Arthur González •  Opinión •  28/04/2019

Las mentiras de Mike Pompeo

Por Arthur González*/MartianosHermesCubainformación.- El propio Secretario de Estado, Mike Pompeo, confirmó recientemente que la CIA, miente, engaña y ejecuta acciones ilegales, algo que aprendió muy bien cuando era miembro de esa Agencia.

Con esa conducta incorporada, ahora como Secretario de Estado continúa mintiendo y engañando a sus conciudadanos, para incrementar la matriz de opinión contra Cuba, a fin de que respalden las acciones de la administración Trump.

Para reafirmarlo, el 17 de abril ofreció una conferencia de prensa para anunciar la decisión de no suspender más la aplicación del Título III de la Ley Helms-Burton, dando luz verde a las reclamaciones de estadounidenses que hayan tenido propiedades en Cuba y les fueran nacionalizadas después de 1959.

También se les permitirá a los cubanos que ahora son ciudadanos de ese país, siempre que puedan demostrar sus propiedades nacionalizadas.

Como justificación de la nueva medida para reforzar la guerra económica, comercial y financiera contra el pueblo cubano, al que pretenden matarlo por hambre y enfermedades, el ex Director de la CIA expuso una retahíla de falsedades que causarían risa, sino fuera por su crueldad.

Hay que recordarle a Pompeo las acciones cometidas por Estados Unidos contra Cuba, algo que, o desconoce, u olvidó, como fue la solicitud enviada al Congreso por el presidente McKinley, el 11 de abril de 1898, para intervenir militarmente a la Isla, donde afirmaba:

“Es la única esperanza al alivio y descanso de la situación insoportable que padecen los cubanos, lo que implica la pacificación forzosa de Cuba”.

Esa mentira encubría el anhelado y viejo interés de apoderarse de la Mayor de las Antillas, algo que nunca han dejado de soñar.

Pompeo no menciona que muchos de los cubanos hoy nacionalizados norteamericanos, salieron huyendo de Cuba por crímenes cometidos, y a los que Estados Unidos les otorgó la categoría de “refugiados políticos”, como parte de las campañas contra la Revolución naciente.

Si el gobierno revolucionario cubano nacionalizó, el 3 de marzo de 1959, la Compañía Cubana de Teléfonos, afiliada a la International Telephone and Telegraph Corporation, fue para consolidar su soberanía nacional. De inmediato se rebajaron las tarifas y se canceló el acuerdo de 1957 firmado por el dictador Fulgencio Batista, que amplió la franquicia otorgada a esa Compañía y le permitía elevarlas.

En abril del 59 Cuba tomó la decisión soberana de clausurar los casinos de juegos, emporio de la mafia italo-norteamericana desde 1947, cuando el capo mafioso italiano Lucky Luciano arribó a la Habana para reunirse con los jefes estadounidenses de la Cosa Nostra, entre ellos Meyer Lansky, fundador de los primeros casinos en La Habana, unido al negocio de las drogas y la prostitución organizada.

Las nacionalizaciones continuaron, entre ellas las tierras afectadas por la Ley de Reforma Agraria, en mayo del 59, lo que trajo como resultado que Estados Unidos protestara por los términos de la compensación monetaria y no aceptó los pagos propuestos. Gran Bretaña, Canadá, Francia, Italia, España, México y Suecia si negociaron con Cuba y recibieron sus liquidaciones.

Desde ese instante Estados Unidos inició acciones subversivas para derrocar a la Revolución, bombardeos aéreos con aviones procedentes de Miami en octubre de 1959, ocasionaron muertes y heridos en La Habana y Las Villas.

El 11 de diciembre de ese mismo año, desde la embajada yanqui se envió un informe secreto al Director de la CIA, en el que se afirma:

“Los objetivos de Estados Unidos son el derrocamiento de Castro en el término de un año y su reemplazo por una Junta que sea del agrado de los Estados Unidos, la cual convocará a elecciones seis meses después de su llegada al poder”.

En el mismo documento se proponen varias medidas, entre ellas:

“Alentar a grupos opositores a favor de Estados Unidos, Operaciones de interferencia contra la radio y la televisión, y darle una cuidadosa atención a la eliminación de Fidel Castro”.

Cuba fue víctima de cientos de medidas represivas por parte del gobierno yanqui, las que provocaron más nacionalizaciones de compañías que se negaban a trabajar con el nuevo gobierno, como fue la reducción de la compra de azúcar, la negativa a vender petróleo y posteriormente a refinar el que se adquirió en la URSS, cierre de las plantas de sulfuro y sínter de níquel, y muchas más.

La batalla librada ha sido difícil y dura, los yanquis se lanzaron con todo su poderío para intentar retrotraer el proceso revolucionario, desde la invasión mercenaria, planes de terrorismo de todo tipo, intentos de asesinatos a Fidel Castro, presiones políticas, diplomáticas, guerra psicológica como la triste Operación Peter Pan, hasta las crueles cruzadas propagandísticas y la guerra bacteriológica y biológica contra las personas, fauna y la flora cubana.

Al no poder alcanzar sus objetivos, ahora continúan presionando con la vieja ilusión de derrocar el socialismo y para eso inventan mentiras como las expresadas por Pompeo, entre esas:

La represión del régimen contra su propio pueblo y su exportación obstinada de la tiranía a la región”. “Opresión a las llamadas Damas de Blanco”. “Afirmar que el referéndum constitucional del país, fue una farsa”. “El acoso, golpes y detención de opositores”. “Que el comportamiento de Cuba en el Hemisferio socava la seguridad y estabilidad de los países de la región, y amenaza los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos”. “La exportación por parte de Cuba de sus tácticas de intimidación, represión y violencia”.

Con toda esa vieja retórica desgastada en 60 años, no han podido engañar al mundo, pues se conoce que el padre de la desestabilidad, la represión, los golpes militares para derrocar gobiernos democráticos, las invasiones militares, el asesinato, desaparición y tortura de aquellos que tenían ideas diferentes, provienen de Estados Unidos.

Hoy los yanquis se empeñan en destruir el proceso venezolano y con él a Cuba y Nicaragua, porque no permiten que existan opositores al capitalismo, ni otras ideologías que no sean las del imperio.

Nada de los que ejecutan es democrático ni respetan los derechos humanos, la libre determinación y el pensamiento, es “haz lo que mando o si no te castigo”, cortando ayudas económicas, fomentando opositores terroristas y el chantaje político como arma fundamental.

Cuba continua libre su camino, a pesar de las dificultades que causan la guerra económica, pero digna y soberana para no volver nunca jamás a los brazos del imperio, pues como aseguró José Martí:

Una vez gozada la libertad, ya no se puede vivir sin ella”.

*Arthur González, cubano, especialista en relaciones Cuba-EE.UU., editor del Blog El Heraldo Cubano.

MartianosHermesCubainformación

http://martianos.ning.com/profiles/blogs/las-mentiras-de-mike-pompeo-por-arthur-gonz-lez


Opinión /