Pandemia y pospandemia, la lucha de clases en su máxima expresión

Las derechas se unen en las crisis del sistema para defender los intereses de sus amos. 

 

Es en los momentos donde el capitalismo cae en depresión, cuando su brazo político y su brazo económico cierran filas mas allá de las siglas de sus partidos. 

 

Las oligarquías ven peligrar sus intereses, pero ven también una oportunidad en cualquier crisis sistémica para aumentar su poder a la vez que aumentan las desigualdades. 

 

Los oligarcas nunca renunciarán por las buenas a ninguno de sus privilegios y tampoco dejarán pasar ninguna oportunidad para aumentarlos.

 

Todos debemos de ser conscientes de que habrá un antes y un después en nuestras vidas   después de superar esta pandemia.

 

El COVID-19 ha dado un golpe brutal al neoliberalismo y pondrá a prueba la capacidad del sistema capitalista para sobrevivir. 

 

Nada volverá a ser igual en el mundo, tampoco el sistema económico y social podrá mantenerse como hasta ahora.

 

En el tablero geoestrategico las oligarquías tratarán de mover ficha, para que todo cambie para seguir igual, para que ellos puedan mantener el poder y el control.

 

Pero la verdadera batalla, la gran lucha, será como siempre la lucha de clases, entre explotadores y explotados. 

 

Dependerá de la capacidad de organizarse de la clase trabajadora, que la crisis no signifique  que nos convirtamos en esclavos asalariados y que finalmente a duras penas podamos sobrevivir. 

 

Debemos organizarnos para exigir pan y dignidad, la redistribución de la riqueza y que el nuevo sistema social que nazca tras el confinamiento nos lleve a la verdadera emancipación de la clase trabajadora.

 

Este coronavirus ha demostrado claramente que es la clase obrera la que hace girar las ruedas de la historia. 

 

Somos las trabajadoras y trabajadores quienes creamos la riqueza y ponemos el mundo en marcha cada mañana. Si la clase trabajadora decide parar, todo se derrumba. 

 

El COVID-19 ha demostrado que el mercado no se autorregula, que a la hora de la verdad es la ley de la selva y que solo lo público defiende al pueblo. 

 

Es la hora de organizarse y luchar para que todo el poder sea para la clase obrera.