Nicaragua bajo dictadura… del doble estándar al copia y pega
Por su importancia y la incertidumbre que engendró! La elección presidencial del 8 de noviembre en los Estados Unidos, ocultó el resultado y limitó comentarios sobre el escrutinio que, dos días antes, había visto la victoria del sandinista Daniel Ortega en Nicaragua. Sin embargo, todas las tendencias combinadas, de la Derecha a la Izquierda (real o supuesta) el aparato mediático se adelantó descalificando implícitamente o explícitamente, sin matices ni puesta en perspectiva, a esta reelección anunciada. Una unanimidad que deja soñar y debería de incitar a la reflexión.
Presidente saliente de Nicaragua, Daniel Ortega fue reelecto por un tercer mandato consecutivo, el 6 de noviembre de 2016, con el 72,5% del sufragio, muy por delante del 15% de Maximino Rodríguez, candidato del Partido Liberal Constitucionalista (PLC, derecha) [1]. Su partido, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), conquistó 71 de los 92 escaños de la Asamblea Nacional. Mientras que el Consejo Supremo Electoral (CSE) anunciaba una Abstención de 31,8%, la coalición de oposición al Frente amplio de la democracia (FAD) la estimó, sin citar ninguna fuente identificable, a más del 70% [2].. En quién confiar?.
En la materia, un simple recuerdo del pasado permite de tener por lo menos una “pequeña idea” sobre la cuestión. Habiendo asistido a la elección precedente, ya cuestionada en la época, que el 6 de noviembre de 2011, termina por una victoria del mismo Ortega con una mayoría de 62% de los sufragios, nosotros podemos afirmar que él había, incontestablemente ganado ese escrutinio (3). No obstante, habiendo llegado en segunda posición con el 31% de los votos, el representante del Partido Liberal Independiente Fabio Gadea, cuestionó su fracaso, pretendiendo él mismo haber obtenido el 62% de los votos (mientras que las encuestas le habían acordado aproximadamente 30%). Alertando a la «Comunidad Internacional» (Comprende: Estados Unidos y Unión Europea) adquiridos ya a su causa, Gadea anuncia una protesta masiva y, para el 3 de diciembre siguiente, una manifestación de 100 mil personas en las calles de la capital de Managua, pero solamente contó entre cinco mil y diez mil (sin presencia de un aparato masivo de represión). Pero es la defensa de su causa que el aparato mediático internacional, escoge de privilegiar.
En 2008, ya después de elecciones municipales, largamente ganadas por el Frente Sandinista de Liberación Nacional – 109 ciudades de 153 -, el candidato que perdió en la alcaldía de Managua, el banquero Eduardo Montealegre, grita al fraude y exige un recuento de votos. Para su desgracia, el CSE acepta. Desde entonces, los liberales optaron por no asistir al recuento y tampoco llevaron ninguna de las «pruebas» supuestas a sustentar su acusación.
Entonces es así, que con mucha reserva es que se va a recibir la reciente declaración de la dirigenta del FAD, Violeta Granera: «Nosotros No reconocemos el resultado de esta farsa y, con la fuerza de la voluntad manifestada por el pueblo de Nicaragua, nosotros declaramos esas elecciones Nulas [4].»
Si hay un comentario que se ha vuelto un círculo, estas últimas semanas, en un conjunto perfecto, es bien éste: Treinta y cinco años después de haber derrocado por las armas a la dictadura de Anastasio Somoza, el FSLN no es lo que era. Qué gran descubrimiento! Para Información: La Unión Soviética, Angola, Afganistán, Irán, Irak, Partido Socialista francés, el príncipe Carlos (quien era el esposo de Diana), la televisión pública, Georges Brassens, América Latina en general, Venezuela, Ecuador y Bolivia en particular, el autor de este artículo y sus lectores tampoco! Y vamos a agregar, con el riesgo de sorprender, que incluso la Nostalgia no es lo que solía ser.
Aquí, no vamos a rehacer la historia del decenio (1980-1990) de agresión estadounidense quien, por “contras” (contra revolucionarios) interpuestos, hubo 57 000 víctimas – de las cuales 29 000 muertos (el resto heridos o mutilados) -, 350 000 desplazados para una población de 3,8 millones de habitantes y arruina el país. Lo que lleva a la pérdida electoral de los sandinistas, vencidos por el bloqueo económico y financiero gringo, la guerra, el hambre y el aislamiento creciente (del hecho de la descomposición del bloque socialista del este europeo), el 25 de febrero de 1990. Siguieron 16 años de un neoliberalismo feroz que lleva literalmente a los nicaragüenses los más pobres a la época de la conquista.
