Isabel Rivas •  Opinión •  19/12/2016

¡Qué ironía! Venezolanos en Miami hacen largas colas para comer y sus lugares preferidos son los vertederos de basuras…

“Avisen quién por aquí va a la entrega de comida hoy…”son los mensajes que a diario se pasan los autoexiliados para poder comer en su “mundo ideal”.

Los autoexiliados en Miami, recurren a la tecnología y por grupos de WhatsApp se corren la voz sobre los sitios a donde pueden ir a buscar alimentos gratis para poder comer. Es increíble hasta dónde puede llegar el odio desenfrenado a una ideología, producto de la disociación mediática infundada por la oposición venezolana, que hace a personas (profesionales, clase media), salir de su país a pasar necesidades, miserias y sobre todo someter a sus hijos y demás familiares a estas carencias, menos en una época donde el frío azota y otros fenómenos naturales producto de los efectos del cambio climático, actúan sobre unos seres humanos acostumbrados al calor, que usufrutuaron una serie de comodidad en Venezuela.

Muchos de los venezolanos que salen del país, lo hacen entre otras cosas, según ellos, por la inaguantable escasez de alimentos y la humillación de tener que hacer colas para poder tener comida para sus hogares o recibir las bolsas de comida que entrega el gobierno nacional (CLAP), no dándose cuenta que Venezuela enfrenta un feroz sabotaje a su economía con un sofisticado ataque a los derechos económicos del pueblo…, en el que el Gobierno Bolivariano trabaja sin descanso para garantizar la alimentación de los venezolanos y por el otro, numerosas pruebas evidencian un entramado empresarial que ha venido perjudicando al país con su inflación inducida, desabastecimiento, usura y fuentes del bachaqueo.

Pues bien, a los autoexiliados les salió el tiro por la culata, y es que en Estados Unidos han tenido que recurrir a métodos tecnológicos para poder conseguir comida, refugio para ellos y sus familias, porque esta migración de venezolanos se ha convertido en un problema y en una tragedia humanista para el sistema norteamericano que no se esperaban tan situación y que en la medida que pasa el tiempo se recrudeciera a escala máxima.

Desde las 2,00 de la madrugada, los venezolanos (profesionales, graduado en Cualquiera universidad tradicional de Venezuela) en Miami comienzan el viacrucis para recibir una bolsa de comida (cuando en su país de origen la desprecian). Deben hacer colas de hasta 5 horas, para poder recibir dicha ayuda y de allí se van hasta algún otro punto de la ciudad (que le hayan informado por los grupos de Whatsapp) donde vuelven a hacer lo mismo, en algunos casos no es solo comida, sino también ropa, enseres y hasta muebles (Están en situación de pobreza crónica).

Cada vez son más los venezolanos que están en estas actividades para poder sobrevivir en el imperio, pasan sus pocas horas libres de trabajo, donde son explotados, discriminado y vejado por unos pocos dólares, debiendo realizar trabajos forzosos (Por ejemplo pasar o coleto o limpiar baños públicos en los diferentes locales comerciales, donde entra gente de muy mala calaña) que jamás hubiesen querido realizar en su país de origen.

Pero el hambre es como un fantasma que recorre la geografía internacional (más en los EE.UU), y este afecta a los venezolanos que se dedicaron a despreciar su país de origen y emigraron en función de conseguir el sueño americano, olvidándose del costo educativo, buscando y que Venezuela hizo una inversión en ellos, en vista que son profesionales que egresaron de cualquiera universidad pública, con un título universitario y hoy los vemos deambulando como zombis por cualquiera de las avenidas o calles que integran la ciudad de Miami …, mientras en Venezuela los jerarca de la MUD se dan la Gran vida y viajar al exterior con suficientes dólares para no dar pena y se dan el lujo de tener en Norteamérica hospedajes de lujo conseguidos con los dólares venezolanos que se robaron de CADIVIS.

La situación en los hospitales es dramática en Miami, la mayoría de los que se van están en estado ruinoso y enfermos (muchos) por el frío, además del hambre confrontan problemas de medicinas, ropa, hospedajes (porque en Norteamérica tiene que tener dólares para adquirirlas) y muchos, tienen que vivir debajo de los puentes, plazas públicas o en el mismo vehículo y no cuentan con dólares para regresar al país, poniendo en riesgo a quienes los acompañan. A pesar que el gobierno ha hecho esfuerzos y le ha brindado una mano solidaria para que regresen y salgan de esa locura en que los metió la MUD.

A los tantos y graves problemas que padecen los venezolanos que se encuentran en el exterior, impresiona el hambre (principalmente en Miami), y como cualquier basurero es bueno para conseguir comida o para conseguir cualquier enseres que los proteja del frío, donde muchos no cuentan con transporte para trasladarse de un estado a otro dentro de los EE.UU., una vestimenta adecuada para cubrirse y protegerse del frío y los gringos están desesperado por la situación a lo interno que le ha creado la oposición venezolana, puesto que la presencia de estos venezolanos ha incentivado una migración que los norteamericanos no se la esperaban y le están exigiendo a la MUD que le responda a estos autoexiliados.

Ahora bien, no podemos quedarnos en la censura de los innumerables errores que viene desarrollando la oposición venezolana, pues los que están en el exterior les están exigiendo soluciones, y una respuesta inmediata a su problemática, porque vienen los días de fríos en el país ideal (Norteamérica), mientras los intelectuales de la MUD están planteándose abrir el petróleo a la inversión extranjera en Venezuela, pedir créditos al Banco Mundial, no se ve que estén haciendo algún planteamiento que contribuya a que esos venezolanos profesiones que decidieron (por culpa de ellos) emigrar y buscar mejor vida en los EE.UU, regresar al país, puesto que esos compatriotas requieren ayuda económica y no es posible que la oposición venezolana se haga la vista gorda y no ha implementado mecanismos adecuados para ayudarlos, a pesar que muchos de sus dirigentes principales cuenta con muchas propiedades en muchos estados de los EE.UU.


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