Gambito del can: ni peones, ni reyes
El ajedrez es el juego de la vida. Lucha de clases sobre un tablero en el que los peones son pequeños y valerosos sirvientes de su rey y son sacrificados cuando les llega el turno, para dar paso a las piezas mayores. Esta semana os traemos un puñado de historias de peones, caballos, alfiles, torres, damas y, como no, también reyes. Y además aprovechamos para presentar al mundo entero el Gambito del Can, una apertura kamikaze que te llevará tus partidas al ajedrez a la ruina, o al éxito. De ti depende. Nos acompaña en el estudio Pedro Lópeh, del programa El Café de Silverio, y profesor de ajedrez en la vida real.
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Estas semanas atrás leíamos el libro «El Peón», de Paco Cerdá, publicado por la Editorial Pepitas, que, a través de los 77 movimientos de la partida entre Arturo Pomar y Bobby Fischer en Estocolmo 1962, recorre las vidas de numerosos «peones» entregados a una causa política en la España franquista o en los Estados Unidos de Kennedy en aquel convulso 1962. Comunistas, maquis, obreros, socialistas, etarras, cristianos, republicanos, estudiantes o falangistas; afroamericanos, pacifistas, indígenas, activistas antinucleares, izquierdistas o militares de obediencia ciega. Personas que se sacrificaron ante la dictadura o el capitalismo pagando un precio de muerte, cárcel, exilio o soledad.
Por otra parte, Pedro Lópeh conduce el programa de radio El Café de Silverio, mucho más que flamenco. Ya lo hemos dicho, pero lo repetimos: el mejor programa musical de la piel de toro. Pedro, en la vida real, entre otras cosas también es profesor de ajedrez, aunque en cierta ocasión alguien en Madrid le dijo que no tenía acento de serlo. ¿Qué acento tiene que tener un profesor de ajedrez? El clasismo y la cabronancia tienen mil caras.
Y así es como se nos ocurrió hacer este programa, recorriendo también el resto de las piezas del ajedrez que no están en el libro de Paco Cerdá. Caballo, alfil, torre, dama y rey. Venga, y una de peones, también. Y que fuese Pedro Lópeh, con su acento de no ser profesor de ajedrez, quien nos acompañase en el estudio.
Así revisitamos la partida del siglo en el mundial de ajedrez de 1972 en Reikiavik entre Fischer y S
En nuestra partida tenemos un caballo protagonista, Imperioso, y como no, también Jesús Gil y sus 30.000 licencias de construcción inmobiliaria en Marbella al margen de la ley durante una década completa. ¿Asesoró imperioso a Jesús Gil y Antonio Cerezo para hacerse con el 97% de las acciones del Atlético de Madrid sin poner ni un puto duro?
Nuestro alfil se llama Courtney Love, y recorre las casillas blancas en diagonal. Sin salirse. Más allá de la misoginia del punk que la culpa de la destrucción de Nirvana, detectamos dos corrientes de bandas con mujeres al frente que toman las riendas del punk en los 90. Cada una por su fila, sin salirse y sin coincidir con las otras. Por un lado tenemos a Bikini Kill y Bratmobile y por el otro a L7 o Hole. Tenemos dos aproximaciones para tomar el mundo del rock, una abiertamente feminista y militante y la otra no, que aboga por tomar el escenario “simplemente” tocando. Un ataque por dos flancos, en parte enfrentados, pero complementarios.
Tenemos la torre cargada de dinamita y liderada por David Alfaro Siqueiros, mexicano de nacimiento, pronto eligió los dos caminos que le ocuparían toda su vida: las bellas artes y la política de mancharse las manos. En la Guerra Civil española fue conocido como El Coronelazo, mientras liquidaba anarquistas o les enviaba a misiones suicidas. Peleó por el bando republicano, pero sus desaveniencias con las decisiones tomadas respecto a las Brigadas Internacionales le llevaron a disparar a la propia bandera republicana y abandonar el campo de batalla: «estos hijos de puta quieren perder su guerra». Poco después estaba dirigiendo un festín de balas en un atentado fallido contra Trotsky.
Nuestra dama se mueve en diagonal y horizontal, desde Madrid a Toulouse y de París a Barcelona. Federica Montseny, una una dama de la lucha, del compromiso y una valiente, haciendo política cuando a las mujeres no se las dejaba participar. Viviendo la ignominia y la represión tras la guerra en el exilio, como mujer, como anarquista, como todas las luchadoras de su tiempo.
Y finalizamos con el rey blanco: Sito Miñanco. El libro de Nacho Carretero, «Fariña», y sus extensiones en formato serie televisiva y espectáculo teatral, la figura de Sito Miñanco ha visto su popularidad disparada. Llegando a toda una generación que no recuerda los telediarios de la Operación Nécora y la posterior detención de Sito. En aquel momento su nombre pasó al imaginario popular y después de aquello el silencio alrededor de su personaje. Silencio, no para todos: la banda Os Papaqueixos declaraban a Sito preso político en su tema «TeknoTrafikante». Aurrera! Eso en el 99. Años más tarde, en 2012, se volvían a juntar con motivo de la llegada a Feijoo a la presidencia de la Xunta: el retorno del fascismo a Galicia, después de años de fraguismo.
El Gambito del Can
De paso, en este programa aprovechamos para hacer la presentación mundial del Gambito del Can, una apertura muy perra que jamás haría Deep Blue, pero que os la proponemos para que sorprendáis a vuestros contrincantes. Si os lleva a la ruina o al éxito, eso ya depende de vosotros. Aquí la explicamos:
Un gambito es una forma de iniciar una partida de ajedrez en la que uno de los bandos sacrifica un peón, perdiendo material a cambio de contrajuego o de ganar iniciativa. Abusas de la glotonería del contrario pero consigues ventaja de espacio. Muchas aperturas en el ajedrez tienen nombre. Esta no, porque no se suele jugar. Así que se lo ponemos nosotros: el Gambito del Can. Una apertura para corazones intrépidos:
1. c4 – c5
2. b4! – … Aquí planteamos el gambito. Ofrecemos un peón a cambio de marcha. Es como tirar una piedra a la cristalera de un banco. Fluye la adrenalina, haces saltar las alarmas, la noche es oscura y sus armas vienen a por ti. Pero haces lo que debes. Coges tu segundo peón por la izquierda, lo adelantas dos casillas y gritas a la cara de tu oponente: Do the right thing! Por muy épico que te pongas, el jugador negro es un cabrón materialista y te come el peón. Fijo.
2. …. – cxb4
3. g3! – … En el tercer movimiento, el jugador blanco no intenta recuperar el peón perdido, sino conseguir el máximo desarrollo posible, sacando los alfiles por las diagonales principales, uno por Via Laietana y el otro bajando por Carretas para dominar Sol antes de que el contrario saque sus alfiles con bocachas y sus torres lacrimógenas.
¡¡¡Ganan blancas!!!