DD.HH. ONU: Cada cabeza es un mundo…en peligro
En cada nueva edición de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), las grietas al seno de este sistema que agrupa la comunidad de naciones se hacen más patentes; especialmente en lo que respecta a cómo dirigir el mundo para salvaguardar los derechos humanos (DD.HH) de las mayorías, cuando cada “cabeza es un mundo” y ese mundo está en peligro.
El presidente de la Asamblea General de la ONU, Csaba Körosi -según un.news.org del 20 de septiembre- listó los problemas que requieren solución urgente: “el cambio climático, los conflictos violentos, las emergencias humanitarias, la inflación. El estancamiento del desarrollo y los abusos de los derechos humanos en muchas partes del mundo”. Admitió que “hemos redactado muchos tratados, establecido metas excelentes, pero hemos tomado muy pocas medidas”. (sic). (1)
No hay sorpresas. El informe especial del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) denominado “Las nuevas amenazas para la seguridad humana en el Antropoceno exigen una mayor solidaridad” (2022), ya lo advertía: “alrededor de 40 millones de personas podrían morir en todo el mundo de aquí a finales de siglo —principalmente en países en desarrollo— como consecuencia del aumento de la temperatura”. (P.5).(2).
De acuerdo a este documento, “el hambre va en aumento: en 2020 afectaba a unos 800 millones de personas, y en la actualidad, unos 2.400 millones de personas sufren inseguridad alimentaria”. Asimismo, “unos 1,2 millones de personas viven en zonas afectadas por conflictos, de las cuales 560 millones no residen en entornos frágiles, lo que refleja la propagación de diferentes formas de conflictos violentos”. (P.5). (2).
En tal sentido, y como quizás en ningún otro momento, la conjura política se exhibe como parte de los intereses geopolíticos en el seno de la Asamblea General de la ONU, centrado en el conflicto Rusia-Ucrania, que se ha desarrollado en un contexto favorecido por el financiamiento, armamento y asesoría militar estadounidense a Kiev, según un análisis realizado por Julian E. Barnes y Helen Cooper en el diario estadounidense The New York Times, el 10 de septiembre pasado. (s/n) (3).
Las alarmas están encendidas en torno a esta situación, en la que los intereses de Estados Unidos y la OTAN se evidencian claramente. Hace pocas horas, el presidente de la Federación rusa, Vladimir Putin, decretó una movilización parcial y un llamado a filas a 300.000 reservistas, de acuerdo a la agencia TASS.(4)
Ya el primer día de la Asamblea General, el secretario General de la ONU, Antonio Guterres, había girado una advertencia con talante de prevención de conflictos: “se avecina un invierno de descontento a escala mundial”, pues teme que las relaciones internacionales peligren y que tras plantearse un “mundo del G-2” se pase a un “G-nada”: “ni cooperación, ni diálogo, ni solución colectiva de los problemas”. (1).
Luego, Guterres encaminó su discurso –férreamente- al problema del cambio climático: “hay que exigir responsabilidades a las empresas de combustibles fósiles y a quienes promueven sus intereses: banco, fondos de capital privado, gestores de activos y otras instituciones financieras que siguen invirtiendo y avalando la contaminación por carbono”. ¿Quiso asomar algún atisbo de mayores obligaciones formales de las transnacionales con los pueblos donde operan? Ojalá. (1)
En cuanto a este tema, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ofreció en la ONU un discurso para defender la selva amazónica, en el marco de la crisis por el cambio climático, e instó -según nota publicada por un.news.org este 20 de septiembre- a “acabar la guerra contra las drogas y permitir que nuestro pueblo viva en paz”. (s/n). (5).
Estando Estados Unidos de por medio, con 9 “cuasi bases militares” instaladas en suelo colombiano, hay que discernir con detenimiento la intención de esta propuesta contextualizada en el cambio climático, que ya ha hallado escollos a lo interno de Colombia, de acuerdo al portal mascolombia.com, que el 17 de este mes publicaba los cuestionamientos del senador colombiano Jorge Enrique Robledo al respecto. (6).
“Petro acaba de comprometerse con Laura Richarson, comandante del Comando Sur de Estados Unidos a autorizar que operen en la Amazonía colombiana helicópteros militares norteamericanos violando la soberanía y la Constitución de Colombia, despropósito que Petro presentó envuelto en demagogia y pueril ambientalismo”, señaló Robledo.(sic). (s/n). (6).
Asimismo, el senador cuestionó que el 10 de septiembre pasado, el fuerte colombiano de Tolemaida fuera visitado por “militares de la OTAN, aparato construido por Estados Unidos para promover, mediante la fuerza, sus intereses en Europa y el resto del mundo”. (sic).(s/n). (6).
Otro presidente suramericano que expuso su preocupación desde el podio de Naciones Unidas fue el presidente del Perú, Pedro Castillo, quien hizo un llamado a detener la guerra en Ucrania, alertando que “el mundo se está orientando peligrosamente a situaciones de enfrentamientos y oposición de intereses, que están creando una grave tensión sin precedentes en la historia”. (sic). (s/n).
Castillo recordó que “todas las intervenciones armadas violan la Carta” de Naciones Unidas por lo que hizo un llamado al cese el fuego en Ucrania y el fin de la ocupación israelí en Palestina. Después de todo, aunque en el seno de la ONU cada cabeza es un mundo, ese mundo se halla interconectado indefectiblemente con cada ser humano. Que nadie se sienta ajeno.
Referencias:
1. https://news.un.org/es/story/2022/09/1514781
2. https://hs.hdr.undp.org/es/
3. https://www.nytimes.com/2022/09/10/us/politics/ukraine-military-intelligence.html
4. https://tass.com/politics/1510979
5. https://news.un.org/es/story/2022/09/1514801
6. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-19182019000100625
7. https://mascolombia.com/sobre-las-tropas-de-estados-unidos-en-colombia/
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