Narciso Isa Conde •  Opinión •  25/10/2018

Trampa y coloniaje

Al oír al presidente de la Junta Central Electoral-JCE de la República Dominicana, Julio César Castaños Guzmán, en reciente programa de la Z101 en New York, reafirmé mis convicciones sobre su actual gestión electoral proclive al fraude y confirmé su visión colonialista pro-estadounidense de cara a los comicios del 2020.

  • Lacayismo.

En verdad provocan vergüenza ajena sus alabanzas a los EEUU como supuesto paladín de la democracia mundial, hogar acogedor y pleno de felicidad para la diáspora dominicana y espacio de superación sublime, dador de grandes bondades.

Esto así porque una cosa son las bases fundacionales de la independencia y la vida republicana de esa Nación y otra su devenir como poder federal y como potencia imperialista.

Incluso el liberalismo burgués quedó atrás, tanto en su accionar interno como a nivel internacional.

Un sistema político-estatal tutelado por dos partidos (DEMÓCRATA Y REPUBLICANO) al servicio del gran capital privado, usurpado por el complejo militar-industrial-financiero y un puñado de transnacionales (cada vez delincuentes); cruzado por la supremacía blanca, el racismo y la xenofobia; con una historia de vejámenes contra sus pueblos originarios, su población afro-descendiente y la gran masa pobre de emigrantes del tercer mundo; con records mundiales de invasiones militares, guerras de exterminio, saqueos, depredaciones ambientales e imposición de dictaduras y tiranías de todo tipo:

¡JAMÁS PUEDE SER CONSIDERADO MODELO DE DEMOCRACIA Y DE VIRTUDES HUMANAS!

Castaños, hablando en territorio estadounidense, al menos debió ser más rescatado y respetar la sociedad representada, dos veces invadida por EEUU en el siglo 20.

  • Pusilanimidad.

Escucharlo exaltar la historia electoral fraudulenta de este país como aval de su Junta Central Electoral (JCE), hablar de superación de yerros si enmendarse lo acontecido recientemente (comicios fraudulentos del 2012 y2016), proteger el robo de su ex presidente, Roberto Rosario, comprendido en el déficit de 2500 millones de pesos ( 50 millones de dólares) y en la estafa de los escaners (apañada por dos presidentes, el pasado y el actual: Leonel Fernández y Danilo Medina), justificar la burla de los partidos a la resolución que prohíbe las campañas fuera de tiempo, exaltar el mamotreto de la ley de partidos…aporta más que suficiente para entender, que quien así piensa y actúa, nunca podrá dirigir unas elecciones limpias y democráticas, sin trampas y sin intervenciones estatales locales y extranjera.

Esto sin entrar a detallar cómo ya esos comicios están condicionados y atrapados por el poder del dinero público y privado a favor de dos conglomerados representativos de este sistema degradado y pervertido: el oficialista pro Partido de la Liberación Dominicana (PLD( y el opositor pro Partido revolucionario Moderno (PRM); elecciones “arbitradas” por una JCE y un Tribunal supremo Electoral (TSE) parciales a la corporación o9ficialista y tuteladas por el pentagonismo y Mr. Trump, que en última instancia, en caso de fraude intragable, dirán con quien se quedan. (21-10-2018, Santo Domingo, RD)


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