Plataforma Bolivariana de Canarias •  Opinión •  21/11/2019

No al golpe de Estado en Bolivia, por la soberanía de los pueblos

No al golpe de Estado en Bolivia, por la soberanía de los pueblos

El Domingo 24 de Noviembre en el Mercado Nuestra Sra. de África de Santa Cruz de Tenerife a las 11:00 contra el golpe de Estado fascista en Bolivia, para exigir que se detenga la represión y los crímenes que está sufriendo el pueblo indígena que se ha levantado contra el golpe auspiciado por la OEA y el imperialismo yanqui.  CANARIAS CON LOS PUEBLOS ORIGINARIOS DE BOLIVIA CONTRA EL GOLPE, POR LA DEMOCRACIA POPULAR.

Canarias, con Evo Morales y el pueblo boliviano.

Ante la situación desatada en Bolivia tras el golpe de Estado que obligó al presidente electo Evo Morales a exiliarse en México, ante la resistencia del pueblo boliviano y algunos de sus representantes más genuinos frente a la intentona de la oligarquía local para frenar el proceso que ha hecho de Bolivia un Estado Plurinacional en el que toda la ciudadanía tenga cabida y se sienta representada, las organizaciones y personas abajo firmantes.

MANIFIESTAN

1.- En las elecciones celebradas el 20 de octubre pasado, Evo Morales fue elegido presidente con 2.889.074 votos, el 47 % del censo electoral, lo que hizo innecesario pasar a la segunda vuelta.

2.- Ha quedado demostrada la falsedad de la auditoría presentada por la Organización de Estados Americanos (OEA) con el que las y los golpistas justifican su actuación según el cual fueron fraudulentas estas elecciones. Distintos organismos de reconocida solvencia, como el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) y el Center for Economic and Policy Research (CEPR) han demostrado que el informe de la OEA está incompleto, es parcial y no entrega antecedentes técnicos suficientes para que las irregularidades encontradas selectivamente puedan constituir fraude bajo ninguna circunstancia. La implicación de la OEA y de su propio secretario, que de manera inédita se sumó a la proclamación del fraude, evidencian que el organismo sigue siendo fiel a su origen y trayectoria como instrumento de intervención de Estados Unidos en América Latina.

3.- Días después de celebrados los comicios, de manera coordinada, distintos grupos violentos asaltaron el poder político bajo amenazas y forzaron la salida del presidente hacia el exilio tras amenazar su vida y la de integrantes del gobierno, así como de sus familiares, mientras la Comandancia de la Policía y las Fuerzas Armadas reclamaron su renuncia y facilitaron la formación e intervención de grupos paramilitares.

4.- Todas las actuaciones descritas, junto a la autoproclamación de una presidenta ilegítima, constituyen el modus operandi de los falsamente calificados como “golpe suave” que Estados Unidos ha estado promoviendo de manera incesante en los países latinoamericanos donde desde finales del siglo pasado se impulsan proyectos políticos para el rescate de la soberanía nacional. Es el caso de las actuaciones encabezadas por Guaidó en Venezuela y las que llevaron al derrocamiento de la presidenta Dilma Roussef en Brasil a través de un golpe institucional. Bolivia no ha sido ajena a diversos intentos de golpe en este sentido, que han sido soportados con éxito hasta ahora por Evo Morales y el conjunto de organizaciones que sostienen el proceso boliviano.

5.- Las y los golpistas constituyen un grupo social minoritario, de cultura occidentalizante, una oligarquía blanca que ha sido la beneficiaria del orden postcolonial constituido tras la independencia en el siglo XIX. A ello se añade el fundamentalismo de ciertos grupos evangélicos que fueron introducidos en América Latina desde los años 80 del siglo pasado por parte de la CÍA, como instrumento de dominación y control ideológico.  

