El destino del prisionero Simón Trinidad, visto por su abogado estadounidense
Trinidad anotó un empate en su primer juicio; los cargos de que él era un terrorista y traficante de drogas fueron descartados.
Razones políticas impulsaron al presidente colombiano Álvaro Uribe para tramar la extradición del prisionero político Simón Trinidad a los Estados Unidos en diciembre 31 de 2004. Allí, se habría pensado, serviría como una lección objetiva para los otros líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP). Pero doce años más tarde, en noviembre 30, 2016, el Congreso colombiano ratificó un acuerdo de paz entre las FARC-EP y el gobierno colombiano. Sin embargo, Trinidad permanece en una prisión de máxima seguridad en Colorado, cumpliendo una condena de 60 años.
Durante el curso de los cuatro años de conversaciones representantes de las FARC solicitaron repetidamente que a Trinidad se le permitiera unirse a su equipo de negociadores en La Habana. Incluso en los últimos días de su mandato, después de que el conflicto había terminado, el presidente Obama negó el indulto a Simón Trinidad.
El Congreso colombiano recientemente preparó el camino para que miles de otros(as) combatientes prisioneros de las FARC y otros prisioneros (as) políticos sean amnistiados y liberados. Simón Trinidad no será uno de ellos.
El abogado Mark Burton en Denver es del defensor en Estados Unidos de Trinidad. Él respondió recientemente a las preguntas enviadas vía correo electrónico con respecto a la situación de su cliente. La información de contexto que aparece abajo puede servir para introducir los comentarios de Burton.
El padre de Simón Trinidad, un abogado y hacendado, fue un senador colombiano; su abuelo materno fue gobernador del departamento de Santander. Trinidad mismo, trabajó para un banco agrario de propiedad del Estado, administró otro banco, y enseñó economía en una universidad. Después de dejar Valledupar por un campamento rebelde en 1987 a la edad de 37 – ya viejo para ser un guerrillero principiante- él sería conocido como Simón Trinidad, no más como Ricardo Palmera, su nombre de nacimiento. Para las FARC-EP, él fue un negociador, especialista en educación política, asesor financiero, y representante en el extranjero.
La policía local con asistencia de la CIA capturó a Trinidad en Quito, Ecuador en 2004. Él había estado ahí para contactar al oficial de las Naciones Unidas para negociar la liberación de los prisioneros de las FARC. Después de su extradición a Colombia, autoridades estadounidenses lo transportaron a Washington. El gobierno de los Estados Unidos lo llevó a juicio cuatro veces entre 2006 y 2008.
Trinidad anotó un empate en su primer juicio; los cargos de que él era un terrorista y traficante de drogas fueron descartados. En un Segundo juicio él fue condenado alegando haber conspirado para el secuestro de tres contratistas de inteligencia de los Estados Unidos en 2003, después de que en un tiroteo de las FARC hubieran derribado su avión. Trinidad recibió la máxima sentencia; 20 años por cada contratista secuestrado. Los fiscales fueron incapaces de condenarlo en su tercer y cuarto juicios con cargos de narcotráfico, que el gobierno finalmente abandonó.
Trinidad estaba muy lejos de la escena cuando el secuestro ocurrió. Los fiscales no presentaron evidencia indicando su directa o indirecta participación. En prisión, Trinidad ha vivido en confinamiento solitario por casi 12 años. Los oficiales de prisión restringen severamente sus llamadas telefónicas, correspondencia y visitas de familiares o amigos.
Relato de Mark Burton:
El presidente Obama nunca indultó a Simón Trinidad. ¿Qué perspectivas hay para su eventual liberación?
MB: Fue una gran decepción que el presidente Obama no concediera clemencia a Simón Trinidad. Las aguas no están muy claras ahora, pero los primeros comentarios de la administración Trump no dan mucha esperanza de que esta administración simpatice mucho con el Proceso de Paz colombiano. Esto no significa, sin embargo, que no nos vamos a seguir organizando y abogando por la liberación de Simón. Su encarcelamiento es muy injusto y su liberación de la mayor importancia. El Proceso de Paz colombiano y la sociedad en su conjunto pueden únicamente ser fortalecidas con la presencia de Simón Trinidad en Colombia. El movimiento por su liberación continuará con mayor vigor.
¿Qué deben hacer las personas u organizaciones en el camino de agitar su liberación?
MB: En Facebook hay una página llamada “Apoye el Proceso de Paz Colombiano, Simón Trinidad Libre.” Hay además el sitio web www.freericardopalmera.org. En estos sitios de Internet hay actualizaciones de la campaña para la liberación de Simón Trinidad y llamados a la acción; llamadas a la Casa Blanca, manifestaciones, etc. Será incrementada la actividad debido a la intransigencia de las autoridades de los Estados Unidos, de manera que debemos seguir estos sitios web para una futura acción. Nosotros estamos planeando organizar giras en el país para elevar el perfil de la campaña de Simón Trinidad, así que por favor vean los detalles.
