¿“Repunte” de casos de violencia machista?

A ninguna se nos han olvidado durante la pandemia las mujeres que han estado confinadas con sus maltratadores. Sabíamos que esa situación suponía que la exigencia de una adaptación al control y a la violencia a la que estaban siendo sometidas durante esos meses las salvaría la vida, la imposibilidad de buscar ayuda en esta situación las obligaba a ello, al no tener ninguna posibilidad de encontrarse con otras personas sin la presencia del agresor. Si han tenido menos agresiones es porque han sabido, sin otro remedio, ceder al control del maltratador y doblegarse a sus deseos haciéndose invisibles y silenciosas para no “enfadar” al maltratador.

Y para las mujeres que no conviven con el agresor esta situación ha supuesto un respiro en el control y el acoso presencial, si bien el acoso telefónico y por redes no ha descendido.

Llega la nueva normalidad y ellos pierden el control de las víctimas, del que han disfrutado durante el encierro y los no convivientes vuelven a presionar presentándose en esos lugares a los que las víctimas suelen acudir. Se recrudecen las situaciones de agresión y control. Pero ahora ellas si tienen la posibilidad de denunciar o buscar ayuda y lo hacen.

Este fin de semana en nuestra ciudad dos casos, uno en el Casco y otro en el barrio de Santa Bárbara, en los que la policía ha tenido que actuar, es solo la punta del iceberg, muchas aún no han encontrado la manera de dejar el confinamiento y siguen sometidas a ese control que tanto les ha beneficiado a ellos.

Es clave la implicación de todos, si echáis de menos alguna amiga o alguna mujer de vuestro entorno, hacer lo posible por acercaros a verla, llamarla y ver porque no sale ya a comprar, al parque, a pasear…

La violencia machista terminará en el momento en que nos encuentren a toda la sociedad enfrente, no mires para otro lado.