Lois Pérez Leira •  Opinión •  19/02/2025

Che Guevara

“ Si se toma en cuanta que la religión cristiana fue en los primeros tiempos la religión de los pobres, que fue en la época del Imperio Romano la religión de los esclavos porque se basaba en preceptos profundamente humanos, no hay duda de que el movimiento revolucionario ganaría mucho, el movimiento socialista, el movimiento comunista, el movimiento marxista-leninista ganaría mucho en la medida en que los dirigentes de la iglesia católica y otras iglesias vuelvan al espíritu cristiano de la época de los esclavos de Roma. Y digo, no solo ganaría el socialismo y el comunismo, ganaría también el cristianismo.”

Fidel Castro Ruz

(Discurso pronunciado el 26 de julio de 1980)

Ernesto Che Guevara: Ateo, apostólico y Romano.

Ernestito Guevara y sus hermanos menores se criaron en una familia muy particular, sus padre provenían de familias patricias de  ambas partes, aunque el matrimonio poco heredo de aquel pasado glorioso. Don Ernesto a pesar de descender de una familia tradicional, los Guevara Linch, fue la oveja negra de la familia. Desde joven simpatizó con el socialismo de Alfredo Palacios. Sus concepciones eran ateas, muy típicas del librepensamiento. Mientras que Celia de la Serna, fue criada en una familia muy conservadora y ultra religiosa. El propio don Ernesto nos relata la formación de Celia: “Su madre persona educada a la antigua, hizo que sus hijas  estudiaran en colegios religiosos, y por esta razón Celia curso el estudio primario y parte del secundario en el colegio del sagrado Corazón. Cuando la conocí había estado por tomar los hábitos. Sumamente creyente, lo fue a tal punto que solía ponerse, a manera de cilicio, cuentas de vidrio en los zapatos para martirizarse. No perdía misa, y como la consideraban rica, las monjas del colegio la “trabajaban” para que tomara los hábitos y se quedase con ellos”.

Después de casarse con don Ernesto y tomar distancia del tutelaje familiar, Doña Celia fue rompiendo con sus concepciones clericales y conservadoras para convertirse posteriormente en una luchadora social y política.

A pesar de ello, les transmitió a sus hijos, la cultura cristiana, que predomino en ese hogar.

Otra figura importante en la familia Guevara de la Serna, fue la gallega Carmen Arias, que ayudo a criar a sus hijos, como si fuera la segunda madre. Ella también influyo en la formación cristiana de los niños, ya que traía de su Galicia natal, una impronta católica muy arraigada. Cuando bautizo a su hija Carmen y a su hijo Alfredo le pidió a Ernestito y a su hermana que fueran sus padrinos realizándose la ceremonia en la iglesia de la zona de Palermo.

Cuando comenzó a realizar sus largos viajes primero por la argentina y posteriormente por América latina, primero con Alberto Granado y luego con Carlos “Calica” Ferrer. La visita a iglesias y catedrales era siempre una parada obligatoria. En este caso su interés era de carácter histórico y arquitectónico. También se intereso por las culturas milenarias de los pueblos originarios, visitando sus templos y ciudades. Indagando sobre las creencias religiosas de estos pueblos.

Sierra Maestra

Entre los expedicionarios del Movimiento 26 de julio, muchos de los integrantes tenían creencias cristianas, esta situación se amplió, cuando se sumaron al movimiento, los campesinos de la zona de Sierra Maestra. Uno de los responsables más importantes del  26 de julio, que operaba en la zona oriental de la Isla, Frank País, era un devoto cristiano, igual que sus hermanos, todos militantes. Su padre era pastor Bautista, en Santiago de Cuba.

Por ese entonces un sacerdote cubano –una gran mayoría eran españoles falangistas- Guillermo Sardiñas que oficiaba como cura en la Parroquia de San Nicolás de Bari, en la isla de Pinos, comenzaba a ser conocido por sus posiciones contraria  a la dictadura de Batista. También señalaba en público sus simpatías por los alzados. Lo cierto que el cura se fue vinculando al 26 de julio hasta integrase a una célula de su zona. Sardiñas no tardo mucho en decidirse a integrarse a la lucha guerrillera en la sierra a parte de querer derrotara a Batista consideraba de que tenía que acompañar espiritualmente a los patriotas combatientes.

El 6 de junio abandono la Parroquia y tras un plan organizado por los rebeldes llego a Sierra Maestra a mediados de Julio. Su incorporación a la guerrilla fue una noticia internacional hasta la revista Times resalto el hecho. El propio Sardiñas cuenta sus peripecias para llegar: “En Palma  Mocha vimos a Fidel Castro, que nos recibió con gran emoción. El viaje había durado treinta horas, a veces sin ingerir alimentos.  Ya en la sierra maestra, el molinero me entrego mi mochila y me puse el uniforme. Estaba en territorio libre. Fidel me abrazo. Padre dijo, ¿ha sido duro el viaje ¿Está cansado? Luego dicto una orden. -Cuiden al Padre- En sus palabras había energía valor. Estimulo y aliento.

