el invitado al Club Bildelberg Sánchez, que les come la tostada a diario, de seguro cumpliendo órdenes de ciertos discretos magnates del IBEX 35, coordinados por Roma… ¿quién es quién en esta hibridada partida camaleónica en el reino del pasmo pepero-sociata? Viven sin vivir en ellos…
Sólo san Mariano, con careta de sacrificado mártir en el Congreso de su sucesor el próximo fin de semana, investirá a su heredero/a, dándoselas de ‘demócrata’. Lástima que el periodista parlamentario de la SER Miguel Ángel Aguilar, el experto en obituarios antirrepublicanos contra García-Trevijano sin poder éste defenderse, haya olvidado las supuestas irregularidades alegales en el Registro de Propiedad de Santa Pola, por las que inquiría retóricamente al santo M. Rajoy hace tiempo. Traen más cuenta los sobreentendidos y medias tintas, haciéndose el listo por redacciones y tertulias.
Dejémonos ya de argucias y añagazas, hablemos claro. Del mismo modo que los obispos de Sevilla y Granada se reunieron en la Capital de la Giralda para iniciar el proceso de beatificación de Isabel, la genocida de los andalusíes, ¿por qué no elevar a los altares a san Tomas de Torquemada, san Gonzalo Queipo de Llano o san Francisco Franco, que tantas satisfacciones y prebendas les han concedido? ¡Ánimo, Blázquez, la Conferencia Episcopal debe brillar a la altura que le corresponde tras siglos de Horror!
Cuentan que Orson Welles no aceptó rodar en el escenario original de las alcantarillas de Viena, en El tercer hombre. Exigía un decorado porque ‘aquello debía oler fatal’. Al final aceptó eufórico la tarea de filmar allí… Debemos bajar también a las cloacas, aunque la inmensa mayor parte de los periodistas y políticos no se atrevan, para desactivar a los enemigos de la condición humana. A no ser que por cobardía nos hayamos resignado a no ver jamás la anhelada Separación de Poderes, propia de una verdadera democracia.
* Al-Hakam Morilla Rodríguez, Coordinador de Liberación Andaluza. Cuenta de twitter bloqueada por la censura: @lascultura. Nueva: @liberacionan