Terror hipermediatizado en Barcelona (II)

«No hay que tener miedo de la pobreza ni del destierro, ni de la cárcel, ni de la muerte. De lo que hay que tener miedo es del propio miedo». Epicteto

 

¿Imaginan que en vez de la piel de ovejita jesuítica, con la careta de ‘modernidad’, la Conferencia Episcopal diese pábulo a clérigos integristas sacados de los tiempos de la Contrarreforma? De tal forma, en alucinada ucronía, el ‘cura de la tele’ (… pública con una Constitución supuestamente aconfesional) sería amonestado por ‘buenista’ en su jerga frailuna, animándole a terminar sus sermones-mitin con invocaciones a la virgen de las batallas y a Santiago matamoros. El cardenal Cañizares abogaría en esa conjetura virtual por la vuelta a la Inquisición, con redoblado ímpetu por la afición a los churrascos de herejes. Y hasta el arzobispo de Granada, en pleno delirio desaforado hipotético, defendería sin tapujos el derecho de pernada de los señoritos, los niños ‘castrati’ para disfrute melómano de la curia, y la servidumbre de efebos para solaz del clero… Aberrante en pleno S. XXI siquiera imaginado, ¿verdad?

 

Pues lo que nos resulta inadmisible para los bautizados nos lo embuchamos para ‘el moro’, que por lo que se ve no sólo tiene muchas más tragaderas, sino que empujándole a practicar desvaríos sectarios extranjeros, disfrazados de muy piadosos, así ayudamos a buscarle la ruina. En ese inducido caldo de cultivo no nos rasguemos las vestiduras si enloquecen jóvenes monstruos – ¿o cabezas de turco engrillotados por estupefacientes y embaucamientos? -, como los que han desatado el caos en Barcelona poniendo en jaque al Estado media semana, con un ‘operativo terrorista’ propio de Mortadelo: un ‘imam’ camello expresidiario y por tanto fichado por la Interpol, armas adquiridas en un bazar chino, chalecos-bomba simulados más falsos que un euro de madera, bombonas de butano y explosivos de droguería en una base-ocupa – en inmueble propiedad del Banco escrivariano Popular – de Alcanar , furgoneta criminal de alquiler, el kamikaze que se salta un punto de control antiterrorista como si nada y que según un testigo presencial ‘iba medio drogado o medio borracho’ (¿ese es el perfil de un puritano fanático ‘yihadista’?), y el ‘olvido’ de la documentación en la huida en plan Torrente. Y para colmo del sanguinario y cobarde esperpento, la ‘célula’ no incluía a entrenados y musculosos guerrilleros, no… ¡a menores en chanclas! ¡Han tenido que difundir la fotografía de uno de esos payasos asesinos descerebrados, exhibiéndola con un tiro en la cara al estilo siciliano, para que no pareciese un melodrama barato a pesar de quince civiles muertos! Y para esos forenses y avezados periodistas: ¿no interesa a la opinión pública qué clase de drogas había ingerido el comando cadete, y a qué habían ido a París unos días antes, tan cerquita por autopista de la sede central de la OTAN en Europa sita en Bruselas? (Secretario General Stoltenberg… ¿sigues por ahí, pichorra, o estás cazando gamusinos bermejos en la frontera con Kaliningrado?).

 