Mientras que los EEUU y sus relevos locales entienden «desandinizar» definitivamente Nicaragua, el FSLN, arrinconado, no encuentra el respiro más que en un «pacto» pasado con el PLC, del presidente ultra-liberal y corrupto Arnoldo Alemán (1997-2001), pacto que todavía le reprochan con vehemencia hoy en día. Negociando con esta fracción de derecha a cambio de la estabilidad política – el FSLN conservando una influencia notable en el seno del ejército, de la policía y de los sindicatos -, los sandinistas permitieron efectivamente, por puro pragmatismo, una modificación de la ley electoral y una reforma a la Constitución que, en un primer tiempo, instaura un bipartidismo de hecho. Pero que permitió, a la espera de mejores días, la sobrevivencia del partido. En el caso contrario, éste hubiera pura y simplemente desaparecido, para la mayor satisfacción de Washington y sus aliados neoliberales “de cepa”. De manera que, a pesar de las presiones de la embajada gringa y de los sectores patronales, es efectivamente gracias a esta ley electoral de enero de 2000 – La que permite la victoria de un Candidato que habiendo obtenido 40% de los votos en la primera vuelta o 35 % con una diferencia de al menos 5% de los votos con el candidato que llegue en la segunda posición – que Daniel Ortega volverá a la presidencia en 2006. Daniel gana entonces con 37,99% de los votos, lo que le asegura la Victoria en la primera vuelta contra el banquero millonario y candidato del Partido Liberal Independiente (PLI) Eduardo Montealegre (28,30%). Se encontrará eventualmente el episodio poco satisfactorio en términos de “democracia formal”, pero este retorno al poder va a permitir la puesta en marcha de importantes reformas permitiendo a la población beneficiarse de un acceso mayor a los servicios sociales en materia de educación, salud, seguridad social, de habitación y de legalización de la propiedad, derechos ignorados durante los 16 años de neoliberalismo.
Durante esta campaña electoral de 2006 es la derecha quien, apoyada por la jerarquía católica y las iglesias evangélicas, las que sacaron por arte de magia un proyecto de ley penalizando el aborto (incluyendo a mujeres en peligro de muerte o violadas). Para no perder la elección alienándose con las iglesias, el Frente, «previsto» a encontrarse entrampado por la maniobra, de nuevo, muy pragmático se une a la propuesta, «lo que marcó los espíritus [5] ». Es lo menos que podemos decir: diez años después, a excepción de la Prensa de obediencia religiosa, muy pocos artículos sobre Nicaragua omiten una referencia a éste “pecado capital “ del FSLN. En lo absoluto, nada aquí, que sea chocante, salvo por ese pequeño detalle. Como es que este tema de la interrupción voluntaria de embarazo (IVG) aparezca, sistemáticamente, sólo para Nicaragua? Si una mención de ésta cuestión es absolutamente insoslayable, sea cual sea el tema abordado, porque no citar los artículos concernientes a todos los otros países de América Central, México, Argentina, Brasil, Colombia, Venezuela, Perú, Ecuador, Bolivia, Chile, Paraguay, Surinam (sin mencionar de decenas de países, fuera del continente Americano )?
En América Latina, sólo cuatro países autorizan el aborto: Cuba, Guyana, Uruguay y Puerto Rico, así como el Distrito Federal (Ciudad) de México. En Chile, Michelle Bachelet, pelea, hasta hoy, sin resultado, para hacer autorizar el aborto terapéutico. En Paraguay, una niña de 10 años violada, le prohibieron abortar. En Argentina, el tema es intocable – mientras que en el país está permitido el matrimonio de personas del mismo sexo y la adopción por parejas homosexuales. En México, 700 están presas por “homicidio” después de un aborto real o supuesto (6)…. Después de todo, si se adopta la visión reservada por los “observadores” en Managua, eso valdría mención sistemática. No podríamos, por otro lado, imaginar que cada artículo consagrado a Cuba mencione que el aborto fue autorizado desde 1965, libre y gratis? Qué nos perdonen ésta mala broma … la isla “de los hermanos Castro” no es Nicaragua: en lo que concierne, el elemento del lenguaje obligatorio de la prensa “pensado conforme” es “derechos humanos “no “aborto”..
Que se trate de Nicaragua o de sus «países hermanos» latinos, más allá de tal partido o de tal Jefe de Estado, de derecha como de izquierda, la pregunta a hacer y analizar es la de la enorme influencia de iglesias conservadoras, por no decir obscurantistas – incluyendo a las mujeres de clase social popular, como lo pudimos constatar en 2011, en Nicaragua, en el transcurso de múltiples entrevistas. Y de la superación de esta situación, con el tiempo por la educación. Lo que implica reformas sociales en la materia – empezadas ya por el FSLN, precisamente.
