Luis Pino •  Opinión •  24/06/2017

¿Para qué sirve la Constituyente?

Amable lectora y lector:  si usted es una persona disociada psicótica o si está en proceso de saltos de talanquera, o, si está en la jugada de la delincuente presunta aquella que pretende romper el orden constitucional y protege a los asesinos terroristas, entonces,  le ruego, por favor, no lea esto.

Poder al pueblo venezolano.

Se trata en el presente escrito de dar algunas aproximaciones en términos sencillos y pedestres, así, como somos los chavistas, acerca de para qué  nos sirve la nueva Asamblea Nacional Constituyente (ANC), porque hasta donde muchos saben, el efluvio de fondo es: la “irritación” (palabra que no indica con la fuerza y carga semántica lo que verdaderamente sienten) que muchos tienen, por la crisis económica en la que el sueldo y el trabajo honesto no alcanzan ya, ni para cubrir los gastos de la canasta básica alimentaria y, que no estamos peor, porque el presidente Nicolás Maduro ha aumentado el sueldo gradualmente y porque ya empieza a regularizarse, no con la velocidad que queremos y requerimos, el abastecimiento del mercado, por la vía de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).

Resulta que en medio de la ignorancia aprendida en la televisión, los portales privados, la prensa  palangrista (es decir, la privada), en las universidades y escuelas, la culpa se la endosamos toditica a Nicolás Maduro, pero no hay quien se pregunte: Si la culpa es del obrero presidente; ¿Por qué, hoy, los ricos son aún más ricos?.

En este orden de ideas, producto de la ignorancia aprendida y bien difundida, ningún genio de los oposicionismos, ni de la rancia casta culta, se ha preguntando, el porqué del desabastecimiento programado, los precios especulativos, el contrabando, bachaqueo, escasez deliberada, siendo que todo el parque industrial y empresas, en un noventa y dos por ciento (92%) están en manos del sector privado que se nuclea en el cártel mafioso y parasitario, Fedecámaras-Venamcham, mientras que sólo el ocho por ciento (8%) está ahora controlado por el Estado y estas empresas las controlan, apenas, ahora, los consejos de los trabajadores, Pues, resulta y acontece que estas empresas del 8% están produciendo y la gran farsa montada en los medios privados palangristas (me disculpan el oxímoron), de que empresas como Aceite Diana están en el máximo de su producción y abastecen a precios justos, a una parte de la población, aunque nunca han abarcado el cien por ciento (100%) del mercado nacional, ni cuando estaban en manos privadas enriqueciendo a unos pocos riquitos explotadores y ladrones de dólares del Estado. Esta verdad la acallan en los espacios universitarios, porque entonces el trabajo golpista no tendría su efecto, mientras enseñan a ser estúpidos, gracias a una patota de viejos imbéciles que le están haciendo daño a la nación, a cuenta de sabios con poses pseudoacadémicas.

Pues bien, este agobio, guerra y crisis económica que no ha llegado, ni llegará a crisis de gobernabilidad, como lo han querido desde Estados Unidos de Norteamérica (EEUU), sus gobiernos lacayos y la parasitaria burguesía criolla, aunque ha sido la mejor arma de la derecha, junto con la ignorancia aprendida y enseñada por ellos, desde los medios, las escuelas y universidades, ayudados por una clerecía de sodomitas desde los púlpitos en desacato al Papa Francisco (quien también, se hace el pendejo, para más adelante, reventar a Nicolás Maduro), por cuanto buscan derrocar y liquidar a la revolución bolivariana, socialista y chavista, lo que pasa por “La Salida” de  Nicolás Maduro, desde el falso positivo de “crisis de gobernabilidad”.

Ante estas trampas, el Presidente Nicolás Maduro, no hizo otra cosa, sino apelar al texto constitucional e invocar los artículos 347, 348 y 349, en el que desde sus plenas facultades, le entrega todo el poder a su mandante y soberano, el Pueblo. Este Pueblo ha de reunirse en torno a la ANC, con sus diputados constituyentistas que escoja, para que éstos, como sus mandaderos,  protejan al Pueblo de esta guerra económica y les brinden las posibilidades y las armas legales al Presidente Nicolás Maduro, para que éste pase a una ofensiva económica, política y social,  inmediatamente  después de constituida la ANC, para que nos lleve a estadios superiores, en los que no volvamos a las viejas lacras del capitalismo. 

Dicho pues, en términos pedestres y más claro que el agua turbia, necesitamos que en nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV: 1999), eliminemos todos los gazapos que protegían a las transnacionales y a la burguesía. Necesitamos que a partir de esta nueva ANC, cambiemos las relaciones sociales de producción, en la que el Estado deje de estar al  servicio de la burguesía y de sus interes, para que se ponga al servicio del Pueblo. 

Para ello, debemos superar el capitalismo y profundizar el Socialismo, Bolivariano y Chavista, en el que, sin el coco de eliminar la propiedad privada, superemos el capitalismo y la propiedad privada, con el surgimiento y primacía de la propiedad social, la propiedad mixta, la estatal y vayamos a formas institucionales que se correspondan con un nuevo Estado, el Comunal. Todo lo demás que podamos decir y que sea de buena voluntad, si no logramos cambiar las relaciones sociales de producción, que vayan del capitalismo al socialismo bolivariano y chavista del siglo XXI, todo lo demás es paja, pura grama o heno, que nos devolvería a ponernos en manos de esta oposición terroristas que pretende gobernar el país y entregar las riquezas energéticas, minerales y materiales, al gobierno estadounidense.

Hay muchas razones para ir a la Constituyente. En términos concretos, privan las económicas, como principal determinación de la macroestructura del Estado, es decir, de la que dependen todas las demás. Pero, por encima de la de la macroestructura y de la superestructura, priva, en estos momentos y por siempre, una, la humana (que no podemos confundir con las trampas filosóficas y falso altruismos del humanismo). Se trata de que con la Constituyente nos estamos dando la paz y seguimos allanando caminos para la paz por siempre. No dejemos que infelices terroristas golpistas asesinen a nuestros hijos. Hablando se entiende la gente. Vamos con la Constituyente, por los caminos de la paz.

Prof. Luis Pino

@l2pino2

Fuente: http://www.telesurtv.net/bloggers/Para-que-sirve-la-Constituyente-20170622-0001.html


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