El fascismo sobrevuela Argentina
Terrible lo que leo y oigo en los últimos días después que el ultraderechista Javier Milei obtuvo la presidencia en Argentina contra su oponente Sergio Massa.
Todo hace indicar que el terror volverá a recorrer las calles y ciudades de esa nación sudamericana a la usanza de la última dictadura cívico-militar que asoló al país de 1976 a 1983 y que de acuerdo con las Comisiones de la Verdad, las víctimas fueron 40 175 personas, incluyendo ejecutados políticos, detenidos desaparecidos y víctimas de prisión política y tortura.
El plan sistemático de la dictadura iba dirigido a desarticular el pensamiento nacional: el peronismo revolucionario y todas las organizaciones de izquierda.
Para lograrlo, necesitaba la transformación del modelo productivo con la instalación de un neoliberalismo salvaje, lo cual requería la desarticulación de las instituciones gremiales, sociales, culturales y sus comisiones de base.
La dictadura perpetró un plan sistemático de desapariciones forzadas, que incluyó el secuestro de alrededor de 500 bebés, niñas y niños que fueron separados de sus familias y apropiados bajo otra identidad.
Se calcula que fueron unas 30 000 personas las desaparecidas durante la dictadura y según el Informe Nacional sobre Desaparición de Personas, 33 % eran mujeres, y el 10 % de ellas estaban embarazadas y casi ninguna alcanzaba los 30 años de edad.
Los Centros Clandestinos de Desaparición, Tortura y Exterminio (CCD, unos pocos ya funcionaban en 1975) comenzaron a proliferar tras el golpe de Estado de 1976 como un plan sistemático de desaparición de personas en el contexto del terrorismo de Estado.
Después del triunfo de Milei, comienza a repetirse el mismo patrón de intimidación contra los que apoyaron a Massa.
Hace pocos días, el presidente de la Juventud Radical, Agustín Rombolá y la actriz Dolores Fonzi, recibieron mensajes amenazantes con el símbolo común de la dictadura: el auto Falcón Verde y un pequeño escrito: vos quédense tranquilos… el Falcón pasará por ustedes la próxima semana.
El anónimo de Rombolá agregaba: “te hace falta una bala” y “con un fierro en la cabeza te agarraría”.
A la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau le han enviado varios mensajes al correo electrónico: “Pelotuda de mierda, se van a morir vos y el hijo de madre de Massa” y otro que expresa, “con Milei, nosotros los vamos a matar a ustedes… vamos a hacer la limpieza que la Argentina necesita”.
Las amenazas las realizan hasta miembros retirados del ejército como el ex capitán Iván Volante quien tras el debate entre los candidatos a vicepresidentes, la ultraderechista Victoria Villarruel y Agustín Rossi, publicó un vídeo de un Falcón Verde, en el que afirmaba que ningún militar quiere a Rossi, y recalcaba “siete…aunque un poco incómodos entran en el baúl”
Al día siguiente Villarruel lanzaba una declaración en el que se leía, “mi apoyo al capitán y a todos nuestros hombres de las FFAA, FFSS que padecen demonización y el maltrato del Kirchnerismo”.
Por eso el presidente del bloque de Unión por la Patria, Germán Pedro Martínez declaró: “Todo el arco político argentino debe repudiar estos hechos de odiadores. Frenemos esta locura y cuidemos nuestra democracia”.
Años difíciles les esperan a las fuerzas progresistas argentinas que deben estar atentas a la nueva ola fascista que trata de retornar al país.
Como escribió el escritor portugués, José Saramago: “La derrota tiene algo positivo, nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva”.