Banco Santander: recortes de plantilla, directivos millonarios y superanuncios
La CGT rechaza el ERE para el despido de 3.572 trabajadores y el cierre de 1.033 oficinas.
Si un usuario o cliente accede a la página Web del Banco Santander, visualizará la imagen del tenista Rafael Nadal anunciando la llamada cuenta one. Openbank, banco digital del Grupo Santander, ha patrocinado el Mutua Madrid Open 2021 de Tenis.
La liga de fútbol de primera división en España lleva aparejada la marca “Santander”, al igual que la academia de baloncesto de Paul Gasol y –durante tres años- el banco ha esponsorizado la UEFA Champions League. La revista digital de marketing y comunicación Dircomfidencial informa, citando como fuente la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que la gran banca española invirtió en publicidad 1.065 millones de euros en 2020, de los que 517 millones de euros corresponden al Banco Santander, principal anunciante bancario.
Cuestión diferente son los recortes de plantilla. El pasado 3 de noviembre el Banco Santander presentó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que implica el despido de hasta 3.572 trabajadores; entre los criterios para la selección de los despedidos figura la “adscripción voluntaria a la medida de baja indemnizada”.
El despido colectivo incluye la recolocación de otros 1.100 empleados en empresas del grupo Santander, hasta 400 personas en el banco y la “reubicación de algunos trabajadores mediante la aplicación de medidas de movilización geográfica”. Además está previsto el cierre de 1.033 oficinas. El plazo para la ejecución del ERE finaliza el próximo 31 de diciembre.
Concluido el periodo de negociaciones cuatro sindicatos -Comisiones Obreras, UGT, la Federación Independiente de Trabajadores del Crédito (FITC) y el Sindicato Trabajadores del Santander (STS)-, que suponen el 83% de la representación en el comité de empresa y los delegados de personal, firmaron el acuerdo del ERE con la empresa el pasado 15 de diciembre.
A finales de abril ya se habían ejecutado dos tercios de los despidos previstos, que afectan principalmente a los mayores de 55 años, informaron Comisiones Obreras y UGT en sendos comunicados (la fase de “adscripción voluntaria” para la red comercial continúa abierta hasta el 30 de junio). En cuanto al cumplimiento empresarial en la ejecución del ERE, “se están imponiendo horarios diferentes a los recogidos en el acuerdo en diversos centros y no se está teniendo en cuenta la voluntariedad ni la flexibilidad”, critica Comisiones Obreras. El sindicato constata que el banco está ofreciendo que se adscriban al ERE a personas que no lo han solicitado, con edades de 48 ó 49 años, mientras otras –en el mismo tramo de edad- han presentado la solicitud de adscripción sin que se les haya dado respuesta.
La CGT ha rechazado el despido colectivo ya que no se basa en “necesidades reales” más allá de la “voluntad expresa del Consejo de Administración”, valora el sindicato en una circular. Esta organización recuerda que el ERE enmarca en el proyecto Santander One Europa, presentado en octubre de 2020, que incluye despidos y clausura de sucursales en España, Reino Unido, Portugal y Polonia para una “reducción de costes” de 1.000 millones de euros en dos años. “Llevamos desde 2013 sumidos en un proceso de destrucción masiva de empleo constante e infinito, mientras las condiciones de salida decrecen de manera alarmante”, detalla la organización anarcosindicalista.
Además de oponerse al ERE, la CGT plantea que las sucursales cuenten con más recursos para la atención adecuada de los clientes (España es uno de los países de la Eurozona con menos empleados de banca por cada 10.000 habitantes; y también con mayor carga de atención, ratio que mide el número de habitantes por trabajador del sector financiero); si continúa la tendencia, “la brecha se va a incrementar la manera insoportable”, subraya el sindicato, que también defiende la realización en el banco con personal propio de tareas externalizadas a empresas de servicios.
