DD.HH. Infancia en conflictos armados: Cese el fuego
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Cualquier posibilidad de un nuevo conflicto armado en el mundo, debe generar una ingente preocupación y acciones preventivas de urgencia para proteger la infancia, que, junto al resto de la población civil, paga las decisiones tomadas a altos niveles de poder, que, por lo regular, no asisten a la guerra en terreno. La infancia mundial amerita que a sus derechos, se les dé un cese el fuego.
El más reciente informe del secretario general de la ONU, A/75/873–S/2021/437, sostiene que en el marco de conflictos armados, en 2020, la ONU verificó 23.946 violaciones graves cometidas en 2020 contra la niñez, en todo el mundo” y “2.479 fueron cometidas con anterioridad pero solo fueron verificadas en 2020”. A esto habría que añadir todo lo que no pudo verificarse.(P.2). (1)
De acuerdo a la fuente antes citada: “Las violaciones más cometidas fueron el reclutamiento y la utilización de 8.521 niños, seguida por la matanza (2.674) y la mutilación (5.748) de 8.422 niños y 4.156 incidentes de denegación de acceso humanitario. Se detuvo a niños por su vinculación real o presunta con grupos armados (3.243), incluidos aquellos designados como terroristas por las Naciones Unidas, o por razones de seguridad nacional”. (P.2). (1).
De hecho, ahora mismo, de acuerdo a este informe (2020), hay varias situaciones sometidas al Consejo de Seguridad, verificadas por Naciones Unidas. Por ejemplo: Afganistán: “3.061 violaciones graves contra 2.863 niños y niñas (…)”. República Centroafricana: “899 violaciones graves contra 731 niños y niñas”. (P.7). (1).
En el informe también se halla Colombia: “210 violaciones graves contra 184 niños y niñas”. República Democrática del Congo: “3.470 violaciones graves contra 2.912 niños y niñas”. (P.8). Asimismo refieren que hubo “1.031 violaciones graves contra 340 niños y niñas palestinos y 3 niños y niñas israelíes (327 niños y 13 niñas) en la Ribera Occidental ocupada, incluida Jerusalén Oriental, la Franja de Gaza e Israel”. (P.13). (1).
Otro abuso contra la infancia y los civiles, en medio de los conflictos, es el reiterado ataque a hospitales y escuelas. El informe del secretario general de la ONU (2020), recoge que en Myammar hubo “11 ataques contra escuelas (10) y hospitales (1). (P.20).En Somalia, según esta fuente, hubo “58 ataques contra escuelas (53) y hospitales (5)”. (P.22). Esto también sucede –según el informe- en Yemen y otros lugares. (1).
El problema no reside en falta de resoluciones de la ONU. Ha emitido la 1261 (1999), la 1314 (2000), la 1379 (2001), la 1460 (2013), la 1539 (2004), la 1612 (2005); la 1882 (2009); la 1998 (2011); la 2068 (2012); 2143 (2014) y la 225(2015). (2). Sin embargo, de acuerdo al informe antes referido (2020), “el desprecio del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos tuvieron repercusiones graves en la protección de los niños”. (P.4). (1)
Ahora, si todos los Estados miembros de la ONU -excepto 1- han ratificado la Convención Internacional de los Derechos del Niño (1989), entonces se trata de un problema de sentido humano, de prevención y resolución de conflictos. Cada vez que hay un conflicto armado son los niños y adolescentes, más la población civil, los que llevan la peor parte. (3).
¿No hay sanciones contundentes para este tipo de ataques a la dignidad humana de los más débiles? La historia de los abusos desmedidos a la infancia recorre las I y II guerras mundiales, y el establecimiento de protocolos que prohíben la participación de los niños en conflictos armados.
Sin embargo, tal como lo ratificó Unicef en su web en diciembre pasado, “en 2020, el 37% de los secuestros verificados por las Naciones Unidas tenía como objetivo el reclutamiento y la utilización de niños en la guerra”. Por eso, para que haya paz y protección a la infancia, tiene que haber justicia y lecciones ejemplarizantes. (4).
Álvarez, G. (2018) en su tesis de grado para Relaciones Internacionales, “Responsabilidad de los Cascos Azules por violencia sexual en conflictos armados. Hechos centrados en la República Democrática del Congo” (2018), por la Universidad Pontifica Comillas (España), concluye que “este tipo de sucesos están dañando gravemente la credibilidad y la figura de las Naciones Unidas como organización encargada del mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales y de la defensa de los derechos humanos”. (P.57).(5).
La tesista considera que “se hace necesario convocar una convención internacional sobre responsabilidad penal del personal de paz de las Naciones Unidas en misión para establecer obligaciones sobre la tipificación de estos delitos internacionales y adoptar medidas legales y crear un tribunal, o dotar a la Corte Penal Internacional del poder necesario, para ejercer la jurisdicción penal contra este tipo de actos”. (P.57). (5).
Finalmente, a la mayoría de la humanidad y a sus hij@s que son todos los niños y adolescentes en medio del conflicto armado, no les es de provecho una guerra, pues si en “paz”, much@s sufren agresión física y psicológica, en guerra están expuestos al terror, también con secuelas de por vida, si sobreviven. Que cese el fuego. (6).
Referencias: