APDHA •  Opinión •  18/05/2021

Nakba 2021: No callemos ante la exterminación del pueblo palestino

La APDHA, a los 73 años de la Nakba, aún continuamos reivindicando los derechos del pueblo palestino.

Nakba 2021: No callemos ante la exterminación del pueblo palestino

Las noticias de los ataques continuos de la aviación israelí contra Gaza, ocasionando al menos la muerte de 120 personas, montones de heridas, sin olvidar lo ocurrido en la explanada de las mezquitas en Jerusalén, nos causa indignación y un grito de ¡BASTA YA! La situación está descontrolada y las masacres se suceden unas a otras, a cuál peor y sin saber hasta cuándo va a durar la escalada de violencia donde el más fuerte, Israel, incrementa la represión.

Hace unos días la ONU y el mismo Estado español volvían a llamar la atención a Israel por continuar con la ocupación de Palestinasaltándose una y otra vez todos los protocolos internacionales que prohíben taxativamente la ocupación, la invasión y la anexión de territorios bajo su control; de un territorio y de una población que históricamente y bajo ningún concepto les pertenece. Los desahucios ocurridos en Jerusalén Este, podrían ser considerados, según la ONU, crímenes de guerra, por estar esa zona supeditada al Derecho Humanitario.

Human Rights Watch (HRW), en su informe anual, comenta que todos los aspectos de la vida de la población palestina están bajo el control judío israelí, cuyo principal objetivo ha sido y continúa siendo la desposesión de la tierra, la privación de derechos a la ciudadanía palestina y el control sobre su demografía, lo que podemos constatar a través de los desahucios, los encarcelamientos como el de Juana Ruiz y de los defensores de derechos humanos, la ocupación de territorios así como los abusos de poder del ejército israelí, especialmente hacia las personas más jóvenes, mujeres y niños.

La Asociación ‘Breaking the Silence’, formada por exsoldados israelíes, confirmaba que una de las estrategias del ejército es entrar en las viviendas palestinas a altas horas de la noche o en la madrugada y arrestar, sin causas concretas, violando la autonomía y el espacio personal y familiar.

Y estos días, medios de comunicación detallan cómo miles de policías con equipos antidisturbios con cañones de agua a presión se desplegaban por Jerusalén para irrumpir luego violentamente en la explanada de las mezquitas, donde unas 90.000 personas palestinas se agrupaban en su rezo de Ramadán.

La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), como no podría ser de otro modo, continúa denunciando la vulneración sistemática de derechos por parte de Israel y la impasibilidad de los Estados miembros de la ONU.

Recordamos también el llamamiento internacional de la GDAMS (Días globales contra el armamentismo y la militarización), movimiento que la APDHA apoya, e instamos a los Gobiernos, muy especialmente a Israel, a cambiar el rumbo de las inversiones en armamento y militarización por gastos sociales, sanidad, educación… Israel, “un país militarizado hasta los dientes y con gastos en armamentos que supera 20 mil millones de dólares o el 5,3% de su PIB”. Israel mantiene su posición a la cabeza de la carrera armamentista por decimotercer año consecutivo, señala la última edición del Índice Global de Militarización (GMI) del Centro Internacional de Conversión de Bonn, con sede en Alemania, y cuenta con unos 169.500 soldados en Tel Abib.

El 73 aniversario de la Nakba nos urge a reclamar la excarcelación de Juana Ruiz y de todas aquellas personas que están en las cárceles israelíes sin causa justificada y esperando un juicio que se prolonga en el tiempo; a reclamar también la vuelta de todas las personas refugiadas, procedentes de los territorios ocupados, y finalmente, a que la población palestina sea tratada en igualdad de condiciones que la población judía con respecto a la vacunación de la Covid-19, por ser un derecho del que el Estado de Israel como gobierno ocupante, debe responder.

Y ante tantas muertes, tanta represión, las denuncias, se quedan cortas… no lo podemos decir más alto, con indignación y con mayúsculas ¡BASTA DE EXTERMINIO!


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