La deficiente gestión de las arcas públicas municipales: lo que NO se hizo por Córdoba
Poco se conoce sobre la gestión del tándem PP-Cs en los presupuestos municipales de los últimos años en nuestra ciudad, que siempre salen adelante gracias a la abstención de Vox. Es palpable ese run run sobre lo poco que se ha hecho en Córdoba en esta legislatura. Si echamos atrás la mirada… ¿Qué nuevas infraestructuras disfrutamos, qué reformas de envergadura, qué inversiones públicas en plazas y barrios son evidentes en tiempos recientes, que podamos comparar con aquellas que disfrutamos de anteriores legislaturas con Gobiernos de otro signo político? Esta pregunta deberían responderla quienes administran las arcas municipales.
En febrero de 2022, Izquierda Unida denunció que el Gobierno municipal que encabeza José María Bellido dejó sin ejecutar 185 millones de euros de su propio presupuesto de 2021, una cifra “récord” en la historia del ayuntamiento. Poco antes, el Diario Córdoba había publicado detalles sobre la ejecución presupuestaria municipal;
[…] El presupuesto del 2021 se ha cerrado con un 57,21% de ejecución, de unas cuentas que rondaban los 312,6 millones […].
La cifra ofrecida por ese periódico son 160 millones de euros, es decir, cerca de la mitad del presupuesto de 2021. No encontramos más noticias al respecto en otros medios de comunicación, un silencio probablemente derivado del millón de euros que el PP ha gastado en publicidad regando prensa escrita, radios o TV local. Por su parte, el PSOE señaló varios meses después, en diciembre del año pasado, que el presupuesto sin gastar en nuestra ciudad aún se elevaba a 182 millones: “la tesorería del Consistorio acumula más de 182 millones de euros. Mientras las cordobesas y los cordobeses pagan sus impuestos en tiempo y forma, el señor Bellido y su gobierno son incapaces de gestionar ese dinero y en vez de estar invirtiéndolo en desarrollar económicamente la ciudad, en mantenerla, en tenerla limpia, lo tienen en el banco». Esta grave anomalía repercute además en la “pérdida de subvenciones que llegan de otras instituciones, como la Agenda Urbana, los Fondos Next Generation o los EDUSI”.
Si observamos la letra pequeña, poco trascendió -por ejemplo- la escasa ejecución de las partidas presupuestarias destinadas al Casco Histórico: de 1,7 millones para equipamiento urbano, mobiliario, o mejora de colegios, solo se gastaron 50 mil euros; un plan de empleo joven, dotado con 200 mil euros ejecutado al 0%; la adquisición bibliográfica para las bibliotecas municipales era de 238 mil euros, de los que solo se gastaron 70 mil; ni un euro de una partida de 100.000 que iba a destinarse al comercio ambulante; de 464 mil euros en subvenciones a comercios solo se gastaron 200 mil; Para las ciudades inteligentes se habían reservado 420 mil, pero únicamente se invirtieron 37.000 euros [1].
Los datos del presupuesto a 31 de diciembre de 2022 siguen la misma senda: se ejecutó poco más de la mitad, un pírrico 55,49% [2]. En el desglose, encontramos que la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) no ha gastado sus 4,5 millones asignados, o este gasto no llegó al 10%: «Si valoramos la ejecución del presupuesto de Urbanismo del 2022 no llega al al 10%. Esto significa que hay millones de euros que se han quedado en el cajón en un organismo que debe ser el motor económico de la ciudad» [3]. En Estrategias de desarrollo urbano sostenible e integrado (EDUSI) hay solo 3 millones ejecutados de un total de 18 millones; 13 millones siguen en trámite y dos que no se sabe dónde están; De los fondos NEXT GENERATION, que son otros tres millones de euros, se han ejecutado cero euros; Tampoco sabemos nada del presupuesto destinado a Movilidad (un millón), Administración Electrónica (medio millón) o IMTUR (150 mil euros), que siguen en trámite.
En cuanto a Infraestructuras, se concluyeron con fecha 31 de diciembre de 2022 la ridícula cantidad del 11% de las inversiones (arreglo de calles y otras obras), con un dato escandaloso en cuanto a mantenimiento de colegios, de edificios, y de parques y jardines en distritos, en que el grado de ejecución es cero (estamos hablando de cerca de otros 800.000 euros presupuestados).