Para cerrar este capítulo que reconocemos objetivamente doloroso para muchos progresistas y sobre todo feministas, recordaremos que una mayoría de 34 mujeres figuran entre los 62 diputados sandinistas electos el 6 de noviembre del 2011. Quién dice mejor?
De hecho, por su historia atormentada, la Nicaragua Sandinista experimenta una “gran brecha” permanente. El ex-guerrillero Ortega no creó alianzas con algunas facciones del sector privado local y empresarios de América Central? Él, mismo se «alió al gran capital», los EEUU «son el primer socio del país», se ahoga el diario Le Monde (5 de noviembre), sin duda en plena muda ideológica, puesto que en otros tiempos, le acusaba de «antiimperialista primario» y, en el marco de una economía “intervencionista”, de querer «estatizar» todo! De hecho, el país firmó un Tratado de Libre Comercio (TLC) de naturaleza neoliberal con los EEUU antes, ulteriormente, de agregarse a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), del ala progresista latinoamericana (7). Podemos entonces, como se lee por aquí o por allá, acusar al FSLN de todo y de nada y, en particular, de tener como “compadre” a la derecha neoliberal ratificado el TLC?
El acuerdo de Libre-intercambio EEUU-República Dominicana-América Central (CAFTA-RD) fue firmado en el 2003, después de 12 cortos meses de negociación. Quedaba entonces, en cada uno de los países implicados, ratificarlo. Durante un “foro social contra el TLC” organizado del 12 al 18 de abril de 2005 en Costa Rica, se nota la presencia, entre los miles de dirigentes sociales y actores institucionales, a la diputada Alba Palacios, en representación del FSLN. El Frente organizaba entonces, en Nicaragua mismo, múltiples manifestaciones de calle para oponerse al proyecto. Finalmente y sobre todo, Daniel no estaba en el poder cuando, el 10 de octubre de 2005, bajo la presidencia de Enrique Bolaños, el Congreso nicaragüense ratificó el Tratado por mayoría simple – 49 votos a favor (PLC y Diputados Independientes) 36 votos en contra (FSLN!!) y 3 abstenciones.
Podremos reprochar a los sandinistas de no haber denunciado ese tratado, con el riesgo de un duro contragolpe de Washington, después de haber regresado a la cabeza del estado. Pero ese sería tema para otro debate. De manera general, es más fácil entrar en ese tipo de espera que de salir. Testimonia el hecho que Ecuador y El Salvador, a pesar de la llegada de Jefes de Estado Progresistas (Rafael Correa y Sánchez Cerén), no hayan renunciado a la dolarización de sus economías que, a pesar de todo, criticaron ferozmente. También testimonian los debates calientes y los desacuerdos de la izquierda francesa (y europea) en el plano “A”, “B”, “Y “ o “ Z” de una eventual salida del Euro o de la Unión.
Si “Daniel”, como le llama el pueblo, pudo ser reelecto en noviembre de 2011, denuncia en una sola voz el aparato mediático, es porque la Corte Suprema de Justicia (CSJ), un tiempo atrás, modificó la Constitución y declaró inaplicable su artículo 147 que prohibía un nuevo mandato. Es necesario transformar, ad vitam aeternan, esta modificación en un “crimen absoluto”? Cuando esto tuvo lugar, fue justificada por el hecho de que la prohibición de la reelección “limita el derecho del pueblo a escoger a sus representantes y gobernantes“, así como “el derecho de los ciudadanos a ser electos a cargos públicos». Lo que se podría discutir con buena fe. Pero eso no es lo más importante. Lo que se puso, sobre todo, en evidencia es que esta prohibición no figuraba en la Constitución que entró en vigor el 9 de enero de 1987, bajo el gobierno sandinista, pero que fue incorporada durante una Reforma Parcial en 1995. Ahora bien, a diferencia de la “Carta Magna “ de 1987, resultado de una Asamblea Nacional Constituyente, que después de dos años de trabajo, fue aprobada el 19 de noviembre de 1986 (8), ésta reforma, calificada por algunos en la época de “golpe de estado parlamentario“, no fue esta reforma, sometida a la aprobación de los ciudadanos. En materia de información, el comentario es libre, pero los hechos deberían por lo menos de ser recordados.
