Rafael Fenoy Rico •  Opinión •  16/11/2020

Diego, una persona.

-Acaso se puede negar que Diego Martínez Lara es una persona. Porque si se niega esta esencia, se entra en una espiral que inevitable lleva hasta los hornos crematorios.

– ¡Que exagerado es Vd.!

– Y ¡Sí!, parece exagerada la afirmación, pero la línea que separa la barbarie, el fascismo, de la humanidad es tan, tan, tan delgada, que mejor poner el parche antes de que salga el grano. Si Diego es una persona, entonces a Diego hay que reconocerle todos sus derechos. Porque sus derechos son inviolables. Sólo la justicia, cuando la hay, puede restringirlos. Porque si Diego Martínez Lara, por poner un caso, tiene derecho a que el Ayuntamiento le preste ayuda social, se le tiene que prestar. Y si con la normativa de eliminación de barreras arquitectónicas tiene derecho a utilizar una plaza de aparcamiento para minusválidos, pues se señala esa plaza.

-¿Y ello es así, sola, simple y llanamente, porque Diego Martínez Lara es una persona, Y como tal debe ser tratado?

– Evidentemente si, aunque en la vida parezca lo contrario. Mire Vd. Diego es otro juguete roto por la sociedad, un cantante algecireño que tenía sueños. Ahora es un enfermo de E.L.A. una grave dolencia degenerativa y todo se le pone cuesta arriba. Como a muchas otras personas.

-¿Cómo que cuesta arriba?

– Si hombre ¿Que le pide una cita a su alcalde?, Diego vive en los barrios, hasta ahora nada de nada. ¿Qué Diego llama por teléfono?, no se lo cogen. ¿Que pone mensajes por WhatsApp?, no hay respuesta. ¿Que pide una plaza de minusválido? Recibe un informe “búsquese la vida con la comunidad”. Porque Diego vive en una comunidad de propietarios de Los Cortijillos.

– ¿Y cuanto lleva pidiendo esa plaza minusválido?

– Casi un año reclamando una plaza y de momento nada de nada.

– Y si tiene una grave enfermedad ¿Qué tal la Seguridad Social?

– Buena pregunta, porque en Andalucía no daban con la tecla de su padecimiento. Insiste Diego en una posibilidad de diagnóstico en Barcelona y eh aquí que en Cataluña le confirman el padecimiento por ELA. Alguien debe pagar ese diagnóstico y Diego esta a la espera de que el SAS pague y de momento no lo aprueban. Porque estamos hablando de una persona parada y sin apenas ingresos, en un hogar que comparten su esposa, también en paro, él y dos hijos. ¡Una película! En fin, Diego Martínez Lara, podría ser cualquier ciudadano que cuando más necesidad tiene, es cuando menos ayuda recibe. ¡Ah!, y no se olvide Vd. de que Diego es una persona.


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