No finjamos a estas alturas sorpresas cuando es muy fácil localizar a esos mojigatos psicópatas con ‘complejo de culpa’. Su obsesión recurrente es la condena por la música: amansa incluso a las fieras… no a ellos, mucho peores. Así como su paranoia ultramachista por reprimir y encerrar a las mujeres, vistas por esa escoria en minoría de edad perpetua. Los melófobos y misóginos de toda laya con disfraz de ‘pastor de almas’ deben hacer saltar todas las alarmas, así gasten barba o alzacuello, burka o hábito monjil. Hablar de esos crímenes horrendos de los matones del Daesh, milicia creada y armada por EEUU, como propios de ‘musulmanes radicales’, así como darle esa consideración a imames, implica en su mundo enaltecer su bestialidad, vendiéndonosla como ‘más’ islámica. Hacer ‘facultades de teología’ por cuenta del Ministerio o de federaciones musulmanas supone intentar apagar el fuego del dogmatismo sectario con lanzallamas. No, de ningún modo… como sucede entre las comunidades evangélicas cuando eligen su pastor, los corresponsables de la elección de un imam son los miembros de su propia comunidad. El hecho de que no traduzcan con corrección sus jutbas (‘sermones’ de los viernes) a la lengua local, y no sean bilingües, podría ser un indicio de un peligroso intento de ocultamiento de torcidas intenciones. 

 

¡Hasta algún media colabora haciéndoles el caldo gordo, publicitando a un supuesto ‘cordobés’ del Daesh que no sabe ni hablar andaluz para sacar pecho en supuesta autoría! Difundiendo las milongas de los terroristas por los teletipos, engordando el ego de un imbécil medialeche como ‘portavoz’, dándoles autobombo, ¿no se reforzaban sus gilipolleces, en qué quedamos…? ¿O demonizando lo andalusí, paradigma de pluriculturalidad y tolerancia en el mundo, ya vais serviditos de cara a la parroquia? Por favor, no olvidéis a aquella ‘yihadista almonteña’ detenida haciendo pinitos de arte dramático, hace tiempo que no sabemos nada de ella y estamos más preocupados que la ‘brigada política’ – ¿disuelta, o ahora reciclada en religiosa? – de los supernumerarios Fernández Díaz y Cosidó.

 

Aunque el decimonónico ‘salafismo takfirí’, por acá en versión pararrequeté cañí, la nefasta ideología soporte de tanta barbarie mercenaria no se inventó ayer. ¿Seguro que nada tiene que ver el que desde hace cerca de cuarenta años se pudieran haber infiltrado ‘burrócratas’ opusinos con anteojeras en el Ministerio de Justicia -Subdirección general de asuntos religiosos-, y se pusieran a dar carta de naturaleza legal ‘religiosa’ al dogmatismo intransigente y podrido, con el fin de desacreditar el Islam – si no a ‘catoliquizarlo’ creando un engendro perverso -, y al mismo tiempo complacer los caprichitos de multimillonarios jeques, con mala conciencia tras sus orgías en Marbella o en Tánger…? 

 

No precisamente un ‘radicalismo exprés’ ni ninguna otra monserga, un terrorista o un homicida NO es ni puede ser musulmán, ni puede ser enterrado en un cementerio islámico. ¡Ya está bien de aguantar esta basura! Desde hace ¡casi cuatro putas décadas! hay constancia de la fabricación de esa bazofia del Frankenstein doctrinario, endosado con impunidad desde los desiertos de Oriente Medio, y encasquetado con turbante converso españolista. Mientras, en Afganistán por entonces estaban sacando a simplones estudiantes (talibanes, en pastún/ árabe) de las madrasas, con financiación en petrodólares, la venta al por mayor de opio, y entrenamiento y suministros bélicos yanquis, para poner a aquellos – en ese momento bien ponderados por la prensa – escolares militarizados a hacer el Rambo, incitándoles contra los soviéticos (todavía siguen empantanados por allí, y encima quieren que continuemos pagándoles la fiesta armamentista al elitista lobby mercachifle castrense de los espabilados).

 

Por esa época los ‘errados’ éramos los que despreciábamos el esquizoide maniqueísmo de dividir el mundo en malos y buenos muslimes o cristianos. Los que defendíamos y defendemos una administración y educación pública laicas con plena separación religión-Estado, una valoración de la identidad andalusí sin verse denigrada por la interpretación fundamentalista católica o la anacrónica neoalmorávide de pacotilla, ambas mancomunadas contra toda forma de pluralismo, refractarias a una vertebración cultural no excluyente, y frente a la digna consideración de nuestro Legado autóctono morisco, sefardí, cristiano mozárabe y gitano, entre otros. Y por lo menos para defender a su nación los catalanes tienen a sus Mossos d’Esquadra; por el contrario, en la colonia andaluza nos conforman con los Mozos de Cuadra de la feria del caballo de Jerez de la Frontera.