En todo caso, el escándalo mediático fue mucho menos virulento cuando el Presidente colombiano Álvaro Uribe, electo una primera vez en 2002, el también reformó la “Carta Magna” por la Corte Constitucional con la finalidad de poder presentarse a un segundo mandato (que ganó) en 2006. Toda referencia a esta “anomalía “ desapareció por completo de los radares, cuando el Presidente Santos utilizó esta facultad para reelegirse el 15 de junio 2014. Notaremos también el silencio absoluto que acompañó la trayectoria del “muy respetado” social demócrata Óscar Arias, cuando la Corte Constitucional de Costa Rica, en abril de 2003, adopta también, una enmienda que le permitía reelegirse (había sido jefe de estado de 1986 a 1990) lo que hasta ese momento no estaba autorizado.
Gracias a esta reforma, Arias fue electo el 5 de febrero 2006 con 40,9% de los votos. Nadie se preocupó de este resultado tan modesto -sólo el 0,9% más de lo necesario de los 40% necesarios para salir electo en la primera vuelta -, dos puntos superior al resultado de Ortega! Es verdad que Arias, gran amigo de EEUU, militó ardientemente en favor del famoso CAFTA-RD y que, una vez vuelto al poder, organizó en su país una “campaña del miedo” en favor del “sí” para ratificarlo a través del referéndum del 7 de octubre de 2007. He aquí el detalle que cambia todo. «Mediador» impuesto por Hillary Clinton, hizo que las negociaciones fueran lentas y largas entre Manuel Zelaya y los golpistas, quienes lo derrocaron el 28 de junio del 2009. Impidiendo el regreso de Zelaya antes de las elecciones generales “bajo control“ del 29 de noviembre de 2009, Arias permitió la ascensión a la presidencia de Honduras a otro “gran amigo“ de Washington, Porfirio Lobo. Denunciando hoy con mucho entusiasmo el “populismo”, que, ayer, la ruptura del orden institucional en un país vecino centroamericano, ese mismo que Arias se permitirá de observar a la ocasión de la victoria reciente de Trump en los EEUU: “este escenario no es muy diferente del poder que gozan Vladimir Putin, Nicolás Maduro y Daniel Ortega [9] »…
Y ya que estamos hablando de Honduras …. Recordamos que “Mel” (diminutivo de Zelaya) fue derrocado en 2009 por haber querido organizar un referéndum “no vinculante“ solicitando a los hondureños si deseaban la convocación de una asamblea constituyente para reformar la Constitución. La oligarquía, el ejército, el Parlamento y la Corte Suprema, justificaron “el golpe“ acusándole de fomentar esta revisión “ilegal“ para poder preparar un segundo mandato, formalmente prohibido. En efecto, la Constitución hondureña, comportaba varios artículos -los artículos pétreos (“grabados en el mármol») – que prohibían reformar de cualquier manera que sea y uno de los cuales que trataba la no reelección del jefe de Estado.
En Honduras pasaron algunos años de apocalipsis, lo que literalmente lo ha transformado en un estado fallido. Después de que el Partido nacional interpusiera un recurso (que ayudó al derrocamiento de Zelaya) en «la inaplicabilidad» de los artículos 42 § 5 y 239 de la Constitución, así como el artículo 330 del Código penal, ¡el 23 de abril de 2015, la Corte suprema de justicia, borró estos artículos de un plumazo! Por consiguiente, lo que se le prohibió a Zelaya a través de la eventual decisión de una Asamblea constituyente y justifica una acción de extrema violencia – ¡un golpe de estado! -, se vuelve autorizando al presidente neoliberal Juan Orlando Hernández, electo en condiciones dudosas (volveremos sobre este tema), quien anunció su intención de representarse en 2017. Anunciando «Mi gobierno aún tiene mucho por hacer», para justificarse que «reelegirse es un derecho humano» [10].
En ese momento, frente a tanto cinismo, se multiplicaron protestas y manifestaciones en Tegucigalpa y en todo el territorio de Honduras y esto dentro de una total indiferencia. Por ello, en estos últimos días, ¿dónde pasó el noble gremio de periodistas, observadores y otros doctores en ciencias políticas, tan atentos y rigurosos, cuando se trata de Nicaragua?
