Juan Carlos Monedero •  Opinión •  23/10/2017

El problema, Teodoro León Gross y El País, quizá no sea Podemos

El problema, Teodoro León Gross y El País, quizá no sea Podemos
Hay gente, como Teodoro León Gross, que no ve que nuestra democracia se esté debilitando porque el partido del gobierno tenga más de 800 cargos imputados por corrupción. Tampoco porque el Ministro del Interior organizara una policía política que ha inventado pruebas para atacar a sus adversarios (entre ellos Podemos). No lo dice Podemos: lo ha dicho la mayoría del Parlamento en una comisión de investigación. Tampoco le hace tanto ruido que se haya vaciado la hucha de las pensiones, poniendo en riesgo el derecho a las mismas, o que el Tribunal Constitucional declare inconstitucional la amnistía fiscal que el PP hizo para regalarle dinero a sus amiguetes. Hay gente, como Teodoro León Gross, que no ve en riesgo nuestra democracia porque el PP, que es un partido residual en Catalunya, ponga a Rajoy de Presidente de Catalunya con una medida de fuerza que le dobla el brazo a la propia ley y que solivianta a millones de ciudadanos españoles que viven en Catalunya y a otros millones que no vivimos en Catalunya. Gente como León Gross que no ve problema en que en ninguna esquina de la Constitución ni del artículo 155 se autorice a sustituir a cargos que ha elegido el pueblo.
 
Hay gente, como Teodoro León Gross, que no ve extraño que el Rey, en vez de arbitrar en un conflicto con una Comunidad Autónoma (como le encarga la Constitución) se haya puesto de parte del Gobierno, responsable, junto a los aventureros independentistas, de este callejón sin salida que nos está volviendo a ser el hazmerreír de Europa. Gente, como Teodoro León Gross, que no ve problema en que una parte del Gobierno que aplica el artículo 155 esté reprobada por el propio Parlamento y que, en una democracia consolidada, no podría estar sentada en la bancada azul. En fin, que hay gente como Teodoro León Gross que no ve contradicción alguna entre los gritos histéricos de Iceta exigiéndole a Pedro Sánchez ¡Por Dios Pedro, líbranos de Rajoy! y la conversión súbita de los socialistas en partido de compañía del PP, y tampoco en las declaraciones de Sánchez diciendo en Salvados que no había existido acuerdo con Podemos porque los poderes económicos lo habían impedido y las posteriores poniéndose al lado de Rajoy en algo tan discutible como solventar los problemas en Catalunya alimentando la fábrica de independentismo. Para gente como Teodoro León Gross no hay problema democrático en que en una portada de su periódico saliera Pedro Sánchez a cuatro columnas diciendo que “nunca apoyaría el 155 en Cataluña” y ahora haga lo contrario de lo que dijo que iba a hacer en la campaña electoral. Hay gente, como Teodoro León Gross, que creen que la culpa es de Podemos, porque la gente de Podemos, dice, miente compulsivamente. Aunque para hacer esta afirmación, gente como Teodoro León Gross tenga que mentir compulsivamente. Porque gente como Teodoro León Gross saben que lo viejo ya no sirve y prefieren disparar contra lo nuevo antes de asumir con coraje democrático que España necesita un proceso constituyente cuarenta años después de 1978.
 
Y ya lo siento, porque es gente inteligente y sensible. A quienes una ira mal resuelta les lleva a no ver que, como dice su diario, unas elecciones generales convocadas junto a las catalanas implicaría un gobierno provisional gestionando una autonomía suspendida. Con el golpe a la democracia que eso supone. Y todo lo anterior. Gestionado por el partido más corrupto de Europa y al que España le interesa una higa porque de lo contrario no robarían tanto dinero público. En tiempos de cambio, hay gente que se pone a la defensiva y se convierten en reaccionarios. Aunque sé que no lo son. Gente como Teodoro León Gross que debieran haber contado hasta diez antes de decidir que en este momento histórico su colaboración a los muchos problemas que tenemos los españoles se limita a insultar a Podemos. Hay gente como Teodoro León Gross a quienes les debe parecer poco que se sumen el PP, el PSOE y Ciudadanos y no consienten que a otros nos parezca una barbaridad que empeora todo. Eso es precisamente la democracia que vemos amenazada. Que cada vez cuesta más la disidencia. A gente como Teodoro León Gross les molesta que haya gente en España que pensemos de manera diferente y nos señala como mentirosos, malintencionados, enemigos de España. Otra vez.
 
Qué gratis resulta en España insultar a los que se salen del bipartidismo, de la monarquía borbónica y de este modelo económico que nos está regresando al siglo XIX. Si, al siglo XIX. Porque el vaciamiento de una democracia no se hace de pronto. Se hace poco a poco. Y ya hemos visto que el derecho de reunión, de libertad de expresión y de manifestación están disminuidos. Por parte de un gobierno que siembra pruebas contra sus adversarios. En un país donde han crecido radicalmente las desigualdades reventando el artículo 14 de la Constitución Española de 1978. Aunque a lo mejor, Teodoro, resulta que Piketty y Stiglitz también son infiltrados de Podemos.
 

 


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