 

Porque observamos, consternados y asqueados, que sin descanso los vesánicos sociópatas – abonados a la ‘guerra eterna contra el terror’ de Bush – no han cesado en el afán de intentar en vano dinamitar los puentes hacia el pensamiento libre y la razón, adversos los exaltados a la gente sencilla que lo único que quiere es vivir en paz, llamada por esos ignaros daltónicos ‘las zonas grises’ o ‘las tinieblas de los pecadores’. El catolicismo preconciliar y el fanatismo pseudomístico árabe siempre han ido de la mano en su arrogante ceguera deshumanizada, no sólo en el plano de los negocios import-export y en parte del accionariado del IBEX 35. 

 

Por ello cabe preguntarse… ¿cómo es posible que se consienta manosear las prestigiosas ‘marcas’ Córdoba, Granada o Al-Andalus para difundir el más repulsivo fascismo religioso foráneo? ¿Cómo se permite que ciertos ‘imames’ o curas sean pagados por Estados extranjeros, y por nuestros impuestos, cuando la milenaria Herencia civilizatoria y abierta a lo universal de la Noble Tierra que pisan y les ha acogido les importa una mierda? De ningún modo, la ‘libertad de expresión’ (o religiosa) que reivindican hasta alcanzar el poder absoluto los totalitaristas, inclusive algunos que llevan chilaba o sotana, no puede servir para pisotear la Constitución – aun fallida – y machacar la Libertad de Conciencia, el derecho a discrepar y nuestra lucha por una verdadera democracia, con estricta Separación de Poderes. No como si todos los aparatos del Estado fuesen regidos por un analfabeto gerifalte beduino y sus parientes, o por un sanedrín opusino a las órdenes del mussoliniano estadúnculo vaticano.  

 

Y en el rampante sistema de enseñanza público/ privado – y confesional de tapadillo o con descaro -, en el Solar de la Alhambra, la Giralda, la Mezquita de Córdoba, la gran Sinagoga de Toledo, el rico Patrimonio mudéjar y mozárabe del norte peninsular, las señas de identidad lingüísticas y culturales vivas de nuestro acervo común, ¿podemos tolerar que inescrupulosos docentes serviles del programa del Ministerio o Consejería de turno, desquicien a chavales con una visión sesgada, tramposa, si no inexistente, de nuestra Historia y Cultura andalusíes de tantos siglos, aún hoy asombro del mundo a pesar de sus esfuerzos oscurantistas? Y encima tienen ciertos docentes la perruna jeta de preguntarse por qué muchos de sus alumnos – nacidos hijos o nietos de inmigrantes, sí, pero instruidos por ellos – ‘no se integran’… ¡cómo se van a integrar, mamones, si aspiráis a asimilarles subrepticiamente sin respeto alguno por el sincretismo de culturas mediterráneas presente en el genio de Gaudí, cuánto menos por la Memoria Andalusí y la importancia universal de la Civilización de Las mil y una noches…!