Algunos de los miembros de la guerrilla al principio lo miraban con cierta desconfianza especialmente los ateos, ya que la curia católica era muy reaccionaria especialmente los sacerdotes españoles que eran en su mayoría falangistas.

 El cura guerrillero Sardiñas nos cuenta:

“Mi presencia en la Sierra era religiosa: bautizar, ofrecer misa, casar y dar asistencia espiritual a los necesitados”.

Guevara comprendió claramente  la importancia de la presencia del Sardiñas, a tal punto que mantuvieron una estrecha relación durante el mes que fue parte de su pelotón. En muchas oportunidades cuando tocaba descansar El Che y Sardiñas pasaban largas horas hablando de política internacional mientras tomaban mate, costumbre que lo introdujo el Che. Guevara le preguntaba muchas veces por Italia lugar donde había estudiado el cura. Alguna que otra vez hablaron de religión, no el era el tema central de las largas conversaciones. Muchas veces se sumaba Camilo con quien tenía una especial relación.

En uno de esos momentos de descanso entre mate y mate, con el cura y Comandante Guillermo Sardiñas, surge esta interesante anécdota, que nos cuenta Raimundo Pacheco Fonseca: “El Che nos pregunta al padre Sardiñas y a mí: ¿Quien se dispone a hacer un poco de mate?

El cura me mira: ¡Arriba Pacheco!, yo voy por agua y tú lo haces.

Y el Che anuncia: Yo voy a graduar.

Tomo la cajita y vacio un poco de mate en una cafetera grande que al mismo tiempo le servía de olla. Yo nunca lo había tomado y pensé que era una cosa buena de beber. Ellos se pusieron a conversar de tangos y Sardiñas dijo que Adiós Muchachos era el tango que más le gustaba y entonces el Che le dice al cura que el tango que más le gustaba era “Como abrazado a un rencor”. Era un tango de Antonio Miguel Podestá y Rafael Rossi, interpretado por Carlos Gardel. Parece ser uno de los tangos preferidos de esas noches donde los combatientes descansaban a la espera de muchos combates. La letra dice lo siguiente:

«Está listo», sentenciaron las comadres y el varón, ya difunto en el presagio, en el último momento de su pobre vida rea, dejó al mundo el testamento de estas amargas palabras, piantadas de su rencor… Esta noche para siempre terminaron mis hazañas un chamuyo misterioso me acorrala el corazón, alguien chaira en los rincones el rigor de la guadaña y anda un algo cerca ‘el catre olfateándome el cajón. Los recuerdos más fuleros me destrozan la zabeca: una infancia sin juguetes, un pasado sin honor, el dolor de unas cadenas que me queman las muñecas y una mina que arrodilla mis arrestos de varón. Yo quiero morir conmigo, sin confesión y sin Dios, Crucificado en mis penas como abrazado a un rencor. Nada le debo a la vida, nada le debo al amor: aquélla me dio amargura y el amor, una traición. Yo no quiero la comedia de las lágrimas sinceras, ni palabras de consuelo, no ando en busca de un perdón; no pretendo sacramentos ni palabras funebreras: me le entrego mansamente como me entregué al botón. Sólo a usté, mamá lejana, si viviese, le daría el derecho de encenderle cuatro velas a mi adiós, de volcar todo su pecho sobre mi hereje agonía.¨

Más tarde – nos sigue relatando Raimundo Pacheco: ¨pasaron a hablar de la segunda guerra mundial y luego de cosas científicas que yo no comprendía. Cuando el mate estuvo, el Che tomó la cafetera y lleno tres latitas (mate cocido): una se la alcanzó al cura, una a mí y él se quedo con una. Cuando probé el mate puse la lata en el suelo y les dije que eso era más amargo que la hiel. Ellos se lo tomaron como si hubiesen sido agua.”

Evelio Laferrere Pérez quien fuera oficial de Batista y luego se pasara a las filas rebeldes comenta una anécdota con el Che cuando se pusieron a organizar la Escuela de Reclutas. “Se me ocurrió preparar un juramento, se lo propuse, acepto y me pidió que lo redactara. Hice dos o tres  proyectos, pero utilizando mis patrones de  de conducta y mentalidad, les puse, entre otras cosas, Jurar por Dios; así eran todos los que conocía y había visto. El los leyó detenidamente y me dijo: Cuando llegan los compañeros a la sierra, no se tiene en cuenta si creen en Dios o no, por lo tanto, no podemos obligarlos a jurar por Dios. Poe ejemplo, yo no creo y soy combatiente del Ejercito Rebelde. Me pregunto: “¿Tú crees que sea justo obligarme a jurar por algo que no creo? Eso no me gusto, porque yo era católico, pero entendí correcto lo que estaba planteando y a Dios lo quite del juramento”.

