Juan Cejudo Caldelas •  Opinión •  17/08/2024

18 de agosto, 77 aniversario de la explosión de Cádiz: La voz de una víctima

Se acerca el 18 de agosto, 77 aniversario de la Explosión de Cádiz. Una fecha para mí, inolvidable, porque mi padre fue víctima de aquella Explosión, muriendo a pocos metros del lugar donde estallaron las bombas. Mi madre quedó viuda y mi hermana y yo, huérfanos con  9 años y 6 años respectivamente. Nos cambió la vida y tuvimos que irnos de Cádiz

Me he leído los tres libros de José A. Aparicio, que tengo, sobre aquella terrible tragedia. Gracias a sus investigaciones, hoy sabemos con certeza que la Marina fue la principal responsable. No hizo caso al informe que ellos mismos habían encargado al comandante Bescós 4 años antes en el que, claramente decía:

«Estas consideraciones mueven al Jefe que suscribe a 

aconsejar el  urgentísimo traslado del depósito de 

Defensas Submarinas que, en  caso de voladura, 

originaría una catástrofe de carácter nacional. 

Mientras subsista, debe extremarse la vigilancia militar y 

naturalmente la técnica, dando las órdenes oportunas» 

(José A.  Aparicio «El Amanecer de un Cádiz desolado»).

El comandante, incluso buscó un lugar alternativo para el 

almacenamiento  de aquellas bombas: El Berrueco, entre 

Medina y Chiclana.

No le hicieron caso y ocurrió la tragedia. Fue, como dice 

Aparicio en su libro, «Una tragedia anunciada».

La instrucción judicial empezó siendo civil, pero tuvo que 

inhibirse porque la Marina impuso llevar ella la 

instrucción. La responsable de la tragedia, haciendo  

de juez. ¡Clarísimo! El lobo, cuidando a las ovejas…Así 

no era de extrañar que no tuvieran en cuenta el 

testimonio contundente del Comandante Bescós y así 

nadie  resultó ser responsable de la  tragedia. 

Nadie por tanto pidió perdón a las  víctimas (150 muertos 

y entre 5.000 y 10.000 heridos y centenares de viviendas 

dañadas), ni nadie las indemnizó, como hubiera sido justo, ni 

a Cádiz, ciudad afectada,  se le compensó por aquellos 

terribles daños.

Por eso para mí cada 18 de agosto es un día para 

reivindicar JUSTICIA Y REPARACIÓN.

La Marina debe asumir su responsabilidad en la tragedia y 

subsidiariamente el Estado Español. Debe pedir perdón a 

las víctimas e indemnizarlas aunque hayan  pasado 77 

años.

Debe compensar a la ciudad de Cádiz. Lo mínimo que 

debería hacer La Marina es ceder a la ciudad, 

parcialmente al menos, sus instalaciones en el actual

 terreno del Instituto Hidrográfico, para que allí pueda 

levantarse, como sería justo, lógico y deseable, un digno y 

amplio Mausoleo dedicado a las víctimas, donde

 queden expuestos los nombres, apellidos y edades de 

todas ellas y donde pueda ir la Exposición Permanente a 

las víctimas, actualmente en el Castillo de Sta. Catalina.

El actual monolito en la Pza. de S. Severiano es 

verdaderamente ridículo.

La Marina debe también desclasificar los archivos sobre 

la Explosión que se encuentran en Madrid y S. Fernando 

para que los investigadores e historiadores puedan 

profundizar y sacar a la luz pública lo que ahora 

permanece oculto para todos, porque no interesa que se 

sepa la verdad.

Se debería crear una Comisión entre Ayuntamiento, 

Diputación y Junta de  Andalucía, impulsada por el 

Ayuntamiento, para que todas estas medidas se pongan 

en marcha, presionando a la Marina y al Estado con 

argumentos más que probados como los que José A. 

Aparicio tiene expuestos en sus libros. 

Ésto es lo que a mí, como víctima e hijo de Ramón 

Cejudo, fallecido a  consecuencia de las bombas que 

estallaron a menos de 20 metros de donde él 

estaba ese día, me parece que es lo que se debe de hacer.

No basta con mencionar los nombres de las víctimas una vez al año.

¿Cambiar el nombre de una plaza? No me parece mal, 

pero desde luego no es lo  más importante que hay que 

reivindicar.

Sé que mis palabras caerán un año más en el vacío y que 

lo que hago es como predicar en el desierto, pero no me 

importa, porque mientras tenga fuerzas y Dios me dé vida 

lo seguiré diciendo siempre que pueda porque sé que es lo justo.

La Explosión de Cádiz ha sido una de las mayores 

tragedias ocurridas en España en estos últimos 100 años 

y hemos estado demasiado en silencio y demasiado pasivos. 

Hoy, con las últimas investigaciones, tenemos razones 

más que suficientes para  reivindicar lo que  estamos 

reivindicando, que se resume en dos palabras: JUSTICIA, 

REPARACIÓN.

Fuente: El blog de Juan Cejudo: 18 DE AGOSTO, 77 ANIVERSARIO DE LA EXPLOSIÓN DE CÁDIZ: LA VOZ DE UNA VÍCTIMA. Juan Cejudo


Opinión /