Carlos Tena •  Opinión •  22/08/2019

RTVE convierte «La 2» en un basurero

RTVE convierte «La 2» en un basurero

No voy a recordar las miserias y alguna gloria periodística del medio en el que trabajé durante 35 años, porque aburriría a quienes acuden a este blog con frecuencia que agradezco profundamente y a aquellos/as que acceden de forma casual o por vez primera.

Que la flamante primera cadena de RTVE, ya sesentona y siempre conservadora, no posea las virtudes que se exigen a un medio estatal de titularidad pública, como son la objetividad, rigor y veracidad en sus servicios informativos, se ha convertido en una penosa realidad, constante, flamante y latente, gracias a la solidez de la intransigencia, cabezonería y obsesión retrógada de quienes han ocupado la dirección general del ente, con la única, breve pero brillante excepción de Fernando Castedo, quien tuvo que apechar con la intentona borbónica del 23-F (disfrazada de golpe de estado) y ordenar la redacción del primer Estatuto de TVE, que duró un cuarto de siglo.

Pero lo más patético radica, no ya en el mantenimiento de la estructura amarillenta de esa 1ª Cadena, sino en el muladar en que se ha convertido la siempre esperanzadora 2ª alternativa (que comenzó sus emisiones en 1966), donde en ocasiones se respiraba originalidad, rigor, frescura, provocación, grandes dosis de cultura alternativa, valentía y desparpajo, que fueron creciendo al mismo tiempo que también aumentaba el control, la prohibición y la censura.

No seré tan egocéntrico y pretencioso como para rememorar los espacios en los que intervine como presentador, guionista y director, pero sí los de algunos compañeros/as, lamentablemente desaparecidos o ya jubilados/as, que entregaron lo mejor de su profesionalidad e inteligencia, valor y generosidad, enriqueciendo a esa cadena con aquellas virtudes que señalé en el primer párrafo de esta denuncia.

En los primeros años setenta, las inquietudes políticas y culturales (en el más amplio sentido del término) conseguían a veces traspasar los férreos controles de la censura.

Entonces aparecieron fugazmente programas como «Libros que hay que tener» que presentaba en 1970 la periodista Elena Martí; «Galería», de 1973, dirigido en sus dos etapas por Ramón Gómez Redondo.

Años más tarde se estrena «Encuentros con las Artes y las Letras», cuya primera entrega se emitiría el 7 de mayo de 1976. Su director y guionista, Carlos Vélez, contaba con un amplio y prestigioso equipo de especialistas: Joaquín Barceló, Miguel Bilbatúa, Antonio Castro, Elena Escobar, José Luis Jover, Daniel Sueiro y Jesús Torbado, entre otros/as.

Aunque donde hubo arte y letras, cine y discusión, fue en aquella “Clave” que abrió puertas y sufrió censura, condenas y prohibiciones.

“LA CLAVE” FUE UNO DE ESOS ESPACIOS QUE JAMÁS DEBIÓ DESAPARECER EN RTVE, DONDE PREFIEREN MANTENER  CONCURSOS COMO “SABER Y GANAR”, YA QUE NO EXISTE DEBATE, ALGO QUE RESULTA ENGORROSO CUANDO ÉSTE NO SE PUEDE MANIPULAR, COSA QUE RTVE PRACTICA CON FRECUENCIA

En “La Clave” se ofrecía a la audiencia, en el inmediato post-franquismo (desde 1976 a 1985), la posibilidad de ver y escuchar a quienes reflexionaban sobre temas hasta entonces inéditos en la televisión española, dedicados a partidos políticos clandestinos, el anarquismo, el sistema judicial, las autonomías, el Opus Dei, los exiliados, etc., debates que durante la dictadura franquista era impensable que se celebraran en ese medio.

José Luis Balbín, un periodista en toda la dimensión de la palabra, moderaba el espacio con maestría jamás repetida en cualquier televisión.

El programa dedicado al anarquismo fue una muestra del enorme grado de coraje periodístico que animaba a los responsables de la emisión.

Participaban en este programa personalidades con criterio diferente, cercano o antagónico. Un pecado que le costó a Balbín la prohibición y retirada del espacio, el 23 de diciembre de 1985, ordenada directamente por Felipe González y Alfonso Guerra (este último ejercía de aspirante a Josep Goebbels dentro del PSOE) como regalo navideño a quien hizo de la objetividad, rigor y veracidad, una enseña periodística que hoy seguimos echando de menos.

La universidad de censores del partido “progresista” egresó en esos años a nuevos catones como Eduardo Sotillos, el canario Fernando González, Pilar Miró o María Antonia Iglesias.

