EEUU, criminal compulsivo
Deseamos iniciar esta reflexión, con la máxima de Simón Bolívar, que reza: “Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias, en nombre de la libertad”. Simón Bolívar, 05 de agosto de 1829. Carta al coronel Patricio Campbell redactada en Guayaquil, Ecuador.
De ella enfatizamos la expresión “plagar” (infestar) y “miserias” (desgracias). La primera, sin duda, dos siglos después, las acciones de EEUU se han convertido en la principal causa de muerte de los pueblos que desean ser libres. La segunda expresión denota, amenazas, desgracias, desventuras.
Estas desgracias y amenazas, se han traducido en la historia de América Latina y el mundo, en muertes. El Center for Research on Globalization, ha publicado un estudio de James A. Lucas, donde se muestran la cantidad de muertes por guerras, golpes de Estado y otras operaciones subversivas de EEUU, por ejemplo:
El profesor Michel Chossudovsky, director del “Center for Research on Globalization”, nos recuerda que, siendo aliados de EEUU en la Segunda Guerra Mundial, Rusia y China, pagaron el más alto precio en vidas humanas por la victoria sobre el Eje nazi fascista: 26 millones de soviéticos y 20 millones de chinos murieron en la Segunda Guerra Mundial, mientras que EEUU perdía solo algo más de 400 000 vidas.
Se agrega, según el estudio de Lucas, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial (en 1945) hasta hoy, se estima que esa cifra se sitúa entre 20 y 30 millones de muertos, esto es, cerca del doble de muertos en la Primera Guerra Mundial.
“Pero además de los muertos, hay que contabilizar los heridos, que a menudo quedaron mutilados y físicamente impedidos por el resto de sus vidas. Algunos expertos calculan que por cada persona muerta en guerra, hay otras 4/5 personas heridas. Eso significa que el número de personas heridas en las guerras estadounidenses pasan de los cien millones”.
El estudio agrega, a esos estimados, una cantidad indeterminada de muertes, probablemente millones, provocadas desde 1945 hasta nuestros días, por los efectos indirectos de las guerras (hambrunas, epidemias, migraciones forzosas, esclavismo y explotación), daños al medioambiente, sustracción de recursos a las necesidades vitales de las poblaciones para dedicarlos a cubrir los gastos militares.
En otro orden de ideas, “el estudio documenta las guerras y golpes de Estado que EEUU ha realizado en más de 30 países de Asia, África, Europa y Latinoamérica y revela que las fuerzas armadas de EEUU son directamente responsables de la muerte de 10 a 15 millones de personas, muertes provocadas por las guerras más grandes, las de Corea y Vietnam y las dos guerras contra Irak. Entre otros 10 y 14 millones de personas han muerto en las guerras que EEUU ha estimulado y librado a través de fuerzas aliadas, entrenadas y dirigidas por los estadounidenses, en Afganistán, Siria, Angola, el Congo, Sudán, Guatemala y tantos otros países”.
“La agresión de EEUU contra Vietnam, guerra que se extendió a Cambodia y Laos, dejó una cantidad de muertes que se estima en 7,8 millones, además de una enorme cantidad de heridos y daños genéticos a varias generaciones debido a la dioxina que EEUU regaba con aviones en esos países”.
“En los años 1980, la CIA organizó la guerra por intermediarios en Afganistán, donde esa agencia de inteligencia estadounidense entrenó y armó, con la cooperación de Osama Bin Laden y de Pakistán, más de 100 000 muyahidines para luchar contra las tropas soviéticas (que apoyaban al gobierno afgano legítimo y progresista)”.
“El más sangriento de los golpes de Estado fue el que la CIA organizó, en 1956, en Indonesia. La CIA entregó a los escuadrones de la muerte indonesios los nombres de los primeros 5 000 comunistas que debían eliminar físicamente. Se estima que el número de personas asesinadas está entre medio millón y 3 millones de personas”.
