Waldo Mendiluza •  Opinión •  29/06/2020

Desempleo, desafío de la Francia post-Covid-19

La pérdida de empleos representa una de las secuelas más preocupantes de la crisis socio-económica derivada de la Covid-19, una pandemia que sumirá a Francia en una recesión inédita desde la Segunda Guerra Mundial.
Ante un escenario inevitable, confirmado por las estadísticas del primer trimestre, las posturas difieren y se alzan voces para reclamar que las consecuencias del impacto del coronavirus SARS-CoV-2 no recaigan en los sectores más vulnerables, como suele ocurrir.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y de Estudios Económicos (Insee), de enero a marzo quedaron suprimidos 502 mil 400 puestos, por lo que el empleo asalariado cayó a su nivel más bajo desde el último trimestre de 2017, con el sector privado como el más golpeado (497 mil 400).

Los datos inquietan sobremanera, al tener en cuenta que la cuarentena general para frenar la propagación de la Covid-19 se inició el 17 de marzo, cuando al trimestre apenas le quedaban dos semanas, lo cual hace pensar que el estimado emitido a principios de junio por el Banco de Francia, de la pérdida de un millón de empleos este año, pudiera quedarse corto.

A mediados de este junio, la Unédic, organización encargada de gestionar el aseguramiento social de los desempleados, vaticinó la desaparición de 900 mil plazas durante 2020 y adelantó que la cantidad de demandantes de trabajo adicionales a indemnizar llegaría a 630 mil.

En sus previsiones, la Unédic señaló un déficit de casi 26 mil millones de euros y una deuda del 63 por ciento cuando cierre 2020, por su financiación compartida con el Estado del desempleo parcial durante la cuarentena, al que se acogieron 13 millones de asalariados del sector privado.

Los cálculos, aunque al parecer conservadores, se van por encima de los del gobierno, ya que el ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, consideró la supresión de 800 mil plazas como resultado de la Covid-19.

Le Maire reconoció que vendrán tiempos duros, con quiebras y puestos de trabajo eliminados, y afirmó que ‘la gravedad de la crisis demanda una respuesta masiva e inmediata’. Tenemos ante nosotros una ola de quiebras, una ola de problemas muy violentos en el frente laboral. Nos estamos preparando y queremos enfrentarlo encontrando nuevas soluciones, advirtió.

Francia camina hacia una recesión sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), con una caída este año del Producto Interno Bruto (PIB) de 11 por ciento, un déficit público de 246 mil millones de euros -el 11,4 por ciento del PIB-, y una deuda del 120,9 por ciento.

GRANDES EMPRESAS SUPRIMIRÁN EMPLEOS

Empresas como Air France, Renault y Nokia (con sede en Finlandia) prevén la supresión de miles de puestos de trabajo en suelo francés, bajo el argumento del cese de actividades por la Covid-19 y de la búsqueda de rentabilidad para atenuar la crisis, según anuncios o reportes de prensa publicados en junio.

El gigante de la aviación civil, asociado con la aerolínea neerlandesa KLM, eliminaría entre ocho mil o 10 mil empleos, a partir del estímulo a la salida voluntaria de los afectados, aunque descartó entrar en detalles sobre el tema antes de julio. De acuerdo con Le Figaro, la compañía trataría de cerrar 300 plazas de pilotos, dos mil miembros del personal de cabina y seis mil empleados en tierra.

Ante las preocupaciones generadas por la noticia, el ministro Le Maire calificó la supresión de empleos de ajustes necesarios ante el impacto de la Covid-19 en el sector. ‘Vi la cifra de ocho mil empleos, pero no la confirmo y espero las propuestas exactas de Air France, con la expectativa de que sean menos’, dijo a medios locales.

En el caso del fabricante de vehículos Renault, eliminaría cuatro mil 600 plazas en Francia, unas dos mil 100 en el área de producción, mil 500 de ingeniería y mil de personal de apoyo.

Por su parte, la empresa multinacional de comunicaciones y tecnología Nokia, que compite con Huawei y Ericsson por las redes 5G, manifestó sus planes de recortar mil 233 empleos, un tercio de la fuerza laboral en territorio galo.

La supresión de puestos por Air France y Renault genera particular malestar, ya que recibieron siete mil y cinco mil millones de euros, respectivamente, de rescate.

Entre las reacciones a la eliminación de empleos por empresas que obtuvieron ayuda estatal estuvo la de sindicatos como la Confederación General del Trabajo de Francia (CGT), una de las dos más poderosas del país, que acusó al gobierno de subordinarse a intereses patronales.

EL PLAN GUBERNAMENTAL

A finales de junio, el presidente Emmanuel Macron presentó a organizaciones sindicales y patronales algunas medidas para encarar la crisis económica desatada por la Covid-19. Aunque las expectativas eran mayores, las primeras acciones estuvieron centradas en la cuestión del trabajo, con la activación a partir de 1 de julio de un mecanismo de empleo parcial a largo plazo.

El dispositivo busca evitar los despidos masivos en compañías que verán reducida su actividad, y consiste en la entrega del 84 por ciento del salario a los trabajadores y el reembolso del 80 por ciento a las entidades.

Las condiciones para este beneficio serán que las horas de desempleo no excedan 40 por ciento para cada asalariado y la existencia de un convenio colectivo mayoritario.

Por otra parte, el plan incluye que el mecanismo de desempleo parcial utilizado durante la cuarentena tendrá desde el 1 de octubre otro tratamiento, consistente en el pago del 72 por ciento del salario neto y una compensación del 60 a las empresas, por un período inicial de tres meses, prorrogable una sola vez por otros tres. En la actualidad, los beneficiados en una entidad afectada por la Covid-19 reciben el 84 por ciento de los ingresos netos.

Según medios de prensa, los sectores de la aeronáutica y el automotor fueron los modelos tomados, los cuales intentan volver a funcionar en un entorno desafiante.

UNA ALTERNATIVA

Ante la situación económica que ya impacta a Francia y el mundo, el Partido Comunista Francés (PCF) adoptó en una reunión de su Consejo Nacional una propuesta de proyecto de país basado en la justicia social y el respeto a los derechos humanos y el medio ambiente.

Denominada ‘Construyamos la Francia en común’, la plataforma ofrece una salida colectiva ante la crisis socio-económica derivada de la pandemia de la Covid-19.

La iniciativa abarca medidas en los sectores de la salud, la educación, el poder de compra, el empleo, la transición ecológica, la política exterior, las finanzas, los servicios públicos y el desarrollo en general.

De acuerdo con el PCF, la aspiración es construir una sociedad sin desempleo y con un sistema de seguridad social novedoso. Para la organización política, la dura crisis económica y social resultante de la pandemia en realidad ya estaba presente.

Antes de la Covid-19, el poder de compra, la salud, el empleo y el respeto a la dignidad estaban en el centro de las preocupaciones populares, aseveró en el lanzamiento de su propuesta el 12 de junio.

arb/wmr

 

Fuentes: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=377561&SEO=desempleo-desafio-de-la-francia-post-covid-19


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