José Miguel Menéndez •  Opinión •  24/06/2017

Una visión sistémica para la Constituyente

Los venezolanos  expresamos nuestra voluntad de darle forma a un nuevo proceso de Gobierno a través de la Constitución de 1999, fundamentada, al igual que la mayoría de las constituciones,  en valores y principios. 

Una visión sistémica para la Constituyente

Uno podría decir que es una fundamentación en pensamientos universales, en valores abstractos en donde se conjugan  los deseos de felicidad, paz y convivencia de los hombres y de la sociedad que conforman.  

En nuestro caso,  el Comandante Hugo Chávez,  se propuso darle una nueva concepción socio/económica y política al hasta entonces mal llamado “estado de bienestar del hombre”, para caracterizarnos constitucionalmente como un  Estado democrático y social de Derecho y de  Justicia, llamado a proteger la vida, el trabajo,  la cultura,  la educación,  la justicia social y  la igualdad, la no discriminación, ni subordinación, entre otros valores. 

En este tiempo de constituyente queremos traer a la mesa de debate la necesidad de complementar en lo universal  de estos valores y principios, lo que es general a nuestra situación como nación.  Llevar a lo particular y singular  las acciones que de estos principios se derivan, para poder transformarlas en normas, en instrumentos, en instituciones que permitan continuar con la refundación de la República. 

Igualdad, Libertad, Respeto, Solidaridad,  Justicia y Defensa son valores que dan pie a los principios que guían las acciones. Estos valores están estructurados como un sistema de relaciones y de conexiones dialécticas, que nos permitan ir de lo abstracto a lo concreto. Nos permiten llegar del valor a la norma,  que no es más que  el mecanismo de medición de las acciones.

Vista la Constitución como  una estructura dinámica o sistema de principios y valores que se compone de elementos heterogéneos, proponemos incorporar como método de análisis y formulación en esta nueva constituyente, un enfoque sistemático  que nos permita establecer las interconexiones y las interdependencias entre los distintos elementos. 

Tenemos  por ejemplo, que el espacio geográfico no puede entenderse sino como un subsistema de ocupación que se interconecta con  el respeto al hombre y el ambiente,  lo que nos direcciona al subsistema de relaciones con la naturaleza; los derechos humanos, definen el carácter del subsistema de  los servicios públicos y todos los anteriores a su vez definen el  subsistema económico, que está a su vez en función de ellos. 

De manera que cuando se habla de la salud no se puede dejar por fuera  el problema de la economía ni el problema del trabajo, que aunque pertenecen a otros valores y a otros principios, están relacionados con los anteriores. Ni se  puede quedar por fuera el valor de la igualdad estrechamente relacionado con el proceso de toma de decisiones y la democracia participativa y protagónica en la que está basada nuestra Carta Magna

Es esta la visión sistémica que reclama nuestro proceso constituyente. Entender que para alcanzar nuestro objetivo de  inclusión social, equidad económica, en fin ese estado de bienestar del hombre, cada parte es importante y tiene una función, un por que y un para que, y que interconectadas conforman un todo que es mas que la suma de las partes. La Constitución es más que la suma de los subsistemas que la componen.

Fuente: http://www.telesurtv.net/bloggers/Una-vision-sistemica-para-la-Constituyente-20170621-0005.html


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