Pienso que es importante que el caso de Simón Trinidad sea tomado por los grupos de paz y justicia, iglesias, salas sindicales, alrededor del país. Los sitios de Internet de arriba pueden ofrecer información y apoyo para cualquier organización que desee realizar un evento, o simplemente recibir más información.
Creo que es de la mayor importancia que el caso de Simón Trinidad aparezca en la prensa y medios populares tanto como sea posible. Es importante que su nombre sea conocido en todas partes, de manera que más y más personas entiendan la importancia de su caso.
¿Si él volviera a Colombia, sería enjuiciado y/o encarcelado?
MB: Simón tiene más de 40 casos abiertos en Colombia. Uno de sus más grandes deseos es estar en Colombia para enfrentar los cargos en su contra. La mayoría de los casos alegan que Simón, como un miembro del Secretariado o el Estado Mayor, ordenó actos criminales para ser cometidos por otros. Esos casos reclaman que Simón es el autor intelectual de muchos crímenes basados en su alta posición en las FARC-EP. Estos casos son completamente absurdos en tanto Simón nunca ha sido miembro del Estado Mayor o el Secretariado y los cargos son falsos. Estos casos son lo que es llamado un montaje judicial en Español, o un frame up en ingles.
Todas las acusaciones hechas contra Simón están basadas en sus actividades reportadas como un miembro de las FARC-EP. Él, por lo tanto calificaría para que sus casos sean revisados por la Jurisdicción Especial para la Paz. Sus casos tendrían una clase de tratamiento especial bajo la nueva legislación de paz y él no debería permanecer en custodia cuando él sea devuelto a Colombia.
¿Por qué el presidente de los Estados Unidos no actúa enviándolo de vuelta a Colombia?
MB: No estoy al tanto de los procesos de toma de decisiones del gobierno de los Estados Unidos. Pero uno de los principales factores, imagino, es la resistencia del Departamento de Justicia para la liberación de Simón Trinidad. Esta es la división de los Estados Unidos que lo ha perseguido. Ellos están a menudo muy fuertemente opuestos a la liberación de prisioneros políticos. El Departamento de Justicia también reclama representar los intereses de las “víctimas” en este caso. Es decir, los tres contratistas para el Pentágono. Ellos estuvieron involucrados en el conflicto interno de Colombia al grabar en video posiciones de las FARC en el campo y enviando estos videos a los militares de los Estados Unidos del Comando Sur. Tampoco es claro de cuáles acciones tomó el gobierno colombiano para facilitar su liberación y si hubo alguna presión diplomática para solicitar su liberación.
¿Qué hizo o no el gobierno colombiano para empujar por su liberación?
MB: Ésta es realmente una pregunta importante. No es claro que el gobierno colombiano haya hecho un fuerte empujón para la liberación de Simón, aún si formalmente lo solicitaron. Para que Simón sea liberado bajo una concesión de clemencia, creo que el gobierno colombiano debe ser fuerte. No hay indicación de que el gobierno colombiano actúa de manera fuerte aquí. Algunos dicen que el gobierno colombiano no hizo nada. Pero es posible que el gobierno hizo una petición, pero no la apoyó con una fuerte presión diplomática.
Círculos establecidos en Colombia parecen albergar una especial animosidad contra Simón Trinidad. Hay historias de que él abandonó a su familia y tomó el dinero del banco donde él trabajaba. ¿Tales acusaciones envenenan la atmósfera en su contra?
MB: Es mi creencia personal de que hay alguna especial animosidad hacia Simón en ciertos sectores de la sociedad colombiana debido a la cuestión de la clase social. No he visto ninguna evidencia de que Simón Trinidad desvió ningún fondo de su banco a las FARC y no creo que los círculos gobernantes colombianos estén molestos por las acusaciones de robo de dinero. Creo que esta hostilidad está basada en la clase.
Simón Trinidad vino de una prominente familia en Cesar. Su padre fue un senador de la república. Simón Trinidad fue a exclusivas escuelas y universidades en Bogotá. Él llegó a ser el gerente de un banco en Valledupar, Cesar. Se consideraba que pertenecía a las clases altas en esa parte del país. Él siempre tuvo, sin embargo, preocupaciones sociales. Cuando el trabajó en un banco agrario y al tratar con el campesinado en el Cesar, el llegó a preocuparse por la situación de los pobres rurales.
