Carta al ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación: «Ayuda. Se mantiene la situación límite de la familia Jaya»
Excmo. Sr. ministro de Asuntos Exteriores,
Unión Europea y Cooperación
Plaza de la Provincia
28012 – Madrid
Madrid, 13 de diciembre de 2021.
Asunto: Ayuda. Se mantiene la situación límite de la familia Jaya
Excmo. Sr. ministro,
El tormento de la familia Jaya es tan largo y angustioso que la gente ya lo va conociendo, a pesar de que la televisión nacional no informe.
Hay tantos textos que hablan de ello que parece obvio que el Ministerio tendrá cumplida información de la situación de esta defensora de derechos humanos saharaui en territorio ocupado.
No obstante, le podemos recordar las últimas incursiones en su casa por las fuerzas de ocupación marroquíes. El día 15 de noviembre, la familia Jaya fue avasallada, de madrugada: crearon el caos, destrozaron la casa, golpearon a la familia, abusaron sexualmente de ellas, violando a Sultana e inyectándole no se sabe qué producto. El día 5 de diciembre, nueva incursión, mismas circunstancias. Estos ataques tan salvajes, que nunca se tenían que haber producido, se van estrechando en el tiempo, creando una costumbre diabólica.
Lo que trasciende a la opinión pública es que ese Ministerio desatiende sus obligaciones como potencia administradora de derecho del Sahara Occidental, y no brinda apoyo a estas mujeres completamente desamparadas ante sus esbirros.
El caso de Sultana Jaya y su familia es tan aterrador que nos centramos en intentar que Vds. devuelvan a Sultana y su familia la paz y la libertad que les son debidas.
Por insistir en este tema descuidamos denunciar la situación de los demás presos políticos saharauis, estos sí, en una cárcel en territorio marroquí. Siguen produciéndose abusos y torturas. Siguen ingresando nuevos presos por el simple hecho de pretender ejercer su derecho a la libertad de expresión.
Le rogamos que acaten el artículo 73 de la carta de las Naciones Unidas y cumplan con su obligación de protegerles contra todo abuso.
*Cristina Martínez Benítez de Lugo