Nosotros y lo que está en juego con Trump
El asedio mediático al que está sometido Donald Trump, tiene muchos puntos en común con los métodos que se utilizaron en la «guerra contra el terror» de Bush Junior. El uso sistemático de la mentira por parte de la CIA, la NSA y el FBI, transformó a esta agencias en una verdadera policía secreta. La presidencia de Trump se ve ahora amenazada por oponerse al programa que alimentó por décadas (con un gigantesco presupuesto) a estas agencias de inteligencia y a las políticas “neo-con” de hegemonía mundial en materia militar y de “seguridad nacional”.
En la práctica, tanto la CIA como la NSA están actuando como policía interna al esparcir falsas informaciones acerca de las «conexiones» de Trump con Rusia. El plan es sencillo, utilizar los medios de comunicación para obligar a Trump a dejar su cargo porque sus “conexiones” serían una amenaza para la seguridad de los Estados Unidos.
Actuar abiertamente contra un presidente recién elegido es un sorprendente acto de audacia que implica una enorme confianza o, una gran desesperación de las agencias de inteligencia. En la actualidad la CIA está cooperando abiertamente con la CNN en el “tratamiento periodístico” de especulaciones irresponsables y sin fundamentos. La cadena de televisión sostiene -como si es fuera un hecho fundado- que Trump está bajo la influencia de Rusia. Su única prueba es un «informe» producido por la CIA para el New York Times hace un par de semanas. http://www.
Es evidente que la CNN y la CIA consideran al pueblo estadounidense ingenuo y totalmente estúpido.
La siguiente es parte de una entrevista a Glenn Greenwald, periodista y abogado constitucionalista que publico en The Guardian las revelaciones Edward Snowden. La entrevista fue realizada por Amy Goodman para el Canal de Televisión de “Democracy Now”.
Habla Glenn Greenwald :
» Aunque no hay una definición precisa del “Deep State” (el estado profundo) esta noción esta referida a corporaciones de inteligencia con poder permanente en Washington. Mientras los presidentes elegidos van y vienen los agentes de inteligencia se mantienen en el tiempo y disfrutan del mando real. Ejercen su poder en secreto, en la oscuridad, y no están sujetos a ninguna responsabilidad democrática,
La CIA, la NSA, y otros cuerpos de inteligencia, fueron concebidos fundamentalmente para propagar mentiras, propaganda y desinformación. Pero, sus actividades no se limitan a la manipulación, también tienen un largo historial de atrocidades, torturas, escuadrones de la muerte y crímenes de guerra.
Gente como el neoconservador Bill Kristol y, también un montón de demócratas están empujando a las agencias del “Deep State” para que actúen como oposición y contra-poder a las autoridades políticas a las que deberían estar subordinadas.
Durante la campaña electoral, los principales miembros de la comunidad de inteligencia, incluyendo a Mike Morell, jefe de la CIA del presidente Obama, y Michael Hayden, mandamás de la NSA y de la CIA con George W. Bush, se declararon abiertamente partidarios de Hillary Clinton.
De hecho, Michael Morell se instaló en el equipo de dirección del New York Times, y Michael Hayden ocupo el mismo lugar en el Washington Post. El objetivo de ambos agentes era respaldar a Hillary Clinton y culpar a Donald Trump “ porque había sido reclutado por Rusia”.
La CIA y la comunidad de inteligencia apoyaron con vehemencia a Hillary Clinton y se opusieron vehementemente a Trump. ¿La razón? Estaban comprometidos con la política exterior de Hillary Clinton y se oponen sin descanso a la política de Donald Trump.
Durante los últimos cinco años una de las principales prioridades de la CIA ha sido la guerra en Siria. Para lograr la defenestración del régimen de Assad, Hillary Clinton fue muy crítica con Obama porque no le permitió agravar el conflicto. Clinton quería imponer una zona de exclusión aérea en Siria y enfrentar a los rusos.
Donald Trump asumió exactamente el punto de vista opuesto. Sostuvo, en campaña, que a “los Estados Unidos no le debe importar quien gobierna en Siria” ; incluso debe colaborar con los rusos para terminar con el ISIS y al-Qaeda. Por tanto, la política exterior de Trump, estaba en la antítesis de lo que pretendía la CIA. La CIA apoyo incondicionalmente a Hillary Clinton porque ella quería exactamente lo que la CIA demandaba.