Para seguir recalcando lo anterior, el sitio web El Destape, revela una investigación del Cline Center de la Universidad de Illinois, quien señala que “desde 1982 hasta 2019, Estados Unidos participó en 350 intentos de golpe de Estado, de los cuales 150 fueron exitosos”.
El estudio analiza, a su vez, “el período en el que John Bolton ejerció el cargo de asesor en Seguridad Nacional y cruzó esa línea temporal con los golpes de Estado, en los que Washington tuvo participación. La primera conclusión, a la que llegó el analista Philip Bump, es que de los 350 golpes que intentó Estados Unidos, 191 ocurrieron mientras Bolton ocupaba algún cargo en el Gobierno”.
Finalmente, “el periodista de The Washington Post armó entonces una lista que va desde la invasión de Afganistán a los intentos de hacer un golpe en Venezuela bajo la administración de Trump. En octubre de 1989, hubo un intento de derrocar al dictador panameño Manuel Antonio Noriega. Fue destituido del poder luego de una invasión estadounidense en diciembre. En 1992, un golpe de estado en Afganistán condujo de manera similar a la destitución del líder del país, un aliado de mucho tiempo de la Unión Soviética. También hubo intentos de golpe en varios otros países mientras Bolton sirvió bajo el presidente George W Bush, incluidos Filipinas, Azerbaiyán, Bangladesh y Rumania, donde el secretario general Nicolae Ceausescu fue derrocado”.
“Además de la invasión de Afganistán, el golpe más significativo, según el estudio de Cline Center fue la destitución en marzo de 2004 de Jean-Bertrand Aristide como presidente de Haití, bajo el gobierno de Bush. “En 2018, Bolton se convirtió en el tercer asesor de seguridad nacional de Trump. Fue durante este período que intentaron más de una vez sacar del poder al líder venezolano Nicolás Maduro, sin éxito”.
Para finalizar esta ola de crímenes, asesinatos y homicidios, deseamos ver la opinión del abogado Rolando Prudencio Briancon, en su escrito, “El imperialismo yanqui en su fase terminal prepara una escalada de Guerras de Poder”, quien enfatiza que, “según documentos exclusivos y entrevistas con más de una docena de funcionarios gubernamentales actuales y anteriores, desde 2018 a 2020, el gobierno de Estados Unidos llevó a cabo actividades de contraterrorismo en 85 países; tal como revela investigaciones realizadas por la Universidad de Brown. Estas operaciones incluyen ataques aéreos y con drones, combates en tierra y los llamados programas de la “Sección 127e”, en los que las fuerzas de operaciones especiales de EE. UU. planifican y controlan las misiones de los ejércitos aliados”.
“Una declaración de Joseph Votel, un general retirado del Ejército de EE. UU., quien dirigió tanto el Comando de Operaciones Especiales como el Comando Central de EE.UU., confirmó la existencia de estas operaciones no reveladas anteriormente en: Egipto, El Líbano, Siria, y Yemen, describiéndolas como esfuerzos de “contraterrorismo” de EE.UU. Además, fue implementado en Túnez otro programa de la serie 127e, cuyo nombre en código es Obsidian Tower que nunca ha sido reconocido por el Pentágono”.
Agregando, además, estas “operaciones consideradas Guerras de Poder es la que precisamente EE.UU., ha está ejecutando a través del reclutamiento de miembros de Daesh en Siria, para enviarlos a luchar en Ucrania contra Rusia”.
“Estas Guerras de Poder, previamente las preparan, como en el caso de Rusia, considerada una “amenaza” y China un “desafío” rodeándolas por bases norteamericanas. Según el viceministro de defensa ruso, Anatoli Antonóv afirmó que alrededor de unas 400 bases militares estadounidenses. Una similar estrategia ha empleado contra la China, que bajo el concepto de la OTAN de: “desafío sistémico”, la ha rodeado también, usando a Taiwán como punta de lanza”.