Nueva investigación que saca a la luz el horror de la industria porcina
El Observatorio de Bienestar Animal (OBA) ha presentado en el juzgado de Salas de los Infantes (Burgos) una denuncia contra una granja porcina de Arauzo de Torre por delitos de maltrato animal tras comprobar deformaciones, hernias y heridas infectadas en los animales, así como el uso habitual de picanas eléctricas y presencia de ratas, gusanos e insectos en los comederos.
El OBA ha hecho pública este jueves la denuncia junto con las imágenes, fotografías y vídeos, tomados entre junio y diciembre de 2023, en los que se sustenta lo que considera un nuevo caso de «granja del terror» tras el denunciado en noviembre de 2023 en Quintanilla del Coco, también en Burgos.
La trascendencia que ha tenido la investigación es grande, pero todos los medios lo venden como un escándalo y no van al foco del problema, pues los animales no quieren ser explotados ni esclavizados y en todas las granjas hay un terrible maltrato desde el primer aliento hasta el último de cada animal con una vida impuesta de miseria.
Cerdos con “hernias de unos 12 kilos” o “supurando pus”, “larvas en los comederos”, “ratas moviéndose libremente” y operarios que “aplicaban mucha violencia sobre los animales de manera innecesaria”.
¿Acaso alguna violencia es necesaria o necesitamos algo de los animales?
La explotación porcina, con dos naves y con capacidad para unos mil animales, trabaja para el proveedor Agrocesa, integrado dentro del grupo Vall Companys además de contar con los sellos del Interporc Animal Welfare Spain (IAWS) y Welfare Quality de bienestar animal de Welfair en el momento de la grabación de los hechos, entre junio y diciembre de 2023.
Los sellos de bienestar animal son una completa mentira porque dentro de los intereses de los animales y de su bienestar está el dejar de ser explotados y ese «bienestar animal» permite de forma totalmente legal cortar los dientes sin anestesia a los lechones o el rabo, que no vean la luz del sol, hacinamiento, separar familias o entre muchísimas otras cosas ser transportados sin comida ni agua y amontonados como basura en camiones que les llevan a ese apartado, escalofriante y sangriento lugar donde se los cargarán.
Lugares que por cierto nadie quiere visitar, pues es muy fácil comprar un trozo de «carne» sin saber absolutamente nada del horror y el sufrimiento contra la víctima que tienes en el plato y que prácticamente nadie se cargaría con sus propias manos o tan siquiera sería capaz de presenciar su realidad, realidad que en cualquier explotación ocurre.
Recientemente, el juzgado ha absuelto a los responsables de otra granja de cerdos que, a pesar de todas las evidencias del terrible maltrato por omisión fuera de la «legalidad», no han sido condenados y la Fundación Igualdad Animal presentará un recurso.
CIERRE DE UNA GRANJA
Durante 10 años como granjero, Bob Comis envió al matadero a más de 2.000 cerdos. Un buen día, Comis tomó una decisión: cerró su negocio y envió a los cerdos que quedaban a refugios de animales «de granja».
Su historia está siendo convertida en un documental: The Last Pig (El último cerdo).
Comis no solo cerró su granja: «mi experiencia con mis cerdos fue tan profunda e intensa que decidí no comer carne nunca más. Ser vegano se ha convertido en una parte central de mí».
«Estoy atormentado por mis recuerdos, como fantasmas, de 2.000 cerdos», afirmaba Bob Comis.
Bob Comis, el granjero convertido en embajador de los animales, fue encontrando su trabajo cada vez más difícil. Se dio cuenta de que le encantaba pasar tiempo con sus cerdos. Les ponía nombres, les observaba mientras buscaban raíces entre los árboles y, a su vez, ellos le observaban a él con su inteligente y apacible mirada. Los cerdos le seguían y buscaban sus caricias.
Las alternativas vegetales son sencillas, deliciosas y nutritivas, pudiendo disfrutar de todo de manera compasiva y evitando también una de las mayores causas de la crisis climática, hambre en el mundo y problemas de salud.
El especismo no es más que otro tipo de discriminación, en este caso a los animales que son de una especie diferente y ya se encargan de manipular desde bien pequeños con libros o dibujos de la televisión cuando la realidad de todo el infierno que sufren para cualquier producto se les oculta intencionadamente para que sigan con su inocencia de Peppa pig a la que jamás querrían ver en el matadero.