En la campaña electoral las agencias de inteligencia trataron de socavar a Trump por todos los medios. Una vez que ganó, pretenden destruir su credibilidad con trascendidos sin fundamento real . Además, al retener información de inteligencia (con el argumento que el Presidente no es una persona de “confianza”) están actuando de manera sediciosa. En los hechos las agencias de inteligencia se arrogan la capacidad para imponer su propia política.
Ahora, que quede claro. yo creo que la presidencia Trump es extremadamente peligrosa. Usted ,en su noticiero, acaba de ofrecer muchos argumentos validos. Trump y sus políticas devastarán el medio ambiente. Eliminarán las redes de seguridad pública . Beneficiarán a los multimillonarios. Han puesto en marcha políticas intolerantes contra inmigrantes y musulmanes .
Es muy importante resistir estas políticas. Y, hay un montón de maneras de resistir. Es obligatorio contenerlos mediante el activismo ciudadano. Pero también es muy importante que el Partido Demócrata se haga una sería auto-crítica . Debe preguntarse, que puede hacer para ser una fuerza política significativa después de haberse derrumbado en todas partes”.
Sin embargo, el Partido Demócrata está muy lejos de una autocritica . No está haciendo nada para promover la resistencia popular. Lo que está haciendo es apoyar lo peor de Trump junto con empujar al “Deep State” y la CIA ( con todas sus historias de atrocidades) a participar en un golpe blando contra el presidente electo. Esa política es extremadamente peligrosa.
Si usted cree (al igual que yo ) que la CIA y el “Deep State”, por una parte, y la presidencia Trump, por la otra, son extremadamente peligrosos, estoy de acuerdo pero hay una gran diferencia entre estas opciones;.
Trump fue elegido democráticamente y está sujeto a controles democráticos, como lo han demostrado los tribunales y como lo están demostrando los ciudadanos movilizados. La CIA y sus agentes nunca han sido elegidos ni podrán ser elegidos por la gente. Y por tanto no están sujetos a ningún control democrático.
Así que instar a la CIA y la comunidad de inteligencia para que quebranten los poderes electos es un locura total. Es una receta para la destrucción de la democracia, bajo el pretexto de salvarla. Sin embargo, es lo que están haciendo los neoconservadores y sus aliados liberales del Partido Demócrata. Es lo que están reclamando. Su estrategia es increíblemente torcida y peligrosa. » Http://www.
Los Estados Unidos se encuentran en una extraña situación ; los llamados liberales progresistas están asociados con el “Deep State”. Los liberales progresistas presionan para destituir a un presidente que no ha cometido ningún delito censurable. Por su parte los neoconservadores se han manifestado claramente por un golpe de estado contra la democracia. Por eso los grandes medios de comunicación mantienen un bombardeo diario de mentiras, insinuaciones y desinformación. Mientras tanto la opinión pública despreocupada se “chupa el dedo” .
¿Qué puede hacer Trump? Debe limpiar las agencias de inteligencia y terminar las licencias concedidas a la CIA, por Bush y Obama, para llevar a cabo actividades inconstitucionales. Además, puede utilizar las leyes que prohíben los monopolios en los medios de comunicación que Clinton permitió conformar.
Si Bush y Obama utilizaron la detención indefinida a ciudadanos estadounidenses sin el debido proceso y si Obama ordenó asesinar con drones, lo menos que puede hacer Trump es utilizar las leyes de defensa de la competencia para poner fin a los grandes conglomerados de medios que hablan, en su contra, con una sola voz,.
Trump no tiene más alternativa que luchar. Debe acabar con el trabajo de policía secreta que están practicando las agencias de inteligencia y debe terminar con los grandes conglomerados de medios que han orquestado una campaña permanente de desinformación .
Descartar a Flynn fue un grave error. Trump debería haber mantenido a Flynn y debería haber actuado contra las «fugas información”. La NSA sabe quienes son los responsables de esas filtraciones. Trump debe llevar a cabo una limpieza en la corrupta gestión de la NSA y colocar a funcionarios que identifiquen los puntos de fuga. Con esa información debería procesar a los “filtradores” con todo el rigor de la ley.
Ningún presidente puede sobrevivir a organismos de inteligencia que ejercen de policía secreta y que están decididos a destruir su gobierno. Si los asesores de Trump no saben esto, Trump necesita desesperadamente nuevos asesores”.
* Paul Craig Roberts, economista estadounidense.
Traducción, Emilio Pizocaro