La clase discutidora
Una joya de sabiduría a veces nos viene del pasado distante e ilumina el presente. Puede venir de las fuentes más inesperadas.
A mediados de los 1850s, Don Juan Donoso Cortés, filósofo político español, conservador y monarquista, escribió críticamente sobre el naciente liberalismo, la forma social que él llamó, “una clase discutidora”.
Según Donoso Cortés, esta clase no se envuelve en movimientos sociales; no tomarán parte en ningún movimiento. Escribirán para la prensa (las conocidas Cartas al Editor), y a veces se ocuparán en esfuerzos legislativos políticos, pero no irán más allá.
Sus energías para asuntos sociales las ocupan solo en conversaciones — Punto.
No van a arriesgar sus pivilegios para beneficiar a otras clases sociales.
Mientras el Régimen Trump solidifica su poder en el gobierno, vamos a escuchar discusiones, a veces discusiones bastante acaloradas. Pero discusiones en Facebook, o artículos en los periódicos, no crean movimientos sociales.
Los movimientos -los verdaderos movimientos sociales- transforman las conciencias, lo que generalmente contribuye a cambios sociales, porque mentes abiertas al cambio nutren los movimientos sociales.
Movimientos sociales demandan cambios sociales, y luchan por hacer esos cambios.
Discusiones no son suficientes.