¿Libertad, democracia, derechos humanos?
Las palabras sobran, ante los hechos y evidencias. No tiene coherencia preconizar los derechos del pueblo, tales, como salud, educación, alimentación, viviendas, libre circulación, paz, etc. Mientras a la vez se hacen acciones de complicidad con el poder económico nacional e internacional, para restringir el acceso del pueblo a los alimentos básicos, imponiendo un cerco macabro que impulsa la escalada criminal de precios de éstos llevándolos a ser casi inaccesibles para las mayorías. Mientras a la vez se trancan las calles, se saquean negocios, se sabotean los servicios básicos, se destruyen clínicas, hospitales y centros primarios de atención pública de salud.
No puede ser cierto ese mensaje que dice defender al pueblo. Cuando se convocan manifestaciones supuestamente pacíficas, pero que dejan tras de sí, cadáveres y heridos realizados de forma premeditada, para generar un estado de shock colectivo.
Es imposible creer, que se realizan acciones en beneficio del pueblo, mientras captan a los jóvenes y les dan drogas, agua ardiente, armas mortales, les inducen a cometer actos terroristas sangrientos, tanto físicos, así, como psicológicos. Se utilizan a niños y hasta bebes, en marchas y protestas violentas con un alto contenido de terrorismo y vandalismo con fines de guerra.
¿Cómo creer que se defiende el derecho a la educación?, cerrando, incendiando, destruyendo jardines de infancia con bebes dentro de las instalaciones, escuelas, liceos, universidades. Asesinando estudiantes, suspendiendo forzadamente las clases por parte de los sectores de la educación privada, que descaradamente; si siguen cobrando las matricules, pese al cierre de clases ¿Qué clase de defensa a la educación es esa que incita al uso de heces fecales para agredir al contrario y a las fuerzas del orden público? Desnudando a mujeres, hombres y niños en las vías públicas, defecando impúdicamente en medio de calles, avenidas, autopistas.
De qué seguridad pueden hablar de defensa a la seguridad pública, cuando hacen alianza con sicarios, paramitares, narco traficantes colombiano y con delincuentes venezolanos organizados en bandas criminales, que asesinan, asaltan, cobran peajes en sus marchas a los que desgraciadamente, quedan atrapados en sus redes de terror y crimen.
Hablan de defender la democracia, y no respetan la voluntad de las mayorías que elegimos a Nicolás Maduro como presidente.
Dicen defender la constitución, y sin embargo, desde su nacimiento, la negaron, la ofendieron, la vilipendiaron. Incluso, la derogaron ilegalmente en un nefasto golpe de estado, que afortunadamente fue derrotado por nosotros el pueblo.
No señores de la MUD, no señores del poder en Estados Unidos e Israel, no señores de los capitales transnacionales. Uds. Desprecian y odian a los pueblos, en verdad lo que quieren es el poder en Venezuela para saquearla y para disponer hasta de la vida de sus ciudadanos.
¿Quiénes pueden creer que Uds. quienes acuden al crimen organizado, al asesinato al terrorismo, al asalto de instituciones públicas y privadas, a quemar personas vivas, apuñalarlas decenas de veces sin ninguna piedad, a degollar a transeúntes, motorizados y un sin fin de maldades más, tan solo por apoderarse del poder político? ¿Quién sería incauto para creerles, si aún, sin tener el poder, cometen todas esas aberraciones inhumanas? Cabría preguntarse entonces ¿de que serían capaces de hacer, si en un supuesto negado, obtuvieran el poder político?
No señores terroristas, mercenarios, asesinos a sueldo. Uds. jamás podrán ser poder político nuevamente en Venezuela. De eso nos encargaremos de impedirlo los hijos del pueblo y por nuestro bienestar colectivo. Es una promesa
VENCEREMOS!
*Abogado con Patria
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