En caso de asumirse que el banco cuenta con un “excedente de plantilla” (terminología de la empresa), la CGT plantea las prejubilaciones voluntarias a partir de una edad determinada “a cargo exclusivo de la cuenta de resultados del banco, no del Estado”; la circular sindical hace referencia, asimismo, a la “desmedida e insostenible presión comercial que sufre a diario la plantilla, especialmente de la red comercial”, lo que lleva a que una parte de los trabajadores considere los ERE como una “oportunidad” para dejar la empresa.
El secretario general de la CGT en Banco Santander, Juan José Paredes, explica que uno los mecanismos de presión que actualmente está utilizando la entidad es la “prima de voluntariedad”, principalmente con los menores de 50 años, “que son los más baratos”; así, “la empresa comunica a los trabajadores que, en caso de no acogerse a la ‘adscripción voluntaria’, se les despedirá igualmente -en caso de que a la empresa le interese hacerlo- y sin que puedan acogerse a esta prima”. Además, tal como recoge el acuerdo del ERE, “la empresa se reserva el derecho de aceptar o no la solicitud de adscripción voluntaria”, explicca el sindicalista en conversación telefónica.
Juan José Paredes trabaja en el banco –primero en el extinto Banesto y después en el Santander- desde 1990. Hace hincapié en la diferencia entre otros despidos colectivos en la banca –como los actuales de CaixaBank y BBVA- y el del Santander. “En nuestro caso los grandes sindicatos no han salido a la calle, el ERE ha pasado mucho más inadvertido; en este punto también se nota el poder de la dirección y su influencia en los medios de comunicación del grupo Santander”.
La Confederación Intersindical Galega (CIG) se movilizó el 22 de marzo en Vigo contra el ERE del Banco Santander, que en Galicia implica el despido de 370 personas y la clausura de 79 sucursales; en la misma acción reivindicativa, los trabajadores protestaron contra la inauguración del primer Work Café del banco en Galicia (dos plantas y cerca de 700 metros cuadrados); “la dirección ‘abre bares’ mientras envía personal a la calle y obliga a los clientes a hacer cola”, denunció el sindicato. El 23 de abril la CIG se manifestó en la parroquia de Guísamo (municipio de Bergondo, La Coruña), junto a los vecinos, contra el cierre de la sucursal del Banco Santander, la última agencia bancaria que queda en Guísamo; la movilización se inserta en un contexto de recorte de sucursales y servicios, horas de caja, incremento de comisiones y eliminación de puestos de trabajo.
Esta merma de personal en los centros laborales no es una novedad. En 2019 el Banco Santander aprobó un ERE que afectó a 3.223 trabajadores y, en 2017, otro expediente en el que despidió a 1.100 empleados, después de adquirir por un euro el Banco Popular. Asimismo el informe de Comisiones Obreras Sobre la evolución del empleo en el proceso de reestructuración del sector financiero 2008-2020 destaca que el Banco Santander pasó de 47.272 trabajadores en 2007 a 26.801 en 2019, lo que implica una reducción de plantilla del 43,3% (los datos incluyen los recortes de personal en Banesto, Banco Popular, Banco Pastor y otros absorbidos por el Santander).
Estas cifras contrastan con los resultados de la entidad. En el primer trimestre de 2021 el Banco Santander logró un beneficio “atribuido” de 1.608 millones de euros, lo que implica un incremento del 385% respecto a los 331 millones en el mismo periodo del año anterior. Además en 2020 el banco ha repartido 476 millones de euros entre sus accionistas. El fondo de inversión estadounidense BlackRock es el principal accionista del Banco Santander.
Otro dato significativo es el de las retribuciones de los directivos. El salario anual bruto fijo de la presidenta ejecutiva del banco, Ana Patricia Botín, fue de 3,1 millones de euros en 2020, a lo que se suman 1,6 millones en bonus y 699.000 euros de aportación fija a pensiones, entre otros conceptos; José Antonio Álvarez, con el mismo cargo, percibió 2,5 millones de salario, 4,3 millones en bonus y 559.000 de aportación a pensiones. Según la revista Forbes, el Santander es el banco español que más dinero destina a la jubilación de sus consejeros.