Cuando Simón Trinidad se unió a una organización clandestina revolucionaria él fue considerado como traidor a la clase. Creo que ciertos sectores de la sociedad colombiana estuvieron enfurecidos por el hecho de que alguien de las clases altas realmente se rebelara contra las reglas de la oligarquía en Colombia. Esto puede explicar la especial hostilidad, y mal tratamiento que él ha recibido de ciertos sectores del establecimiento colombiano.
¿Cómo está siendo tratado Trinidad en prisión? ¿Qué contactos tiene con el mundo exterior?
MB: Simón estuvo en absoluto confinamiento solitario por 13 años – con muy poco contacto humano. Sólo recientemente le ha sido permitido tener alguna interacción limitada con otros pocos prisioneros y esta es una mejora. Sin embargo, él aún no puede tener contacto con nadie externo a la prisión distinto a su familia inmediata y su defensor. Le están permitidas cuatro llamadas de 15 minutos cada mes con su familia y eso es todo. Sus condiciones son aún muy restrictivas y crueles. Su defensor y los miembros de su familia que tienen contacto con él,tienen que firmar algo llamado SAM (sigla en inglés), o Medida Administrativa Especial, prometiendo no enviar o recibir ningún mensaje de Simón Trinidad para una tercera parte. Él está efectivamente aislado del mundo exterior.
¿Cuál es su impresión de Simón Trinidad como persona?
MB: Admiro mucho a Simón Trinidad. La primera vez que fui a reunirme con él en la prisión esperaba reunirme con alguien que estaba desmoralizado por su sufrimiento debido a estar encarcelado por años en confinamiento solitario. Simón Trinidad es todo menos un derrotado o desmoralizado. Cuando lo ví la primera vez, él estaba de pie en la pequeña sala donde me reuní con él, tenía una gran sonrisa en su rostro y me saludó muy cordialmente y tuvimos una maravillosa conversación. Simón Trinidad es realmente el “Hombre de Hierro”, el nombre dado por su famoso biógrafo [Jorge Enrique Botero], dado que él no permitirá que las condiciones en las que vive lo derroten o a sus ideales.
Él es una persona extremadamente inteligente y analítica, y puede diseccionar un problema con la precisión de una navaja. Simón Trinidad es una persona muy estudiosa que trata de leer tanto como puede –dadas sus condiciones- y conoce de los actuales eventos en Colombia y el mundo. Él también tiene un muy buen sentido del humor y gusta de una buena broma. Una de sus más admirables cualidades es que es muy compasivo. Simón tiene un sentido de compasión por la gente pobre y trabajadora, y también por la gente que él conoce.
¿Qué está ahora en pie en la vía de implementación del acuerdo de paz?
MB: El principal problema de interferencia con la implementación del proceso de paz es la inacción del gobierno colombiano. Lo más inquietante es la reticencia del gobierno colombiano para actuar contra el paramilitarismo. Los asesinatos de líderes (as) sociales continúan sin una fuerte reacción del gobierno. A fin de tener paz, la oposición debe tener garantías para su seguridad y el gobierno colombiano debe seguir adelante en su promesa de combatir al paramilitarismo.
También parece que hay resistencia de sectores dentro del gobierno para implementar el proceso de paz. Por ejemplo, muy poco del tribunal de la jurisdicción especial para la paz está en marcha. Parece que hay algún sabotaje, o al menos mucha inercia del gobierno para seguir adelante en los compromisos del acuerdo de paz.
¿Qué sucederá con los prisioneros (as) políticos en Colombia siguiendo el proceso de paz?
MB: Los (as) prisioneros políticos deben ser liberados y permitirles participar en la Jurisdicción Especial de Paz. A los (as) prisioneros acusados únicamente de delitos políticos se les debe garantizar la amnistía. Aquellos (as) otros acusados de crímenes internacionales (como los reconocidos por la Corte Penal Internacional) se someterán a la Jurisdicción Especial para la Paz. Este proceso es de la mayor importancia para el acuerdo de paz.
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* Tom A. Whitney Jr., es un pediatra retirado y periodista político residente en Maine. Miembro de la Red Internacional de Solidaridad con los (as) prisioneros políticos colombianos – INSPP.
** Traducido al español por Liliany Obando: es socióloga, defensora de derechos humanos. Miembro de la Red Internacional de Solidaridad con los (as) prisioneros políticos colombianos – INSPP.
Fuente: Artículo publicado en inglés en: http://www.counterpunch.org/2017/02/17/the-fate-of-prisoner-simon-trinidad-as-seen-by-his-u-s-lawyer/
Fuente: http://www.telesurtv.net/opinion/El-destino-del-prisionero-Simon-Trinidad-visto-por-su-abogado-estadounidense-20170227-0040.html