El Dolmen de Dombate y la feria del percebe
Hasta hace relativamente poco, acercarse al Dolmen de Dombate, en plena Costa da Morte coruñesa, suponía una doble experiencia. La primera, descubrir los innumerables problemas de conservación que tiene el monumento, con partes de la zona arqueológica totalmente tapizadas de verde por la presencia de hongos y humedad favorecidos por la política de «romería» impulsada desde el Ayuntamiento de Cabana de Bergantiños. La segunda, quedarse estupefacto ante el percebe de cantería gigante que alguien poco avezado decidió plantar y/o autorizar en el tramo del recinto que da acceso al monumento acompañado de otras tantas piezas de la más variada temática, en ningún caso integradas con el contexto de esta joya del megalitismo gallego.
Sí, un percebe gigante, trasladado junto con otros bloques hermanos desde el concurso de cantería «Vento de Pedra», instalado en el 2014 en el Paseo Marítimo de Cabana, que sin duda hubiera sido el lugar más adecuado para una exposición de estas características.
No fueron pocos los vecinos y vecinas de la comarca que al tener conocimiento del hecho hicieron referencia a que la citada obra les recordaba a un falo de envergadura y de gran «personalidad», dada la nariz prominente y los labios carnosos del rostro impreso en la afamada obra. Quizás una oda a la fertilidad prehistórica o una representación perfecta de un período «falolítico» ya extinto, quién sabe.
Improvisados «menhires» aparte, la cuestión es si algo semejante hubiera sido tolerado en el entorno de un yacimiento arqueológico que debería ser de referencia en cualquier otro país europeo y la respuesta es simple y llanamente no. Tanto como el reincidir en el error y organizar un nuevo concurso de cantería en el lugar, ahora «internacional» y por supuesto llevando el nombre del monumento, el «I Certamen Internacional de Cantería Dolmen de Dombate».
Las pruebas dan que pensar sobre los autores intelectuales del desaguisado tanto antes como ahora. ¿Cuál será la siguiente sorpresa que nos habrá de deparar la gestión del alcalde popular José Muiño y su asesor de Cultura José Mª Varela en el monumento? ¿una feria de pulpo? ¿el «I Encuentro Internacional de la empanada Dolmen de Dombate?». Cualquier fiesta de exaltación popular es ya posible en el Centro Arqueológico del Dolmen de Dombate pues al fin y al cabo conviene no olvidar que para algunos el churrasco y la pandereta son una excelente fábrica de votantes.
Por desgracia, las cosas no mejoran si nos atenemos a la situación vigente en la Diputación Provincial de A Coruña, propietaria del dolmen, con los diputados de Patrimonio y Cultura del organismo (Xesús Soto y Xosé Regueira -ambos del BNG-), aplaudiendo a dos manos cada una de las muestras de «excelencia» e «internacionalidad» que llegan desde Dombate mientras de fondo reina el más profundo desconocimiento y se atisban aires de privatización.