Los espacios musicales (o de entretenimiento, aunque girando alrededor del pop-rock y derivados) fueron una de las bases en las que descansaba aquella vanguardia que hacía de la libertad una meta, aunque algunos directivos/as se empeñaron en que los profesionales que dirigían tales programas no llegaran a cruzarla.

Hoy, los nuevos fenómenos musicales pueden escucharse y verse de 3 a 6 de la madrugada, algunos días y sin que sirva de precedente.

LA NATURALIDAD CON QUE SE DESARROLLABA EL PROGRAMA, EL SONIDO DIRECTO Y LAS ENTREVISTAS BIEN ESTRUCTURADAS, DISTINGUIERON A LA EDAD DE ORO

Dos añoradas personalidades como Paloma Chamorro y Lolo Rico, responsables respectivamente de “La Edad de Oro” (retirado de la programación el 2 de abril de 1985) y “La Bola de Cristal” (suprimido en 1988), padecieron esa misma censura por parte del partido “progresista”.

En el apartado de entrevistas, no puedo por menos que recordar a Joaquín Soler Serrano, quien en el espacio “A Fondo” daba lecciones de periodismo. Resultan inolvidables sus excelentes charlas con figuras de la talla de Juan Rulfo, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges, Atahualpa Yupanqui, Rafael Alberti, Chabuca Granda, Elia Kazan, Mario Benedetti y un largo etcétera.

El mundo del séptimo arte (que la 2 no ha abandonado, pero queda a años luz de otras décadas en la patética programación actual) quedaba recogido en “Cine Club”, en “¡Qué grande es el cine!” (1995) presentado por José Luis Garci​, el bloque de cine fantástico “Alucine”, así como en el irrepetible programa de actualidad “Días de cine”, conducido con precisión, ironía y conocimiento sobrado por Antonio Gasset.

El hoy de la 2, salvo excepciones puntuales y escasas como la lluvia en el desierto, se ubica exactamente en un erial donde se acumula la basura de toda ralea. Plástico y plastas.

No hay más que tomar el mando a distancia para comenzar a sentir una tristeza comparable a la de quien ha perdido casi toda la esperanza en ese mundo mejor de la TV, cada día más lejana a los principios de información, divulgación cultural, vanguardismo, ruptura de viejos cánones, valentía y provocación desde el campo de la comunicación sin censuras.

Y para purgar sus culpas, en la 2 se sirven misas (las confesiones y comuniones vía digital tienen que esperar un poco), toda clase de oficios religiosos, procesiones, romerías y sermones al estilo más retrógado.

Importa un bledo que en la Carta Magna se diga: “Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás creencias”. (Constitución Española, art. 16.3)

LA IGLESIA CATÓLICA, APOSTÓLICA Y BORBÓNICA, ADEMÁS DE RECIBIR DEL ESTADO MILES DE MILLONES DE EUROS CADA AÑO, GOZA DE PROPAGANDA GRATUITA EN LA 2

Un estudio publicado por la revista Cuadernos para el diálogo, en julio de 1972, ya señalaba que TVE dedicaba a programas culturales un porcentaje de tiempo muy inferior al de las televisiones europeas, pero que además nunca emitía este tipo de espacios en horas de mayor audiencia, a pesar de no tener que enfrentarse entonces a ninguna competencia.

Medio siglo después, la 2 imita a la 1. No se trata de nostalgia, sino de una realidad contrastada e indiscutible. La Segunda Cadena es hoy un basurero adornado con alguna flor. Los directivos del siglo XXI no consienten que existan Claves, Edades de Oro, Bolas de Cristal, Encuentros con las artes, debates, programas musicales en horarios diurnos, en fin, imaginación, provocación y libertad.

Detalles tan burdos como que a mediodía, de manera machacona, se programe la flor y nata de lo peor del espagueti western, dice mucho en detrimento de los responsables de este crimen cultural, enfangados en un inmenso basurero, indigno e inesperado en un canal que aún podría salvarse.

No obstante, mucho me temo que los actuales dirigentes, con Rosa María Mateo en cabeza, no le liberen, sino que rematen la faena con un verduguillo letal.

Ni uno solo de los ministros de cultura que asisten al desastre ha abierto la boca. Claro que con los personajes que han detentado el cargo hasta hoy, el amarillismo y la bazofia se encuentran entre las especies protegidas por el “progresismo” light y los silencios estruendosos de la crítica.

RTVE practica el servilismo a la TV basura, a la industria estadounidense del mal cine y a una suerte de  entretenimiento ideal en las monarquías bananeras (como todas las borbónicas), amén de su pasión por los espacios retrógrados, pero “muy españoles“, que pusieron en marcha los censores del PPSOE.

Puro aroma tercermundista.

Fuente: https://tenacarlitos.wordpress.com/2019/08/21/rtve-reconvierte-la-2-en-un-basurero/


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