Hay un tsunami desde Cuba, pero desinformativo
Es una noticia que se repite, una y otra vez, cada temporada, desde hace más de diez años: el anticipo de un shock económico y social en Cuba a causa de la caída en el suministro petrolero desde Venezuela.
En julio, el presidente Raúl Castro reconocía que, efectivamente, dicho suministro ya ha comenzado a verse afectado. Los medios no tardaban en construir las hipótesis más catastrofistas, con un escenario asegurado: el regreso a la Isla de los apagones de los años 90, tras el fin del petróleo soviético.
El diario español “El Mundo”, mediante su corresponsal en Caracas Daniel Lozano, anticipaba un “nuevo ‘tsunami’ económico” en la Isla.
Apoyaba sus predicciones en tres supuestos “analistas expertos”. Prueba de la “pluralidad de puntos de vista” que caracteriza a la prensa internacional, los tres eran –cómo no- contrarios al Gobierno cubano.
El historiador Armando Chaguaceda, presentado por “El Mundo” como “una de las voces cubanas más clarividentes en el exterior”, anticipaba para la Isla “un escenario haitiano” en un país que “puede explotar”.
Y recurría a la ya clásica utilización política del fenómeno migratorio: “los jóvenes tienen que irse (de Cuba) –decía- ante la falta de cambios económicos profundos, las inexistentes garantías jurídicas y la ausencia de cambios políticos”.
Claro. Entonces, ¿por qué un país como El Salvador, que durante décadas aplicó esos “cambios económicos profundos” que –supuestamente- frenarían la emigración cubana, hoy tiene -en relación a su censo- más del doble de población en EEUU que Cuba? ¿Cómo es qué Jamaica, sin leyes que privilegien a sus migrantes, tiene el 25 % de su población en EEUU, frente al 9 % de Cuba ?
En el último año, es cierto, ha aumentado la cifra de emigración cubana a EEUU. Pero la razón poco tiene que ver con un empeoramiento de las condiciones de vida en tal período. La causa directa es la hipótesis –convertida en un rumor interesado- de que –con el actual diálogo Cuba-EEUU- la Casa Blanca pudiera acabar en breve con la llamada Ley de Ajuste Cubano, es decir, con el privilegio -único en el mundo- de obtener la residencia en EEUU solo por ser cubano o cubana.
Esta emigración –un fenómeno común a todos los países de la región y con cifras nada extraordinarias en Cuba- es convertida por el diario “El Mundo” en prueba de que “todos se van” de la Isla, y causa de que este país tenga ya casi un “20% de ancianos”. Curiosamente, este envejecimiento –presentado con tintes catastrofistas- no es una tendencia demográfica de los países más pobres, sino del llamado Primer Mundo. España, por ejemplo, tiene un 22,7 % de personas mayores de 60 años .
Pero nada de esto nos lo contará el periodista Daniel Lozano, uno de tantos francotiradores a sueldo contra Cuba y Venezuela. Tampoco su “clarividente” analista Armando Chaguaceda quien, de abogar –cuando vivía en Cuba- por “la participación comunitaria” y un “socialismo más democrático”, ha pasado a defender, desde la prensa de México, la política de presión de EEUU a Cuba y el condicionamiento de cualquier diálogo con La Habana a sus cambios políticos .
Por cierto, se nos ocurre una pregunta al profesor Chaguaceda, hoy residente en México: si de Cuba “los jóvenes tienen que irse ante la falta de cambios económicos (y políticos) profundos” –como asegura-, ¿por qué se van de México, que tiene doce millones de migrantes en EEUU? ¿Será que allí habrá una Ley de Ajuste… Mexicano?
José Manzaneda es coordinador de Cubainformación.
Fuente: Cubainformación noticias