 

Y ahí no acaba el grotesco surrealismo. Observen que en los ‘debates’ tomateros de los media del gran capital, al justificar cualquier tropelía del avariento nacional-catolicismo, sacan al ruedo a impúdicos sofistas amaestrados por ‘la obra’, con verbo bien impostado y los mejores encuadres; y por el contrario en representación de independentistas, comunistas o del Islam, vg, presentan casi siempre a segundones recrecidos por la cancha mediática, caraduras subvencionados por el Estado… cuando no directamente a monigotes con dificultad para expresarse en la lengua de Nebrija. Y el resultado, claro, sólo puede resultar petardero. Una falsa dialéctica donde se rehuye la sustancia del asunto a tratar, con gastados trucos retóricos de vicaría entreverados con ordinarieces de vieja maruja de corrala. Por no aludir a politicastros ‘andalucistas’ de supina incoherencia e impostura, con tal extrema vocación neofalangista entregados en lavarle el sable a ‘la autoridad’ y por las conspiraciones de sacristía, que a los destinatarios de tanta baba deben producirles náuseas. 

 

A la postre, haciendo un pan como unas hostias, tenemos lo que nos hemos ganado a pulso en los Buldan (Países de…) Al-Andalus: la indiscutible capitalidad del frikismo mundial, donde si renaciese de sus cenizas Buñuel allá en el turolense monte Tolocha, se volvía a acostar porque muy poco ha cambiado el mayorazgo monáquico-papista en el terreno de la convergencia con las democracias europeas (las cuales si bien imperfectas nos dan cien mil vueltas). Y tampoco se pierdan el capítulo de los presuntos ‘expertos’ o ‘islamólogos’, estómagos agradecidos que no se salen del chusquero guión antisemita y andalusófobo ni para ir a defecar sus frustraciones de lacayos. ¿Puede extrañar a alguien que Catalunya o Euskal Herria anhelen emanciparse cuanto antes, hartas de películas de interesados enconamientos moros y cristianos más viejunos que una cagarruta fósil de Atapuerca? 

 

De ahí la grosera desaprensión de la casta politiquera jacobina. La aparente desidia de los alcaldes de Córdoba, Granada, Sevilla y otros lugares no sólo de Andalucía, junto con los responsables de Interior de San Telmo y Madrid, produce la máxima inquietud por no instar con urgencia a la protección de monumentos Patrimonio de la Humanidad con bolardos, maceteros, mayor seguridad, peatonalizando sus accesos… pudiendo provocar un vehículo-bomba o un sencillo atentado parafascista daños irreparables no sólo a las personas (pienso por ejemplo en el muro sur de la Mezquita de Córdoba, en la calle Corregidor Luis de la Cerda abierta al tráfico rodado, el cual apenas protege el Mihrab único en el mundo y la capilla del inca Garcilaso, o la solitaria Medina Azahara; el entorno mal defendido de la base de la Giralda; ángulos expuestos del Palacio de la Alhambra, etc…).

 

Aunque no debéis preocuparos los que confundís unidad con uniformidad, o unión con Bankunión que dijera el clásico. Acude solícita otra vez a Barcelona la discípula de Chaves y Griñán, vuestra adalid rojigualda Susana, con la excusa de la nueva manifestación dispuesta a reunirse, y meter a los catalanes por vereda centralista al amparo de la patrulla águila. Aun al precio asimétrico de seguirnos marginando y empobreciendo a los parias meridionales del Estado, consintiendo discriminaciones competenciales y económicas ilegales norte-‘sur’ desde Moncloa. Con su maquinaria propagandística autonómica, evaluada en 600 millones €, ella se figura impune con ese postizo beaterío de capataz cortijera de baja estofa, unido a su habitual cinismo de apolillada camisa azul mechado con imperiales violetas de ópera bufa. Que se prepare para una nueva sangría de votos en las siguientes municipales y autonómicas, por facha recalcitrante. No le saldrá gratis.

 

Y como colofón… si hubiese tratado a fondo con politicastros rojipardos del pesebre en la Península Ibérica aquella incomparable cubana, la Lupe, no lo hubiera dejado más claro en aquel renombrado bolero: ‘…puro teatro, falsedad bien ensayada, estudiado simulacro’.

 

 

* Al-Hakam Morilla Rodríguez, Coordinador de Liberación Andaluza. Cuenta de twitter bloqueada por la censura: @lascultura . Nueva: @liberacionan