El pueblo saharaui es un pueblo hermano y su lucha, es una lucha justa.
Recuerdo los días compartidos con el pueblo saharaui en los campamentos. Un pueblo valiente, orgulloso, patriota y solitario que ha sido capaz de organizarse y resistir en pleno desierto del Sáhara en Argelia.
El pueblo saharaui ha sido capaz de organizar un Estado en el exilio. Y lo a hecho en las peores conversaciones posibles, en pleno desierto.
Las grandes carencias las suplen con su capacidad de resistencia y una sociedad donde la solidaridad y el trabajo en comunidad són el motor de cada día.
Són buena gente, honestos y te hacen sentir en casa en todo momento.
Tanto las viejas generaciones como las nuevas tienen un gran nivel sociopolítico y són capaces de hacer análisis certeros a nivel geoestrategico.
Pero el pueblo saharaui no está solo, cuentan con amigos por todo el mundo y de paises como Argelia o Cuba y en su momento la Líbia de Gadafi o la URSS.
Históricamente países como la URSS, Cuba, Argelia, Siria o Libia, han sido los mejores amigos del pueblo saharaui, sus mejores aliados y han hecho grandes esfuerzos por ayudar a esté pueblo abandonado a su suerte por la comunidad internacional, la URSS ya no existe, en Libia Gadafi fue asesinado y el estado destruido y Siria está inmersa en una terrible guerra.
Ahora el pueblo saharaui necesita más que nunca la solidaridad de los pueblos del mundo ante el abandono y olvido al que pretende condenarlo la llamada «comunidad internacional»que debería defender sus derechos.
Además la crisis económica ha hecho que la ayuda humanitaria a los campamentos se haya reducido drásticamente, teniendo duras consecuencias para la población.
Debemos impedir que la gestión de esta crisis se lleve por delante la cooperación internacional, pero más especialmente, debemos exigir que las ayudas al pueblo saharaui se conviertan en una prioridad para el gobierno del Estado español, dada la enorme responsabilidad que tiene en este conflicto.
Debemos recuperar la memoria sobre nuestra historia y entenderemos hasta donde llega nuestra responsabilidad con el Sahara, este no es un conflicto ajeno, fue creado por el Estado español y tenemos el deber moral de no olvidar a un pueblo hermano.
La ONU y la MINURSO debe dejar de actuar como gendarme de Marruecos y asegurar los derechos humanos y el derecho de autodeterminación del Sahara Occidental.
La lucha por un Sahara Libre es legal y legítima. Basta de mentiras y de someterse a los chantajes de Marruecos.
España es responsable del sufrimiento de los saharauis.El gobierno español debe asumir el papel que eludió con los ilegales «acuerdos» de Madrid y dar la espalda al Rey alauita.
Es necesario ejercer un presión diplomática y económica para liberar a nuestros hermanos saharauis.
Toda la izquierda española digna de ese nombre debe ponerse incondicionalmente al lado del pueblo hermano saharaui, de su causa y de la lucha que lleve a cabo por todos los medios posibles.
El Frente Polisario vencerá!