En cuanto a servicios sociales, las ayudas de emergencia (3,3 millones de euros) se quedaron al 70% de ejecución. Este es un apartado especialmente sensible, pues se trata de ingresos a la población más vulnerable de la ciudad, en barrios como Polígono Guadalquivir, Las Palmeras, Las Moreras o Sector Sur (ayudas al alquiler de vivienda, de emergencia social y ayudas económicas familiares). Las ayudas a infancia y familia se quedaron en la mitad, mientras que otras inversiones que aparecían en el presupuesto, como la adquisición de edificios para uso público (medio millón de euros) u otras inversiones en edificios y colegios (700.000 euros) tampoco se han ejecutado. La adquisición de suelo para VIMCORSA no existió, y llama la atención encontrar en prensa una nueva convocatoria de ayudas de la empresa municipal de vivienda para instalación de ascensores y rehabilitación de viviendas y edificios, con fecha 7 de abril [4] cuando la realidad es que en 2022 no se instaló ningún ascensor ni se rehabilitaron edificios con arreglo a este presupuesto.
Este inmovilismo puede comprobarse fácilmente cotejando noticias. En julio de 2021 nos encontramos con el anuncio de la promoción de “113 apartamentos para mayores en Sama Naharro con plazo de ejecución de 20 meses” [5] en su “segunda fase”. A día de hoy deberían estar construidos, pero leemos que “en enero de 2023 se adjudicó y firmó el contrato de obra, habiéndose iniciado las mismas en el mes de febrero, con un plazo de ejecución de 19 meses” [6], y a continuación se nos vuelve a prometer que “los 113 pisos de mayores de Sama Naharro en Córdoba estarán listos a finales de 2024”.
Desde Izquierda Unida se ha reiterado que “ya está bien de pedir créditos para obras que no se realizan nunca”, pues estas “generan intereses vinculados a los proyectos de inversión”. Proponen algo fácil de entender: “concluir las inversiones por hacer y, una vez terminadas, realizar las siguientes”.
Y seguimos… Bono Comercio, con un presupuesto de un millón de euros por año, ni un solo euros entregado en tres años, ni nada gastado en el programa de “reactivación del comercio” tras la pandemia.
Con todo, demandas por parte de la ciudadanía no faltan. Desde 2022, siete asociaciones vecinales reclaman al Ayuntamiento de Córdoba que permita las placas solares en el casco histórico para facilitar el autoconsumo eléctrico a sus más de 32.000 vecinos. Entre los argumentos contrarios desde el consistorio, que «no es una opción viable por su alto precio unitario y de instalación, ya que requiere levantar el tejado y realizar una obra mayor”. Es un árbol en un bosque con diferentes especies desatendidas: un amplio parque de viviendas para el alquiler social a precios asequibles para la juventud; la ampliación de la red de huertos urbanos municipales; una dotación suficiente para los equipamientos municipales ante el abandono de los centros cívicos, reformando los actuales y construyendo nuevos centros en áreas desatendidas; medidas destinadas al apoyo del comercio, la limpieza, accesibilidad, el control de las viviendas turísticas; soluciones ante la falta de equipamientos sociales sobre todo en barrios periféricos o barriadas alejadas; un plan transversal para la gestión de espacios verdes, la revegetación o reverdecimiento del espacio urbano con incorporación de nuevas zonas verdes y el aumento de zonas de sombra; planes de asfaltado, y peatonalización de calles, limpieza de solares abandonados o grandes moles en ruinas como el Polideportivo de la Juventud en la Plaza de Andalucía; nuevas instalaciones deportivas de carácter público para el uso y disfrute de los vecinos; la decidida inversión en el ámbito cultural y en el inigualable patrimonio histórico de la ciudad, y un largo etcétera. El dinero no se gasta pero las necesidades se mantienen y se perpetúan.
Con esta deficiente gestión nos encontramos con que el gobierno municipal PP-Cs ha presentado para 2023 unos presupuestos que siguen careciendo de grandes inversiones pero aumentan un 3,4% con respecto a las proyecciones de 2022, con unos ingresos corrientes que crecen, vía impuestos, un 6,5%. Se vuelve a gastar dinero en publicidad, en difundir en medios locales lo que se va a hacer, se anuncian mayores inversiones para que la ciudad avance, y eso queda en el imaginario colectivo, cuando la terca realidad, los datos objetivos, nos muestran lo poco que se ha hecho.
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[2] Datos facilitados por el Área de Economía de Hacemos Córdoba.
[3] Declaraciones del portavoz del Grupo Municipal Socialista, José Antonio Romero. El PSOE de Córdoba denuncia que el gobierno de Bellido «vuelve a vender humo con el presupuesto de Urbanismo».
[5] Vimcorsa construirá 113 apartamentos para mayores en Sama Naharro.
[6] Vimcorsa reserva 2,6 millones de euros para terminar los apartamentos de Sama Naharro.