6.- La naturaleza y las actuaciones de las y los golpistas son claramente fascistas, tal como se evidencia en las acciones con las que grupos paramilitares, con violencia inusitada, atacan a dirigentes y militantes del MAS y de otras organizaciones populares, con el fin de sembrar el terror y persuadir a la población para que acepte su poder ilegítimo. El colmo de esta situación es el decreto emitido por el gobierno usurpador por el que se exime de responsabilidad penal a las fuerzas de seguridad, una decisión que anuncia una escalada represiva ante la resistencia de la ciudadanía. Olvidan las y los golpistas que los delitos de lesa humanidad no son perdonados ni eximidos por el derecho internacional.  

7.- Desde 2006 hasta ahora, Morales y su partido, el MAS, gobernando junto a los movimientos sociales, promovieron la redacción de una nueva Constitución en la que se reconocieron los derechos de los pueblos indígenas, las mujeres, los y las campesinas y el pueblo trabajador en general; aumentaron el salario mínimo al 1000 %; las mujeres accedieron a los espacios institucionales, ocupando el 50 % de los cargos públicos del Estado, de ellas, el 68 % son mujeres indígenas; edificaron 138 hospitales para el sistema público de salud y más de 1100 escuelas públicas, a lo que se suma el bono monetario para estudiantes y la reducción del analfabetismo del 22,7 % al 2,3 %; se reconocieron los derechos de la población indígena mediante la creación del Estado Plurinacional y, en coherencia con su cultura, se alentaron medidas de protección del medioambiente; establecieron el sistema público de pensiones para mayores de 65 años; crearon cerca de 13.000 cooperativas y construyeron fábricas para el procesamiento de litio, de cemento y automotrices, con el fin de abandonar la dependencia industrial; construyeron más de 25.000 kilómetros de carreteras, para articular el territorio del país en torno a las vías de comunicación; lanzaron el primer satélite boliviano al espacio, el Tupac Katarí; estas y otras medidas sacaron a Bolivia de las estadísticas como país más pobre de Sudamérica y lo situaron en el de más crecimiento, con un aumento del 400 % en el PIB, el aumento de la esperanza de vida en 5 años y la disminución de la pobreza en un 50 %. Además, eliminaron las ocho bases militares de Estados Unidos en su territorio y sacaron a la DEA y la CÍA del país.

8.- El interés de la oligarquía local y de sus aliados imperiales es revertir la situación de Bolivia a antes de 2006, año en que se inició un periodo que hasta ahora dura 13 años en el que el primer presidente indígena del país andino ha encabezado gobiernos impulsores de extraordinarias reformas, inéditas en su historia. Principalmente, para las empresas multinacionales y las potencias imperiales, se trata de garantizar el control de los riquísimos recursos naturales de Bolivia, que van desde el petróleo y el gas natural hasta el litio –como primer productor mundial– y el hierro, mientras que, para la oligarquía local, el objetivo principal es recuperar la hegemonía política por la única vía en que pueden hacerlo –la fuerza– y desplazar a la mayoría social indígena, campesina y trabajadora, que en este periodo ha conquistado sus derechos.

EXIGEN

• Al gobierno español, que desconozca al gobierno golpista, rompa relaciones diplomáticas con sus representantes y llame a consultas a su embajador en La Paz hasta que sea restituido el presidente legítimo Evo Morales y la normalidad democrática en el país.    • Asimismo, en virtud del relevante papel del Estado español en la comunidad iberoamericana de naciones, al mismo gobierno español, que promueva a nivel internacional acciones de diálogo o se sume a ellas con el fin de restablecer la Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia y las instituciones y leyes abolidas por el golpe. 

• A la Unión Europa, que reconsidere su complicidad con el golpe de Estado y que mantenga una actitud inequívoca a favor de la democracia, de manera que colabore con la comunidad internacional en hacer renunciar a las y los golpistas a sus intentos de pervertir la ley en Bolivia.

PEDIMOS a la ciudadanía canaria que exprese su solidaridad con el pueblo boliviano y su presidente y la invitamos a participar en la concentración que estamos convocando para el domingo 24 de noviembre, a las 11.00 horas, en la plaza 1 de mayo de Santa Cruz de Tenerife, frente al mercado Nuestra Señora de África, de Santa Cruz de Tenerife.


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