Volvamos al 2016 y al escrutinio del 6 de noviembre. «En junio, la Corte suprema de justicia, bajo el mando de Ortega, decidió retirar la personalidad jurídica al principal partido de oposición, el Partido liberal independiente (PLI), anular la participación de la Coalición nacional para la democracia y participó indirectamente al debilitamiento de la representación parlamentaria de la oposición tras la destitución de veintiocho diputados de la oposición (PLI y Movimiento de renovación sandinista) [11]. » En otros términos: Ortega logró bloquear el conjunto de espacios políticos obstaculizando el camino a los urnas a los candidatos de la oposición. «Del sandinismo al absolutismo» titulaba ya el diario Libération el pasado 8 de agosto…
Oponiéndose al FSLN, la Coalición nacional para la democracia (CND) que hasta hace algunos meses, agrupaba una nebulosa de formaciones políticas entre las más importantes encontramos el Partido liberal independiente (PLI) – 31 % de votos durante las elecciones presidenciales de 2011 – y que en teoría representa «la izquierda democrática» frente a la deriva dictatorial de Ortega, el Movimiento renovador sandinista (MRS).
El MRS vió la luz el 18 de mayo de 1995 cuando una fracción de disidentes del FSLN, conducidos por el ex-vicepresidente de la República (1985-1990) y escritor Sergio Ramírez, pensó transformar el Frente en un «partido moderno» de centro izquierda – sobre el modelo social demócrata (convirtiéndose en social liberal) del viejo continente. Esta transformación se observó más dentro de algunas ONG europeas o en las columnas del diario español El País que en los barrios populares o las zonas rurales «nicas», el MRS nunca logró suplantar el partido histórico que se mantiene fiel a Ortega, con su base social identificándose con el pasado revolucionario, su voto duro y disciplinado. El MRS permaneció marginal, obteniendo el 1,33 % de los sufragios presidenciales de 1996 (Sergio Ramírez); en el año 2001, se incorporó a la Convergencia nacional, que apoyaba en ese momento… Daniel Ortega; acreditado en 2006 con el 7,2% de los votos, su candidato Edmundo Jarquín, ex-funcionario del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), experto en alianzas de todo tipo, franquea definitivamente el Rubicón en 2011 postulando a la vicepresidencia, en binomio con el candidato de la derecha dura Fabio Gadea (PLI).
Más que cualquier proyecto político progresista, es su odio visceral hacia Daniel Ortega y a los dirigentes sandinistas que sirve de brújula al MRS. Ana Margarita Vijil, joven presidente del MRS y ex-estudiante de la Universidad de Arizona quien se benefició de una beca «Fullbright» [12], estuvo presente en la Convención demócrata el pasado mes de julio en Filadelfia, asimismo tuvo un encuentro en Washington con la diputada republicana cubano-americana de Florida Ileana Ros-Lehtinen, presidente de la subcomisión de Asuntos extranjeros en la Cámara de representantes, enemiga jurada de la izquierda latina [13]. Poco tiempo después de ese encuentro, Ros-Lehtinen fue quien promovió la Nicaraguan Investment Conditionality Act (Nica Act) previendo sanciones para que Nicaragua pueda acceder a fondos internacionales, la «Nica Act fue aprobada a la unanimidad el 21 de septiembre por los 435 diputados demócratas y republicanos de la Cámara de representantes. Tal y como lo hizo la ultraderecha de la oposición venezolana, Vijil también reclamó que se aplicara a Nicaragua la Carta democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Sin embargo, es dentro del seno del PLI aliado y no del MRS (¡y mucho menos del FSLN!) que surgió el golpe que hizo explotar la Coalición nacional por la democracia (CND).
La lucha por la hegemonía en el seno de la derecha genera desde hace tiempo profundas fracturas en su seno. En 2011, un litigio nació entre cuatro facciones internas en el PLI para tomar el control de su dirección. Con la muerte de su presidente, Rollin Belmar Tobie, ésta hubiese tenido que volver al vicepresidente del Consejo ejecutivo nacional, el jurista Pedro Reyes Vallejos, electo por la Asamblea delegataria el 27 de febrero de 2011. La decisión nunca fue aceptada por el clan del diputado Eduardo Montealegre quien amparándose por la fuerza del partido, desencadena con otras tres facciones una guerra interna no resuelta en cinco años. De hecho, de la incapacidad de la derecha de lavar su ropa sucia en familia, y la fecha del depósito de las candidaturas a la presidencia aproximándose, es, el 8 de junio de 2016, que la Corte Suprema de Justicia (CSJ), delante de la cual los beligerantes habían empezado procedimientos, que se ven en la obligación de decidir. La CSJ otorgó la representación legal del PLI a la corriente de Pedro Reyes, el sucesor legal de Rollin Tobie después de su muerte. Insultados y vilipendiados por los perdedores, Reyes y los suyos se fueron de la CND, mientras que Montealegre y sus amigos organizaron un show mediático bajo el tema de la «defensa de la democracia y de la libertad» denunciando… el poder y la ausencia de transparencia electoral.
