Carlos de Urabá •  Opinión •  22/04/2017

Elecciones en Francia: El Estado Islámico vota por Marine Le Pen

Elecciones en Francia: El Estado Islámico vota por Marine Le Pen

El atentado del pasado jueves en los Campos Elíseos de Paris que provocó la muerte de un policía y dejó heridos de gravedad a otros dos agentes ha sido un golpe muy bien estudiado por los cerebros del EI. De esta manera han querido acentuar las contradicciones y la deriva anti europeísta, que reine el miedo y el caos manteniendo en permanente estado de alerta a las fuerzas del orden y a los ciudadanos. El Estado Islámico interviene directamente en las elecciones francesas  apostado al todo o nada por la candidata ultraderechista Marine Le Pen. Porque es lo que más les conviene en su propósito de fomentar el enfrentamiento entre los franceses y la comunidad musulmana.  Por eso a nadie le debe sorprender que este domingo la candidata del Frente Nacional se alce con el triunfo en la primera vuelta. Increíblemente a Marine le Pen le votan obreros, campesinos, funcionarios, parados, sacerdotes, inmigrantes, árabes, negros, chinos,  descendientes de españoles (como es el caso de las entrevista que hemos grabado con Patrice Hernández en Toulouse. https://youtu.be/k5NdCnd7BDo) Una masa variopinta de tendencia ultranacionalista a la que pertenecen aquellos excluidos y abandonados por las políticas antisociales del actual gobierno de Hollande. Dispuestos a combatir los propios monstruos (terroristas) que ha creado la Francia con su política de solidaridad y puertas abiertas. El asistencialismo favorece a los inmigrantes mientras que los trabajadores franceses pagan altos impuestos para mantener el sistema de bienestar social.

El pueblo francés ha sido nuevamente castigado por el terrorismo yihadista.  La única arma que cuenta la ciudadanía para defenderse de la agresión son los votos. En las urnas es donde van a descargar toda su furia e indignación. Los atentados sangrientos, las masacres  se vienen repitiendo periódicamente y esto ya no hay quien lo soporte. Porque aunque el pueblo francés es  educado y respetuoso todo tiene sus límites.

Desde luego la derecha y la ultraderecha aprovecharán al máximo este criminal atentado de los Campos Elíseos.
Candidatos como Le Pen, Fillon o Macron son los más beneficiados mientras que el izquierdista Melanchon pierde puntos pues se le considera más próximo a las tesis alter mundialistas y de solidaridad con los inmigrantes y refugiados. Es cierto que las últimas encuestas  lo colocaban como uno de los favoritos para alcanzar la segunda vuelta pero inesperadamente ha surgido este contratiempo. 

El EI ha planificado perfectamente el golpe para hacerlo coincidir con el momento en que los candidatos se encontraban exponiendo uno a uno sus programas en directo por TF2. Durante 15 minutos se sometieron al interrogatorio de dos entrevistadores que les bombardearon con un sinfín de preguntas. Todo transcurría con normalidad hasta  que inesperadamente se vieron obligados a cambiar el guion a causa del atentado. Por lo tanto pasaron de largo en asuntos tan trascendentales como el empleo, la economía, la seguridad social, los impuestos o  la educación centrándose  de lleno en el tema del terrorismo yihadista. Todos se han rasgado las vestiduras lamentando el hecho tan luctuoso –como no podía ser de otra manera- comprometiéndose a luchar con todas sus fuerzas contra este flagelo. Los candidatos han apelado a los principios republicanos de libertad, igualdad y fraternidad para tratar de convencer a los votantes de que ellos son los llamados a poner orden en un país gobernado por un gobierno tímido e ineficaz. En este interrogatorio  de 15 minutos de duración  hablaron más de Siria, de Irak o del EI que de lo propios problemas que aquejan a Francia.  Un sofisma de distracción que ha servido a Marine Le Pen y Fillon para escabullirse de sus responsabilidades de nepotismo y corrupción.

Marine Le Pen está exultante pues sabe que el atentado de los Campos Elíseos le favorece en las intenciones de voto. Según los encuestadores tiene asegurada la victoria en la primera vuelta. Donald Trump igualmente le envía felicitaciones anticipadas a su pupila dando por hecho un resultado más que  positivo.  Marine Le Pen quizás tendrá que disputar la segunda vuelta  con  Macron o Fillon, a menos de que Melanchon, y su candidatura de la Francia insumisa, consiga dar la sorpresa gracias a la movilización de los indecisos.

El pueblo francés este domingo votará con rabia contenida,  votará más con el sentimiento y las emociones que con la razón. Miedosos,  obsesionados por la seguridad  y esa seguridad significa militarización y mano fuerte para afrontar la amenaza terrorista. La espada de Damocles pende de un hilo y en cualquier momento puede producirse un nuevo atentado. En silencio nadie expresa sus pensamientos, hipócritamente se lo callan, a veces se refleja  un gesto de desprecio e indiferencia. Pero lo saben disimular. En las calles la vida sigue con normalidad, ni una pintada, ni manifestaciones en contra de los musulmanes. Pero en las urnas es donde van a descargar todo su odio, su rencor y las ansias de venganza. Aunque lo nieguen la islamofobia sube enteros. Ha llegado el momento de defender la patria humillada por extranjeros, enarbolar la bandera tricolor y rescatar la figura de a Juana de Arco como símbolo salvador. De repente,  renacen los valores más retrógrados y caducos del  cristianismo en un desesperado intento de que Jesucristo proteja a Francia de sus enemigos (el islam)

Hay candidatos de la derecha como Fillon que llaman  a las facciones más reaccionarias catolicismo, del Opus Dei a votar en masa en esta santa cruzada. Marine Le Pen afirma que Francia debe cerrar sus fronteras aboliendo el tratado de Schengen. Es preciso aplicar con rigor las leyes antiterroristas y expulsar a los sospechosos, a los inmigrantes binacionales, los refugiados, los islamistas radicales. Es necesario  cerrar mezquitas y madrasas (nidos de terroristas)  aumentar el número de policías y de militares, de paramilitares o los servicios de seguridad, llenar las calles de cámaras de video vigilancia, incluso expedir permisos para que porten armas a los ciudadanos. Francia está en estado de guerra, el pueblo francés debe saber que las hordas islamistas han mancillando el suelo patrio, cuna de la civilización, la democracia y los derechos humanos. Tal y como lo dice la Marsellesa ¡A la carga batallón, a las armas ciudadanos! nada ni nadie nos puede intimidar. Ha llegado la hora de la verdad ¡votemos por madame Le Pen, votemos  por la salvación de Francia!  “On est chez nous”-(Estamos en nuestra casa) ese es el lema de la campaña “unión azul marino”. ¿Cómo es posible que 5 millones de musulmanes puedan oprimir a 60 millones de  franceses? Ha llegado el momento de luchar con valentía contra el enemigo interno.  Hay que detenerlos, allanar sus viviendas, perseguirlos, encarcelarlos, depórtalos. Que se restituya la pena de muerte ¡Viva la guillotina! Francia no puede soportar tanta barbarie, Francia es un estado moderno, desarrollado, una de las  economías más prósperas, una potencia militar con cabezas nucleares, el sexto ejército más poderoso del mundo, y resulta que una partida de malhechores lo mantiene en jaque. ¿Dónde está el orgullo y la dignidad? “¡Despierta Francia, despierta!”


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