Luis Pino •  Opinión •  27/04/2017

La maldición de la OEA

Que el gobierno revolucionario de la República Bolivariana de Venezuela se retire de la Organización de Estados Americanos (OEA), era de esperarse, dadas las puñaladas arteras que la coalición de gobiernos coloniales al servicio del imperio estadounidense se han propuesto, para derrocar a Nicolás Maduro, liquidar el chavismo y restaurar el gobierno celestino cuartorrepublicano que ponga los recursos minerales, energéticos y materiales al servicio del gobierno que preside el retroconservador y pornopuritano Donald Trump y las transnacionales.

La maldición de la OEA

Han sido muchas las agresiones sistemáticas contra los venezolanos, desde que el chileno Insulza estaba en la Secretaría General de la OEA, hasta el presente, con el rastacueril uruguayo tarifado del gobierno estadounidense, Luis Almagro, quien hace bien su rol de cipayo al  servicio del Ministerio de Colonias, como la rebautizó el  Comandante Fidel Castro.

Y, el luego de tantas agresiones de gobiernos corruptos al servicio imperial, la decisión del Presidente Nicolás Maduro deretirar a la República Bolivariana de Venezuela,se justifica en este momento, por las razones siguientes:

Ha emergido en el Continente Americano un nuevo mundo multicéntrico y pluripolar, que se replica en el resto de continentes, con un carácter humano, solidario, libertario, ecosocialista y con potencias de vida y paz, los que están en las antípodas de lo que ha representado desde su fundación la OEA, que ha sido el órgano de adocenamiento y control de los Pueblos de nuestra América;

Producto del nuevo mundo emergente, nacieron la Alianza de los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), la Unión de Naciones del Sur (UNASUR), la Comunidad Económica Latinoamericana y Caribeña (CELAC), PetroCaribe, los  cuales están en sintonía con los principios básicos del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL);

Los principios básicos de la “democraciarepresentativa”que sólo conocen y reconocen los lacayos imperiales, que en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV: 1999),hemos superado, a partir de una “democracia participativa y protagónica”, en el seno de la OEA es imposible de  conciliar, porque contradice los necesidades e intereses del imperio estadounidense y pondría en entredicho a gobiernos de facto y de corruptos fascistas nacidos en su seno, como los de Brasil, Paraguay, Argentina, Colombia, Perú  y otros tantos de esta estirpe protoimperial;

Los venezolanos hemos tenido plena soberanía, únicamente con el Comandante Hugo Chávez y con el primer presidente chavista, Nicolás Maduro, soberanía por la que estamos dispuestos los patriotas a pelear y defender a muerte, como haremos a la vuelta de poco tiempo, cuando desde la celestina OEA se justifique, mediáticamente, la  invasión encabezada por EEUU y sus lacayos, entre los que sobresale Juan Manuel Santos.

No cabe la menor duda de que este hemisférico organismo lacayo del imperio estadounidense empezará a tambalearse y caerá  desde hoy, sin que nadie lo empuje, porque ningún gobierno libérrimo está dispuesto a ser tutelado y a entregar su soberanía a bufones imperiales. Salirnos de la maldición de la OEA es digno y significa quitarnos el fardo del Ministerio de Colonias al servicio imperial estadounidense.

Fuente: http://www.telesurtv.net/bloggers/La-maldicion-de-la-OEA-20170426-0004.html


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