Algunos días más tarde, el 29 de julio, nuevo golpe de teatro, cuando veintiocho diputados de la oposición miembros del PLI los privan de su mandato. ¿Otro golpe de fuerza de Ortega, del FSLN o de un Consejo Supremo Electoral compuesto por los obligados del presidente? ¡No, aplicación de la ley electoral – votada en su tiempo por el PLC, el PLI y el MRS! Introducida para evitar la compra de diputados, práctica frecuente en América central, esta ley establece que el escaño pertenece al partido y no al electo. Si este último cambia de partido en el transcurso del mandato, pierde su escaño. Es lo que pasó cuando los veintiocho parlamentarios de los que estamos hablando se fueron del PLI y siguieron a Montealegre. En la ocurrencia, el PLI de Pedro Reyes no perdió ningún representante puesto que a los que se fueron, inmediatamente los reemplazaron por sus suplentes (electos al mismo tiempo que ellos), como igualmente lo exige la ley.
Así, realmente la Coalición nacional por la democracia explotó, antes que un nuevo Frente ampliado para la democracia, creado el 4 de octubre, llame a un boycott del escrutinio, bajo el slogan «no hay nadie por quién votar» [14]. Tal vez encontremos nuestra explicación un poco larga, incluso muy detallada. ¿Pero se puede negar la importancia de esas «sutilezas»?
De su lado, como se debe, Washington dio la cara: «La decisión del gobierno nicaragüense de no invitar a los observadores internacionales independientes degradó todavía más la legitimidad de esta elección.» Ni la Organización de Estados americanos (OEA) ni la Unión europea (UE) fueron invitados. Para cortar de raíz la polémica, Ortega aceptara que venga una misión de la OEA, del 5 al 7 de noviembre, analizar – y no supervisar – las elecciones. Una decisión fuertemente criticada. ¿Pero en qué la presencia de estos «observadores» sería una garantía de democracia?
El 24 de noviembre de 2013, no menos de 180 de entre ellos, enviados por la OEA, la UE (99 personas procedentes de 26 países miembros y de Noruega) y el Centro Carter «supervisaron» la elección presidencial de Honduras. De todo el país y a medida que el Tribunal supremo electoral (TSE) anunciaba los resultados en favor del candidato de derecha Juan Orlando Hernández (JOH), las denuncias llovían yendo desde la compra de los votos a la retención de los resultados que favorecían Libertad y Refundación (Libre) – el partido de oposición llevado por Xiomara Castro, esposa del presidente derrocado en 2009, Manuel Zelaya –, la participación de los muertos y la muerte de los vivos, etc… A pesar de, no tomar en cuenta que el hecho de dos partidos, que representan alrededor del 50 % de los electores – Libre y el Partido anticorrupción (PAC) –, denunciaban un fraude masivo, tanto la OEA como la UE aprobaron sin ningún problema y precipitadamente el resultado anunciado. La punta del pañuelo se levantó cuando un observador austriaco de la UE, Léo Gabriel, durante una conferencia de prensa improvisada, declara, indignado: «La palabra “transparente” no se puede aplicar a este escrutinio, ni al recuento, ni a las elecciones en general» – relatando lo que agrupada en todos los puntos las denuncias efectuadas por la oposición [15].
En Honduras, siempre, debido a una situación apocalíptica y de manifestaciones masivas de «Indignados» en 2015, una Misión de apoyo contra la corrupción y la impunidad en Honduras (MACCIH) fue mandatada en ese país por la OEA, en enero de 2016. Dotada de prerrogativas limitadas, fue muy criticada por el movimiento social por su papel tranquilizador en un «diálogo nacional» estrechamente controlado por el poder. La indignación llegó a su máxima expresión cuando en agosto de ese año, rechazó de pronunciarse como por magia, particularmente sensible por el hecho del golpe de Estado de 2009, permitiendo la reelección del jefe de Estado (de derecha, de más está decir). «Esto es un tema político y corresponde a los hondureños de solucionar el problema» se contentó de responder su portavoz Juan Jiménez Mayor. La política no puede penetrar la MACCIH y voy a estar muy atento que así sea [16].»
La OEA quien no se ocupa de política, cuando su secretario general, ¿el uruguayo Luis Almagro, totalmente subordinado al Departamento de Estado de EEUU, multiplica las agresiones y una injerencia desvergonzada hacia Venezuela? ¿Cuándo ella respaldó a la «madre de todos los fraudes», en Haití, en febrero de 2011?