¿Sabes la cantidad de subvenciones que tiene la industria cárnica y como los santuarios que sí los cuidan y garantizan su verdadero bienestar tienen que subsistir gracias a la gente solidaria?
València Animal Save también hemos estado en multitud de ocasiones a las puertas de un matadero de cerdos de Torrent (Valencia) y el horror siempre es el mismo a las puertas de aquel frío, perdido y terrible lugar en el que la sangre no para de llenar el suelo de las paredes del interior y si todo esto se viera muy poca gente pagaría por ello.
TESTIMONIOS A LAS PUERTAS DEL MATADERO DE CERDOS
Voy a reproducir los testimonios que recogí a las puertas de ese matadero con las sensaciones de las personas activistas la última vez que estuvimos.
1. Neus
«No hay palabras para describir todo esto, es muy duro ver a los animales aterrorizados mordiendo los barrotes del camión. No puedo entender que se siga haciendo esto hoy en día.»
2. Valeria
«Fue al ver una actividad de este colectivo, el Día de los Derechos de los Animales, cuando empecé a darme cuenta de que queremos a unos, pero me estaba comiendo a otros mientras tanto. Considero que no era coherente y me empecé a plantear el dejar la carne haciéndolo el mismo día in situ y cada vez voy buscando información para no financiar el holocausto animal en cualquiera de sus formas.»
3. Guillermo
«Creo que es importante venir a las vigilias para recordar por quién estamos luchando, aunque seamos veganos hace tiempo y sepamos la dureza de verlo y no poder hacer nada. Esto refuerza las ganas de hacer activismo y crear conciencia en la gente, ya que es necesario visibilizar la realidad para poder concienciar a la población.»
4. Daniel
«Choca mucho ver a estos animales sabiendo donde van a acabar y parte de la sociedad no quiere aceptarlo. Llevo 7 años siendo vegano impulsado por querer abrir los ojos viendo la realidad de los animales que, por suerte, cada vez hay más información y vídeos que muestran su horrible, injusta e innecesaria situación.»
5. Pablo
He asistido a 1 vigilia de pollos en Algemesí con rescate incluido de unos animales que se salvaron y 2 de cerdos. Esto me recuerda por qué llevo casi 5 años siendo vegano e intentando concienciar a más personas.»
6. María Jesús
«Por desgracia, muchas veces se nos olvida la importancia que tiene transmitir los valores de respeto, cariño y cuidados hacia los animales a los niños y niñas.
Yo, como la mayoría de la gente, he crecido comiendo carne, pescado, huevos y lácteos. He visitado zoológicos y acuarios. He asistido a circos con animales y a ver Bous al Carrer. Para mí era tan normal todo ello y ni siquiera se me pasaba por la cabeza que los animales pudieran sufrir.
Ahora llevo 6 años como vegana y soy madre de una niña de 10 que también es vegana desde entonces. Considero necesario que se le haga saber a la infancia toda la violencia que sufren los animales y se les muestre una vida en la que no se use a los animales para ningún fin.
Si a los niños se les mostrase la realidad, seguramente no querrían comer animales ni vestir con plumas, así como tampoco montar a caballo o participar en ninguna actividad que implique lastimar a un animal.
La infancia vegana es compatible con la salud y es vital para los animales que se eduque a los niños y a las niñas en el respeto por la vida y la libertad de los animales, sin distinción de especies».
7. José
«Aunque hemos venido muchas veces, uno nunca se acostumbra a verlos encerrados. A ver sus ojos, sus orejas con crotal y sus heridas. Tampoco al hedor que sale de los camiones ni a los chillidos de dolor fruto de su hacinamiento. Se pisan, se muerden, se orinan y tú sabes que no puedes hacer nada más que mirar y grabar para mostrárselo a tu entorno y esperar que alguien más abra los ojos».
SON INTELIGENTES Y EMPÁTICOS
El cerdo es el cuarto animal más inteligente del mundo, por delante del perro. Tiene la misma capacidad cognitiva de un niño de 3 años. Y, en cambio, es también el animal más consumido por su carne en todo el mundo.
Un 43% del total de la carne consumida proviene del cerdo, por delante de la carne de pollo y la de ternera.