Triunfo de la Revolución

Al entrar primero Camilo y  de forma inmediata Guevara en La Habana luego que e Batista huyera del país. Guevara se instala en La Cabaña. Su primer objetivo fue convertir esta fortaleza militar en un nuevo espacio de convivencia socialista. Para ello ideo un plan integral de formación y preparación de la tropa rebelde.  No solo bastaba la formación militar de los combatientes había que alfabetizarlos o continuar la labor iniciada en la Sierra, reagruparse con sus novias en el caso de los hombres o legalizar las parejas surgidas en la lucha revolucionaria.

María Teresa Sánchez Arrieta alfabetizadora en La Cabaña nos cuenta algunos aspectos de la vida en La Cabaña: “En Che quería que los combatientes que ya tenían sus compañeras se casaran y hubo una boda colectiva. Me acuerdo de un bazuquero y una cocinera que eran los más populares entre nosotros. Trajeron a un sacerdote y a un abogado, para que cada quien se casara como quisiera. El Che fue muy respetuosos de las creencias religiosas”

El 18 de octubre de 1959 el Che  habla en la Plaza de Marte, en la ciudad de Santiago de Cuba, en un acto de recordación por el primer aniversario de la desaparición física del joven revolucionario Orlando Fernández Montes de Oca, detenido, torturado, asesinado y desaparecido por la dictadura de Batista. Dijo que había que luchar en defensa de la Revolución para que hechos tan monstruosos no volvieran a repetirse. La viuda de Orlando, la ciudadana española María de la Corona Lozada Mariño, quiso darle una misa, y el respeto ese deseo y se quedo presente todo el tiempo que duro esta misa. Concluido el oficio religioso, camina junto a todos los presentes, hasta la placita de los mártires, para rendirle homenaje a todos los  que murieron en la heroica Santiago de cuba, luchando por la libertad de la patria.

La  intermediación del Che para liberar a sacerdotes españoles presos en cuba.

Al regreso de la conferencia de Punta del Este de agosto de 1961, realiza una visita al Brasil invitado por su amigo Jânio Quadros. Este  tomo la decisión  de condecorar a Guevara el 17 de agosto de ese año.  El decreto que ordeno redactar el Presidente decía: “El señor Presidente de la Republica de los Estados Unidos del Brasil en calidad de  Grão Mestre de las  ordenes brasileiras y en los  términos del Decreto 21610, del 4 de abril de 1933, resuelve conferir la Orden Nacional do Cruzeiro do Sul, en el grado de Gran-Cruz a S. Excelencia, el  Señor Ernesto Che Guevara, Ministro de la Industria de Cuba. Brasilia, 18 de agosto de 1961. 140 de la Independencia y 73 de la República”.

Al entregar la condecoración, el jefe del gobierno brasileiro pronuncio las siguientes palabras: «Ministro Guevara: Usted manifestó en varias oportunidades el deseo de estrechar relaciones económicas y culturales con el gobierno y el pueblo brasilero. Ese es nuestro propósito también. Y es la  resolución que asumimos en contacto con el gobierno y el pueblo cubano. Es para manifestar a vuestra excelencia al gobierno de Cuba y al pueblo cubano, nuestro aprecio, nuestro respeto, entregamos a vuestra excelencia esta alta condecoración del pueblo y el  gobierno brasileiro.» Luego de recibir la condecoración Ernesto Guevara le agradeció al Presidente con estas palabras:»Sr. presidente: como revolucionario, estoy profundamente honrado con esta distinción del gobierno y del pueblo brasilero. Pero no puedo considerar nunca como una condecoración personal, aunque si  como una condecoración al  pueblo y a nuestra revolución, y así lo comunicare con los saludos de este pueblo que usted excelencia personalmente representa. Y la transmitiré con todo el deseo de estrechar nuestras relaciones”. La ceremonia finalizo y los dos políticos regresaron al despacho del presidente. Según trascendidos en la reunión mas intima con  Quadros,  Guevara le agradeció la posición asumida por el Brasil a favor de la autodeterminación de Cuba. Janio Quadros  aprovecha la ocasión para trasmitirle una petición que le realizara el Nuncio Papal, Monseñor Lombardi en nombre del  Papa Juan XXIII,  para intermediar con la liberación de 20 sacerdotes españoles y Eduardo Boza Masvidal, Obispo Auxiliar de La Habana detenido en Cuba. En el caso de los sacerdotes, Guevara  le manifiesta su interés por trasladar esta propuesta señalando que en caso de que se aceptara este pedido los sacerdotes españoles serian expulsados de Cuba. Jânio le expresa su opinión de que la expulsión era un asunto interno de Cuba, que sólo ella debe resolver.En la reunión también hablaron de la situación y el destino de algunos exiliados cubanos, que se encontraban en  residencia de la Embajada  brasilera en La  Habana. Las gestiones de Guevara ante el pedido de Quadros dieron buenos resultados, cumpliendo el Che con su palabra dada. Mons. Eduardo Boza Masvidal junto con 131 sacerdotes y religiosos terminaron expulsados de Cuba el 17 de septiembre de 1961, en el buque español Covadonga, que los trasladó a España. En la actualidad Boza Masvidal, está camino a los altares, luego que se iniciara su proceso de beatificación en Venezuela, donde concluyo su labor como sacerdote.