A inicios de diciembre del 2010, se anunciaron los resultados provisionales de la primera vuelta poniendo en ese país a Jude Célestin, el delfín del presidente René Préval, en segundo lugar después de Mirlande Manigat. Sobre la base de un informe de « expertos » de la OEA, los principales donantes, Estados Unidos a la cabeza, en la persona de Hillary Clinton, ejercieron fuertes presiones para excluir a Célestin de la segunda vuelta, a favor de Michel Martelly, « su » candidato. « Sacaron los resultados de sus bolsillos, actuaban como colonos, pero hay hombres y mujeres en el país que exigen de ser tratado con dignidad », se insurge (sin resultado) el ministro de Justicia Paul Denis. Martelly gana la segunda vuelta, al término del escrutinio « libre y democrático » sellado « OEA ».
Y para la memoria: vimos a Almagro hacerse el importante o invocar la Carta democrática de la OEA durante el reciente derrocamiento de la presidenta brasileña Dilma Rousseff por un golpe de Estado jurídico parlamentario? En esas condiciones, no vemos porque la OEA deberá imponer su presencia a un país soberano que no la desea. Las razones para rechazarlas sobran.
No vamos a pretender aquí que todo va por el buen camino en el mejor de los mundos de los nicaragüenses. Muchas críticas legítimas pueden hacerse. La ausencia de transparencia que rodea el proyecto del canal interoceánico (276 kilómetros de largo), su costo (50 mil millones de dólares), sus potenciales peligro para el medio ambiente, sus consecuencias sociales en términos de expropiación y de indemnización de las poblaciones afectadas, lo turbio que rodea su director de obra, el chino Wang Ping, así como su empresa, Hong Kong Nicaragua Canal Development (HKDN Group), el retraso tomado y sus causas sobre el plazo inicialmente anunciado. A condición de no limitarse en un ejercicio únicamente « a cargo », sino considerar igualmente los argumentos económicos, sociales y geopolíticos que apoyan en favor de este gran diseño – después de todo, si grandes manifestaciones se oponen, otras (nunca mediatizadas) lo apoyaron. Nicaragua no es el único país en el mundo que posee una brigada militar completamente destinada a la protección del medio ambiente y a la lucha contra la deforestación, en una región donde la ecología no es especialmente una prioridad?
La presencia excesiva de miembros de la familia Ortega a altas cargos es igualmente un debate. A justo título. O la opción de la esposa del « comandante », la excéntrica poetiza espiritualista Rosario Murillo, para ocupar la vice-presidencia. « Los expertos ven en esta nominación la punta de una eventual dinastía presidencial », se preocupan entre otros, Le Monde, el 3 de agosto de 2016. Está bien. Pero, en mal espíritu, que nos permite sonreír una vez más. Si ella no hubiese perdido ante Donald Trump, Hillary Clinton, la « candidata » de Wall Street y de medias, al que pertenece Le Monde, no habría ella ocupado la Casa Blanca algunos años después de…. su marido? George W. Bush (2001-2019) no era el hijo de George H. W. Bush (1989-1993)? Que queramos o no, que la apreciemos o no, Murillo, presente sobre la escena política desde las primeras horas de la revolución goza en el seno de su pueblo de una gran popularidad. En cuanto a la permanencia excesiva en el poder de su esposo … Quién levantó sus brazos al cielo sobre ese tema cuando la cancillera ordoliberal Angela Merkel oficializó su candidatura para un cuarto mandato en Alemania, el pasado 20 de noviembre?
Por dejarse llevar por los vientos dominantes – el ahorcamiento sistemático de las izquierdas latinoamericanas que estén en dificultad o no –, una mayoría de observadores pasó al lado de lo esencial. Con la ayuda de la cooperación venezolana – y a una menor escala la cubana –, pero también gracias a su pragmatismo en materia de alianza y de relaciones tanto interna como externa, el sandinismo logró aumentar el PIB de Nicaragua de 40 %, manteniendo un crecimiento promedio de 4,5 % por año – más del doble del conjunto de América latina, a excepción de Panamá. Más aún, 45 % de su PIB es producido por la economía popular – cooperativas, transportes colectivos, estructuras solidarias de comercialización y de distribución. Si exporta – carne, leche, café –, no es, como muchas veces, en detrimento de su seguridad alimentaria: igualmente, da de comer a su población, sin tener que importar. La cantidad de programas sociales – Hambre Cero, Plan Techo, Usura Cero, Merienda Escolar, Bono Productivo, Bono Solidario, Casas para el Pueblo – indiscutiblemente mejoran las condiciones de vida de los más desfavorecidos. Y que no se equivoquen: la palabra «asistencia» escandaliza generalmente a los que felizmente tienen una trayectoria social que les permite vivir decentemente sin tener necesidad de ser « asistidos ».
