Mg. José A. Amesty Rivera •  Opinión •  17/03/2025

ExxonMobil: injerencista y expoliadora de recursos

¿Qué es la ExxonMobil?

ExxonMobil es una empresa petrolera y de gas estadounidense, que opera en más de 40 países, siendo una de las mayores empresas de energía y petroquímica del mundo. Hoy es conocida por sus marcas: Exxon, Esso y Mobil.

ExxonMobil se originó como Standard Oil Company, fundada en 1870 por John D. Rockefeller. Sus actividades son: la explotación, elaboración y comercialización de productos petroleros y gas natural. La fabricación de productos químicos, plásticos y fertilizantes. La producción de energía eléctrica, entre otras. 

Ahora, ¿Cuál es la historia de la ExxonMobil y su relación con Venezuela y Guyana?

La ExxonMobil operó en Venezuela desde 1921 hasta 1975, primero como la Standard Oil of New Jersey (con la filial Creole Petroleum Corporation CREOLE), luego en 1998, compró la Mobil fusionándose con ella, y llamándose ExxonMobil hasta el momento. 

A partir de allí, la ExxonMobil, por ejemplo, pasó a tomar el control del complejo-campo Cerro Negro, ubicado en el estado Monagas, en las cercanías de la Faja Petrolífera del Orinoco, con una participación del 41,7%, junto con la británica BP. 

Para este momento, ExxonMobil disfrutó de una tasa de regalías de solo 1%, durante los primeros años de producción del proyecto, aun cuando, según los contratos operativos, la obligación era de 16,66%. 

La multinacional petrolera contaba con múltiples intereses en Venezuela, entre ellos estaciones de servicio downstream (refinación, distribución y venta de petróleo) y acuerdos de suministro que dirigían el crudo venezolano hacia la refinería en Chalmette, Luisiana, que ExxonMobil poseía juntamente con PDVSA. 

En 2005 el gobierno del presidente Hugo Chávez y PDVSA, iniciaron y desarrollaron las labores de negociación, para la migración de los convenios operativos de las empresas extranjeras con actividades petroleras en el país, a la modalidad de empresas mixtas, que, según la Ley Orgánica de Hidrocarburos de 2001, establece la participación de PDVSA en al menos 51% de las acciones en los proyectos. También, según la Ley de Impuesto Sobre la Renta, los tributos de las transnacionales ascenderían de 34% a 50%.

Pero, la ExxonMobil salió de Venezuela en 2007, tras no haberse apegado a las leyes nacionales que obligan a producir en conjunto con la estatal PDVSA, con una participación menor, y no bajo la estructura de concesiones que tanto daño hizo a la industria petrolera venezolana durante décadas. 

A partir del año 2008 hasta el 2014, Venezuela y la ExxonMobil se entablaron en una serie de peleas en tribunales y arbitrajes internacionales, ya que la petrolera norteamericana intentó congelar los activos de PDVSA, en todo el mundo ante la Alta Corte de Justicia en Londres, en enero de 2008. 

Asimismo, la ExxonMobil demandó a Venezuela por incumplimiento de contrato, ante la Cámara de Comercio Internacional (CCI) con sede en París, Francia.

Finalmente, para no hacer más largo el litigio, PDVSA informó que, luego de haberse fallado el laudo de la CCI, pagaría 255 millones de dólares a ExxonMobil, cuando la transnacional pedía el monto de 12 mil millones de dólares más intereses. Originalmente, el pago era de 908 millones de dólares, pero llegó a 255 millones de dólares tras los siguientes descuentos: 

ExxonMobil debía a PDVSA 191 millones de dólares por pagos que la estatal hizo para la realización de proyectos en Cerro Negro. Los 300 millones de dólares congelados en las cuentas del Banco de Nueva York en diciembre de 2007 y los 160 millones de dólares por reconvenciones.

Fue una victoria contundente de Venezuela, frente a las pretensiones corporativas completamente exageradas y fuera de toda lógica.  

En el año 2015, la ExxonMobil, entró ilegalmente a la Guayana Esequiba, en la zona marítima, por delimitar lo que corresponde a la reclamación de soberanía territorial, por parte de Venezuela, contemplada en el Acuerdo de Ginebra. E inicia operaciones específicamente en el Bloque Stabroek, de 26 mil 800 kilómetros cuadrados, en el Pozo Liza-1, que según estimaciones en su momento albergaba 1 mil 400 millones de barriles de petróleo de alta calidad, reiterándose que es en aguas territoriales pertenecientes a la Guayana Esequiba, cuyas líneas aún no se encuentran delimitadas, con la remisión de los sucesivos gobiernos guyaneses de David Granger e Irfaan Ali. 

Además, la ExxonMobil, continúa un proceso de rapiña contra Venezuela. 

Para el 2016, se firmó un documento-contrato petrolero, casi secreto, entre la ExxonMobil y el gobierno de Guyana, que causó revuelo y escándalo. Este contrato permite que la compañía petrolera, disfrute de una tasa de regalías del 2% en el bloque Stabroek y el Estado Guyanés, quien solo cuenta con una participación de 14,5%; según el documento, la ExxonMobil tiene la balanza de ganancias a su favor. 

