Mil años tardó en morirse, pero al final la palmó
- Pssssss… que ya vienen, ya los oigo, ya vienen a por ti, Paco.
- Pepe, no me jodas, que estaba echando la siesta.
- Paco, llevas echando la siesta 43 años, pero vete despidiendo, quevienen a por ti, lo acaba de aprobar el consejo de ministros social-comunista-separatista-terrorista.
Franco se removió, gruñendo perezosamente en su ataúd, maldiciendo a José Antonio Primo de Rivera.
- Estos rojos-gruñó el Caudillo de España por la Gracia de Dios-son unas alimañas rencorosas… hice mal en dejar alguno vivo.
En ese momento un sacerdote, el prior del Valle de los Caídos, el candidato de la Falange, Santiago Cantera, entró en la cripta, apurado.
- Excelencia-intervino Santiago- Ya se oye a los camiones de los rojos saliendo de los barrios obreros de Madrid para llevarle no se sabe dónde.
- Vale, Santiago, no les tengo miedo. Pero lo que necesito son soluciones.
- Podemos intentar-dijo el sacerdote- seguir los consejos que su cuñado filo nazi, Serrano Suñer, aprendió de Hitler, Himmler y Goebels. Tenemos que mentir y mentir y conseguir que nuestros aliados convenzan a los españoles de que el Valle es un lugar de reconciliación de todos los españoles que murieron en la Guerra Civil. De todos. Hay que mandarle un guasap por el grupo al PP y a Ciudadanos, que lo repitan sin parar.
- PP y Ciudadanos ya saben lo que tiene que decir-replicó Franco-, pero lo malo es que en mis Decretos de 1-4-1940 y 31-7-1941 y 23-8-1957 dejé escrito y firmado que el Valle era para el reposo de “los héroes y mártires de la Cruzada”. Solo para los vencedores, no para los vencidos.
- Pues entonces-sugirió Santiago-que nuestros defensores repitan sin cesar todas las pamplinas de siempre, “que no es momento de reabrir heridas”, “que hay cosas más urgentes que hacer”, “que tiene que ser por consenso”, “que menudo gasto inútil”… todas esas trolas que han servido para que todo siga igual desde el siglo pasado.
- Ya lo tengo-dijo triunfante Primo de Rivera-. Te sacamos nosotros antes, te enterramos en una cuneta y en cuanto ganen las elecciones Casado o Rivera, te volvemos a traer aquí.
- Es una buena idea, Excelencia-apoyó el prior-. Y así cuando vengan los rojos y no le encuentren, se creerá que usted ha resucitado y toda España, temerosa de Dios, rezará por su regreso.
Franco dudaba, pero finalmente aceptó, con la condición de que en la cuneta no hubiera ningún rojo. El prior, con la ayuda de un amigo, exhumó el cuerpo del asesino y lo enterró junto a un camino de El Escorial… pero el destino se conjuró para frustrar los planes de los franquistas. El prior ganó una bonoloto, se fue al Caribe, se casó con un mulato y olvidó su pasado a base de beber mojitos. Su amigo salió luego concejal por el PP de su pueblo y al final se hizo jefazo en el partido, pero un día se atragantó en uncampeonato mundial de escupir huesos de aceituna y le faltó el riego sanguíneo a la parte geolocalizadora del cerebro, por lo que olvidó en qué cuneta estaba el dictador.
Finalmente, un pelotazo del PP en la Comunidad de Madrid convirtió el camino en una ruinosa autopista radial de pago. Con el movimiento de tierras, el dictador terminó en el terreno adyacente, una comuna del movimiento LGTB que abonaba su huerto con las cacas de sus perros. Liberado de su ataúd, su cuerpo con su culo blanco se fue descomponiendo y nutriendo hierbas, arbustos y árboles, que se iban mustiando y secando conforme los infectos nutrientes del criminal quemaban su savia.
Cuando los rojos abrieron su tumba no lo encontraron, y ante la conmoción nacional y las apocalípticas apelaciones facciosas al fin del mundo, el mismo Dios tuvo que intervenir. Desmintiendo a Sabina, con su omnipotente dedo dibujó en las nubes un mensaje para tranquilizar al país, ateos incluidos: “está donde se merece, en el infierno”. Y, cómo no, “en leguas a la redonda, el champán se terminó”.
Fuente: https://colectivopuentemadera.blogspot.com/2018/08/mil-anos-tardo-en-morirse-pero-al-final.html