Muy pocos han notado que, gracias a la presencia de un Estado, Nicaragua se encuentra (con Costa Rica) fuera de la espantosa ola de inseguridad que afecta los países cercanos y, un poco más al norte, México. Que ya sea a través de las « maras » – bandas de delincuentes organizados que tienen a El Salvador y Honduras a fuego y a sangre – o la penetración del narcotráfico – Honduras, Guatemala, México –, la región se volvió un infierno. Se cifran 103 homicidios por 100 000 habitantes en El Salvador; 57 en Honduras (90,4 en 2014); 30 en Guatemala; 13 en México (21,6 en 2014); 8 en Nicaragua [17]. Lo que se llama un éxito. Uno de más.
El gobierno de Daniel Ortega seguramente hubiese podido hacer mejor. Ni socialista ni puramente neoliberal, se queda en medio de una encrucijada. El no transformó Nicaragua agrícola en una potente nación industrial, tampoco hizo de Managua una nueva Silicon Valley! Pero quien logró ese tipo de proezas (a parte de los neoliberales o los revolucionarios de salón)? Ni su oposición ni los potentes padrinos que apoyan esto desde el extranjero no tienen una propuesta coherente a proponer a esta potente combinación de factores políticos, económicos y sociales que permiten al FSLN y a su «comandante» permanecer ampliamente mayoritario y de ganar. En Nicaragua, el final de «ciclo» no era para este año. Para la mayor decepción, tal vez, de los que soñaron con una nueva derrota del eje progresista en el continente americano.
NOTAS
[1] Membre de la junte de gouvernement de reconstruction nationale après le renversement du dictateur Anastasio Somoza, il fut déjà président de la République de 1985 à 1990.
[2] Libération fera mieux en annonçant une abstention de 78 % (Maya Collombon, « Un scrutin sans campagne ni votants », 11 novembre 2016).
[3] Lire Maurice Lemoine, Le Monde diplomatique, mai 2012.
[4] Le Point.fr, 8 novembre 2016.
[5] Bernard Duterme, « Au Nicaragua, que reste-t-il du sandinisme ? », Le Monde diplomatique, septembre 2016.
[6] Alberto Nájar, « 700 mujeres presas por aborto en México, muchas veces espontáneo », BBC Mundo, México, 25 juillet 2016.
[7] Cuba, Venezuela, Bolivie, Nicaragua, Dominique, Antigua et Barbuda, Equateur, Saint Vicent et les Grenadines, Sainte Lucie, Saint Christophe et Nieves, La Grenade ; le Surinam et Haití y disposent d’un statut spécial. Le Honduras en a fait partie jusqu’au coup d’Etat de juin 2009 contre le président Manuel Zelaya.
[8] Entre mai et juin 1986, plus de cent mille citoyens participèrent à soixante-treize « cabildos abiertos »(assemblées ouvertes) organisés au niveau national. Après qu’il leur fut présenté l’avant-projet de Constitution, ceux-ci remirent 1 800 motions écrites de propositions de changements et de corrections.
[9] El País, Madrid, 10 novembre 2016.
[10] Criterio, Tegucigalpa, 10 novembre 2016.
[11] Kevin Parthenay (docteur en science politique), « Réalisme tragique au Nicaragua », Libération, 6 novembre 2016.
[12] Attribuée à de jeunes latino-américains dans lesquels les Etats-Unis voient de futurs dirigeants politiques.
[13] Resumen Latinoamericano, Buenos Aires, 3 novembre 2016.
[14] Le PLC (15 %) fut représenté par Maximo Rodriguez, député entre 1996 et 2011 ; Le PLI (4,5 %) par José del Carmen Alvarado, un odontologiste qui se consacre à l’agriculture et l’élevage ; l’Alliance libérale nicaraguayenne (4,3 %), par Saturnino Cerrato, un ancien religieux ; l’Unité démocratique, alliance entre le Parti conservateur, le Parti social-chrétien et les Indépendants (2,3 %), par Erick Cabezas (2,3 %) ; l’Alliance pour la République (1,4 %), par Carlos Canales.
[15] Lire « Un observateur électoral de l’Union européenne dénonce », Mémoire des luttes, 30 novembre 2013.
[16] Hondudiario, Tegucigalpa, 19 août 2016.
[17] « Balance de Insight Crime sobre los homicidios en Latinoamérica en 2015 », janvier 2016.
Traducción no oficial (TR/MP)
Embajada de Nicaragua en Francia
25 de julio de 2018