Los cerdos son animales extremadamente inteligentes, pero eso no es todo, son muy sociables y crean fuertes lazos con su familia y otros animales. Les gusta dormir abrazados y además sueñan, y se saludan frotando sus hocicos.
Pero además son capaces de comunicarse con hasta 20 tipos de sonidos diferentes que utilizan depende de cada situación.
También son muy empáticos, e intentan alegrar a otros animales o personas cuando están tristes. Pero eso no es todo, incluso cuando alguien está en peligro intentan salvarlo.
La mala fama que tienen de sucios es totalmente infundada. Los cerdos son animales muy limpios, pero como no tienen glándulas sudoríparas, se recubren de barro para estar más fresquitos y además proteger su delicada piel de los rayos del sol.
En la industria, a las cerdas se las inmoviliza en jaulas metálicas dónde no pueden girarse, ni siquiera ponerse de pie. Se las insemina artificialmente dos veces al año y cuando nacen sus crías no pueden acariciarles ni tocarlos. No pueden moverse y muchos incluso mueren aplastados por su propia madre.
Los cerdos pueden llegar a vivir entre 15 o 20 años, pero en la industria a los lechones los envían al matadero entre los cuatro y los seis meses, como mucho. Si no antes, con días, como en el caso de los cochinillos…
Durante esos meses los cerdos son criados en lugares donde no pueden expresar su comportamiento natural, como jugar, mantenerse limpios o socializar con otros animales. Eso les produce un tremendo sufrimiento. No ven la luz del día, viven hacinados, en sus propios excrementos, y solo salen de esas terribles naves de engorde cuando van camino del matadero.
Las madres, en cambio, son enviadas al matadero a los tres años, destrozadas después de dos partos al año en esas terribles condiciones…
La fuente de esta información es el blog «vegana y normal».
POR LA LIBERACIÓN DE TODOS LOS ANIMALES
Como conclusión está claro que la industria de explotación animal es opaca y terrible además de que casualmente todas las infiltraciones acaban en escándalos por el terrible sadismo descubierto, pero siempre que se hace una infiltración pasa lo mismo y es que como ya he dicho toda explotación animal es un horror que podemos evitar sin nuestra omisión.
Puedes optar por alternativas vegetales que como ya he dicho, son nutritivas y deliciosas, pues incluso cualquier receta o producto de toda la vida lo puedes disfrutar con un sabor y textura difícil de distinguir, pero evitando toda la crueldad que sufren los animales de principio a fin en cualquier explotación y subsidiariamente recordemos que la ganadería es de las industrias más contaminantes y responsables directas de la sequía.
Respecto al hambre en el mundo se podría evitar más que de sobra si evitamos criar a millones de animales más que humanos y los recursos vegetales, soja, cereales y agua se destinan directa y únicamente a la población.
La industria animal está vinculada a un montón de problemas de salud y concretamente la carne roja está calificada de cancerígena.
Imagínate estar por un momento en la piel de ese animal que nace en una explotación y se siente miserablemente desde su primer aliento hasta el último, pasando por separaciones entre familias, engorde rapidísimo, trato violento, hacinamiento y todo tipo de crueldad hasta cargárselos.
El sacrificio del porcino se realiza por desangrado en el pecho. La sección de las arterias y venas del tronco braquiocefálico interrumpe el aporte de nutrientes y oxígeno al cerebro, provocando la muerte lenta y agónica del animal, al igual que el resto de especies dominadas por los seres humanos.
Si no queremos que cada dos por tres tengamos que ver en todos los medios de comunicación escándalos escalofriantes de mataderos, comencemos a dejar de financiarlos, al igual que todo lo que venga de los animales y podemos disfrutar igualmente de todo además de otros productos que no se suelen conocer a pesar de que están incluso los supermercados como el seitán o el tofu con el que se pueden hacer maravillas también.
Visibiliza documentales como Dominion, Containers o Cowspiracy y por favor, no seáis cómplices de nada de lo que ocurra en una granja, matadero o cualquier sitio donde se denominan a los animales, pues tenemos alternativas más que de sobra.
«No olvidéis que por muy distante y escondido que se encuentre el matadero, siempre hay complicidad» (Ralph Waldo Emerson).