Aquellos curas españoles habían sido formados durante la dictadura de Franco y asumían la ideología falangista. Cuba durante toda su etapa  republicana se caracterizo por el carácter laico del estado y por la fraternal convivencia religiosa. Con el triunfo de la revolución estos curas reaccionarios lanzaron una campaña de provocación solicitando el estudio de religión en las escuelas, cuestión que era incompatible con la tradición laica de la sociedad y sus instituciones. Las constantes provocaciones de este sector de la iglesia que intentaban crear una falsa fisura social en un problema inexistente. Con su actitud  intentaba también desprestigiar internacionalmente a la joven revolución. El gobierno frente a esta  provocación detuvo a los principales conspiradores que eran extranjeros y su residencia estaba dada única y exclusivamente para la misión sacerdotal. Los curas estaban cometiendo el delito de injerencia en los asuntos internos de Cuba

Primer visita a Roma

La primera visita se produjo en  junio de  de 1959, el día 9 de ese mes fue designado al frente de una delegación extraordinaria cubana para visitar varios países de Asia y África.  El día 14 junio en Madrid  abordó  un avión de la línea Iberia rumbo a Roma.  En la capital italiana tomó un  taxi con otro miembro de la delegación y vieron algunos de los lugares famosos. Regresaron al aeropuerto y a las diez de la noche  abordaron el avión que los llevaría a El Cairo. Esto indicaría que el Che cumplió su 31 cumpleaños en tres ciudades distintas: Madrid,  Roma y el Cairo.

     Después del largo recorrido que incluyó, la República Árabe Unida, India, Birmania, Japón, Indonesia, Ceilán, Pakistán, Yugoslavia y Sudán, el  27 de agosto de 1959 llegó a Roma en tránsito hacía Madrid

Segunda visita.

Por aquellos años las fallas técnicas en los aviones o las demoras eran una constante. Muchas veces los retrasos podían ser  de horas o en algunas compañías las reparaciones podían tardar algunos días.

La delegación tenía  reservado el vuelo de Iberia para la capital española para el día 28 de agosto a las cinco de la tarde. Luego fueron informados que se pospuso para las  ocho de la noche. Sin pensarlo mucho  el Che decidió  que ese tiempo libre lo utilizarían para visitar Roma.

Como empedernido viajero que era, aprovecho las pocas horas que tenia para seguir recorriendo la ciudad, previa comunicación a las autoridades diplomáticas cubanas.

No le quedo rincón sin conocer. Todo lo tenía grabado en su mente por los libros que había leído. Era un apasionado de la historia, especialmente la  del Imperio Romano, conocía las grandes batallas, la historia de los emperadores etc.

El 25 de mayo de 1964 el papa Pablo VI le otorga una indulgencia plenaria para liberaldo de todos los pecados terrenales, aunque él no crea en dios.

Tercera visita a Roma

En marzo de 1964, después de asistir a una conferencia en la sede de la ONU en Ginebra, el Che hace trasbordo en Roma y  almuerza  con el poeta español Rafael Alberti (amigo de su padre,) en su primera casa romana en la Vía di Monserrato 20,

Por la tarde, el Che fue hasta el parlamento para entrevistarse con Palmiro Togliatti en la Cámara, en la Cámara de Diputados.  Partiendo al día siguiente.

Bibliografía consultada:

Massimo Caprara, secretario personal de Togliatti, un testigo de la reunión, que relata el acontecimiento en su libro de 2000 titulado «Cuando las tiendas estaban a oscuras», Ediciones Oriente Milán..

 Ignazio Delogu, traductor oficial de Rafael Alberti, y testigo de esa reunión.


Opinión /