La organización londinense Global Witness, reportó en 2020 que Guyana estaba dejando de percibir 55 mil millones de dólares. Para 2022, las ganancias reportadas de ExxonMobil alcanzaron los 577 mil millones de dólares. Y desde 2015 hasta el presente, la multinacional norteamericana continúa descubriendo nuevos yacimientos costa afuera en el Bloque Stabroek, en la región marítima del Esequibo, totalizando 46 hallazgos, para más de 11 mil millones de barriles de petróleo y gas recuperables.

Es un expolio por parte de la ExxonMobil a Guyana y también a Venezuela. Se agrega que, el medio guyanés Kaieteur News, detalla las irregularidades en tres de los seis proyectos petroleros autorizados y operados por la ExxonMobil Guyana Limited, Liza One, Liza Two y Payara, todos ubicados en el Bloque Stabroek. Si bien Liza One fue autorizada para una producción máxima de 120 mil barriles por día, el Ministerio de Recursos Naturales registra una producción de 163 mil. Similares, Liza Two y Payara, con una capacidad proyectada de 220 mil barriles por día, cada uno, presentan una producción real de 250 mil. En total, Exxon Mobil estaría extrayendo 103 mil barriles diarios por encima del límite acordado. 

En fin, el robo es grande y perjudicial para Guyana; otro ejemplo es que el contrato exime a la ExxonMobil del pago directo de impuestos, responsabilidad que asume Guyana, y permite la recuperación del 75% de las inversiones antes de la repartición del 25% restante. De este porcentaje, Guyana solo recibe 12,5%, más una regalía de 2%. Esta estructura está combinada con la falta de mecanismos independientes de verificación de la producción, ya que el país depende exclusivamente de los datos proporcionados por ExxonMobil. 

A finales del año 2025 e inicios del presente año 2025, se conoció que la ExxonMobil estima poner en funcionamiento un nuevo proyecto en Guyana, aproximadamente cada 18 meses. El próximo, denominado Hammerhead, que sería el séptimo, prevé extraer hasta 180 mil barriles por día para 2029. 

En otro orden de ideas, la petrolera norteamericana, ha financiado, desde 2017, los bufetes de abogados de Guyana, en su demanda contra Venezuela ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), para intentar la validación formal del fraudulento Laudo Arbitral de 1899. Todo con el apoyo de la Casa Blanca, del Departamento de Estado, del Departamento de Defensa (Comando Sur), entre otros. 

Para ir concluyendo, los EEUU mediante la ExxonMobil busca socavar a la OPEP, alentando operaciones en Stabroek e impactando sobre los mercados con cuotas de producción por parte de Guyana, que van en ascenso, y como siempre, de allí la insistencia de Estados Unidos por intervenir en la región y obtener el mayor beneficio a partir de recursos baratos, por medio de las compañías petroleras y Guyana en este caso, ya que Guyana siempre se ha prestado como elemento distractor y como peón de USA, para desempolvar su vieja intención de hacerse del territorio del Esequibo. 

Finalmente, la conspiración corporativa de la ExxonMobil, tras bastidores, continúa en pleno desarrollo, por ejemplo, por medio de: 

  • El 3 de marzo pasado, Venezuela rechazó públicamente las acusaciones de Guyana, de una supuesta «incursión», de un buque naval venezolano en las aguas de la región del Esequibo. El presidente de Guyana, Irfaan Ali, acusó a una patrulla naval venezolana, de acercarse a una instalación petrolera, vinculada con las operaciones de perforación de ExxonMobil en la zona costa afuera en disputa.
  • El 4 de marzo, la Oficina de Control de Activos Extranjeros, OFAC, (por sus siglas en inglés), del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, suspendió la Licencia General 41, emitida por la administración de Joe Biden en noviembre de 2022, que permitió a Chevron reanudar la producción de crudo en Venezuela. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos le dio a Chevron 30 días para cesar todas sus operaciones en nuestro país.
  • El 6 de marzo, Guyana solicitó a la CIJ una orden judicial, para detener los planes de Venezuela de elegir un gobernador para la región del Esequibo el 25 de mayo. En 2024, las autoridades venezolanas aprobaron una ley que autoriza un nuevo estado número 24, la Guayana Esequiba, con base en los resultados del referéndum consultivo del 3 de diciembre de 2023.
  • El 10 de marzo, durante una rueda de prensa, la vicepresidenta ejecutiva y ministra de Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, denunció una trama conspirativa en la cual ExxonMobil es el protagonista de acciones lesivas contra Venezuela. Mostró ante las cámaras un documento titulado «Sanciones en el petróleo de Venezuela, menos dinero significa menos poder«, firmado por Juan Zárate, ex-asesor adjunto de Seguridad Nacional de Estados Unidos entre 2005 y 2009; Peter Williams, contratista militar y vicepresidente senior de Operaciones Globales de ExxonMobil; y David Scott Scheer, contratista militar de Northrop Grumman y financista del actual secretario de Estado, Marco Rubio; con el que la petrolera estadounidense, hizo lobby para que el gobierno de Donald Trump, vía Departamento del Tesoro, revocara la licencia a Chevron y así cesara sus operaciones en Venezuela.

Finalmente, la vicepresidenta venezolana Rodríguez enfatizo: «La ExxonMobil tiene más de una década conspirando contra Venezuela, para socavar su integridad territorial, robar sus recursos, causar desestabilización política interna, promover el bloqueo económico criminal y asesinar a sus autoridades. Denuncio responsablemente que, si algo llega a ocurrir a alguna alta autoridad de la República Bolivariana de Venezuela, responsabilizo directamente a la ExxonMobil«.

17 de marzo, 2025.


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